Cómo superar la crispación en 2024

En España vivimos tiempos convulsos, de crispación, eso es innegable. Buena parte de esa tensión, que se palpa en conversaciones y reuniones diversas, se debe a que tenemos un presidente el Gobierno, Pedro Sánchez, que todo lo supedita a gobernar él, y pasa por encima de principios, compromisos de ayer, y pacta con filoetarras, independentistas y comunistas lo que sea necesario. 

Pamplona pasa a manos de Bildu, las guerras de Rusia-Ucrania y Hamás-Israel… Parecen acumularse las causas de esa tensión.

Espíritu deportivo

He de reconocer que, al escribir esta primera columna de 2024 -¡y llevo ya 23 años haciéndolo en El Mundo-Castellón al Día, que me otorga la condición de ser el colaborador más antiguo en el periódico, con la honra que eso tiene y la obligación de no fallar!-, me asaltan muchos recuerdos de 2023 y deseos para este año que acabamos de empezar, casi en forma de cascada. Tiene sus ventajas y sus riesgos, porque hay que ordenar y seleccionar lo que hemos vivido y lo que uno espera para este año: hay de todo, lo importante es vivir el presente. Ni se vive de recuerdos ni se vive de proyectos: siempre manda la realidad del “hoy”, que exige esfuerzo: nada es gratis. 

LA MANIPULACIÓ DEL RELAT sobre L'ORIGE DEL VALENCIÀ

Nacionalisme supremaciste

L’implantació progressiva de l’Estat de les autonomies des de l’any 1979 reactivà la narrativa històrica ‘territorial’ front a l’hispanisme preferent de décades anteriors. Pero el fenomen destaca en el País Vasc i en Catalunya, on rebroten les velles falsificacions que des de Sabino Arana i Prat de la Riba pugnaven per llegitimar les aspiracions anexionistes d’abdós regions sobre l’històric regne de Navarra i l’històric regne de Valéncia. D’ahí que des dels 70-80 del s. XX, se difonga ràpidament entre nosatres una papilla ideològica pancatalana que, protegida pels governs valencians, acabarà colonisant les institucions, el sistema educatiu i els canals de debat i difusió de les idees, erigint-se en paradigma dominant. 

TU PUEDES SER FELIZ, SIEMPRE

Sé que muchos creerán que resulta utópico el título de esta aportación personal porque, en todo caso, pensarán que sólo se puede ser feliz a ratos.

Hago esa afirmación porque ser feliz, solo depende de uno mismo.

Me propongo explicar desde mi humilde experiencia cómo se puede conseguir. Al terminar, ustedes pueden estimar si lo que digo es fantasía.

Tengan en cuenta que la utilidad de esta vivencia aparece cuando uno está listo para aprovecharla y tiene el terreno preparado. ¿Y cuándo se supone que alguien está dispuesto a advertir que se le enciende la “bombilla”? Pues cuando uno ya  se ha hartado de buscar el camino adecuado, o bien sufre profundamente abrumado un estado de desesperación. Ha tocado fondo. No puede más y necesita remedio urgentemente.

La clave consiste en primer lugar, en no permitir dar poder pernicioso a nuestra mente, y tampoco dárselo a nuestras emociones.

UN MENSAJE CON IDEAS

Es preocupante pensar que el mensaje navideño del Rey haya perdido este año cerca de 700.000 espectadores respecto al de 2022. Ello nada tiene que ver con el hecho de que el discurso de este año haya sido particularmente monográfico, poco navideño y quizá poco asequible al gran público.

Como es lógico, los eventuales espectadores no conocían de antemano el contenido del mensaje. Es probable que de haber sabido que este año Felipe VI iba a hablar exclusivamente sobre la Constitución, la audiencia hubiera sido aún menor ya que lo que gran parte de los españoles quería oír eran cuestiones como el paro, la vivienda, la sanidad, la violencia machista, el coste de la vida, la cesta de la compra, es decir asuntos que afectan a la mayoría de la población y en especial a la clase media baja, cuestiones todas ellas que el mensaje real mencionó solo de pasada.

Lo que busca Podemos atacando al Rey

Los políticos se pasan el día tramando, calculando, iniciando estrategias a ver cómo resultan. Y les pagamos para ello. Los políticos que gobiernan tienen algo más ocupado el tiempo, porque tienen que gobernar, así de sencillo: los que apoyan al Gobierno o están en la oposición juegan su constante y particular partida de ajedrez, que muchas veces no conocen ni tienen acceso los ciudadanos para saber lo que buscan.

En el periodismo de opinión –para diferenciarlo del de información– tenemos algunas referencias, estamos en mejores condiciones de contextualizar o entender lo que se mueve entre bastidores, sobre todo por parte de los políticos que no gobiernan. Pero tampoco resulta sencillo, porque la disparidad de informaciones y opiniones que nos llegan, a veces con el ruego de que no lo digamos o no atribuyamos esas declaraciones a ningún político ni partido, son un abigarrado conjunto variopinto y hasta contradictorio.

Luces navideñas

La Navidad es el mejor momento del año, al menos para mí y para muchos otros. El período que va desde Navidad hasta Reyes ofrece –además de días festivos y de descanso, que no es poca cosa– ocasiones variadas para reforzar lazos, reflexionar un poco en medio del ambiente festivo. Por eso, son días de luz, que no son espejismos respecto a la vida del resto del año, sino iluminación para ver de otra manera aspectos esenciales de nuestra vida, tales como la familia, las creencias o los amigos.

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