Pacto Verde Europeo y su ESTRATEGIA DE LA GRANJA A LA MESA capitulo I

PROHIBICIÓN DEL METIL CLORPIRIFOS: LA PUNTA DEL ICEBERG

Hoy comienzo una serie de artículos (cuatro o cinco) sobre el Pacto Verde Europeo y su Estrategia de la Granja a la Mesa que, al contrario de lo que pregona, puede ser la defunción de la agricultura a cielo abierto y la transformación en eriales de los actuales pulmones productivos de cítricos, olivos y frutales. El postureo ecologeta de los políticos españoles y europeos van a destruir la verdadera ecología: la agricultura.

Comenzamos con la prohibición de un fitosanitario sin que se haya dado una alternativa química o biológica al mismo, y que está poniendo en jaque la citricultura española.

 

¿Es la UE enemiga de la agricultura española?

La UE, violando el Principio de Preferencia Comunitario, ya nos metió el gol de los TLC,s (Tratados de Libre Comercio Internacional) con países eminentemente agrícolas en donde producen las grandes corporaciones agroalimentarias mundiales con mano de obra esclava, con las que por diferencias en costes de producción (salarios 10 veces por debajo de los nuestros) es imposible competir con ellos. El segundo gol son las fatídicas plagas que nos llegan con los productos de esos mismos países, gracias a controles laxos en los puertos europeos, y a permitir que nos lleguen sin los preceptivos tratamientos en frio que eliminan las posibles plagas. Y ahora, para terminar definitivamente con la agricultura española, con el Pacto Verde europeo, la UE nos presenta su estrategia de la Granja a la Mesa por la que pretende eliminar el 50% de los fitosanitarios y el 20% de los fertilizantes, sin dar una solución alternativa válida a las plagas que controlan: el caso de prohibición de los formulados Clorpirifos y Metil Clorpirifos, únicos fitosanitarios eficaces contra la plaga llegada de Sudáfrica Delottoccocus aberiae, es la punta del Iceberg del desastre que se avecina.

 

1.-La evidente responsabilidad de la administración en la llegada de la plaga

En el 2009, con una partida de cítricos infectada, llegó a España el Delottoccocus Aberiae, conocido popularmente por Cotonet de les Valls, por haberse detectado por primera vez en esa comarca valenciana. La primera conclusión a la que llegamos es la evidente responsabilidad de la administración en la llegada de esta plaga por el incumplimiento del artículo 11 de la Ley de Sanidad Vegetal:

“Artículo 11. Introducción en el territorio nacional.

 El desembarco o introducción en el territorio nacional de vegetales, productos vegetales (…), así como la evidencia o sospecha fundada para los no prohibidos de que se encuentran afectados por plagas que pudieran tener importancia económica o ambiental, o que los vegetales o productos vegetales contengan residuos superiores a los límites máximos autorizados, dará lugar a la adopción por la autoridad competente y, en su caso, por los inspectores fitosanitarios, de alguna de las siguientes medidas:

a) La reexpedición inmediata de los mismos.

b) Su destrucción.

c) Su confinamiento en los lugares y condiciones que determine el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.”

 

2.- Prohibición del Metil Clorpirifos: La UE, en la lucha frente a la plaga, ata las manos de los agricultores, para que no puedan combatirla

La experiencia nos enseñó que solo los formulados con Clorpirifos eran capaces de controlar la plaga. Pero a pesar de las advertencias de las asociaciones agrarias, el lunes 13 enero de 2020, publicado en el Diario Oficial de la UE, la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), sin esperar a que hubiera una solución alternativa, dando más importancia a sus prejuicios ecologistas que a una plaga que podía arruinar a miles de familias citrícolas, mediante los reglamentos de ejecución 2020/17 y 2020/18, desautorizó los formulados “Clorpirifos” y “Metil Clorpirifos”.

Tras esta desautorización, con la utilización de otros formulados como: “acetamiprid, azadiractin, deltametrin, lamba cihalotrin, piriproxifen, spirotetramat o sulfoxaflor”, recomendados todos ellos por los organismos de la propia Conselleria (el IVIA), la plaga se ha descontrolado, ha causado cuantiosos daños, y se ha extendido a zonas en donde antes no estaba.

El 17 de agosto, el Comité de Gestión de Cítricos (CGC) hizo publica una nota de prensa expresando su malestar por la falta de materias activas para controlar la propagación del Delottococcus aberiae; este es el texto publicado en Castellonplaza: “El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), la patronal nacional del comercio privado, han coincidido con los expertos en señalar que, tras la prohibición del uso de los únicos insecticidas eficaces contra este patógeno foráneo --el Clopirifos y el Metil-clorpirifos--, la plaga está "fuera de control” y provocará importantísimos daños, tanto en el campo por la deformación del fruto que provoca, como en los centros de confección, donde los destríos de la próxima campaña se sabe se dispararán".

 

3.- El Ministerio de Agricultura español también es culpable y no aprobó una “Autorización Excepcional” del Metil Clorpirifos que propuso la Conselleria de Agricultura de la Comunidad Valenciana

Es falso que ante una prohibición europea ya no se pueda hacer nada; el Reglamento 1107/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de octubre de 2009, sobre comercialización de productos fitosanitarios, prevé en su artículo 53 lo siguiente:

“No obstante lo dispuesto en el artículo 28, en circunstancias especiales, un Estado miembro podrá autorizar, por un período no superior a 120 días, la comercialización de productos fitosanitarios para una utilización controlada y limitada, si tal medida fuera necesaria debido a un peligro que no pueda controlarse por otros medios razonables.”

También la legislación española lo tiene previsto en el artículo 34 de la Ley 43/2002 de 20 de noviembre de sanidad vegetal, establece la posibilidad de que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, conceda autorizaciones excepcionales de un producto fitosanitario en caso de peligro imprevisible que no pueda ser controlado por otros medios.

“Artículo 34. Autorizaciones excepcionales. Cuando se presente un peligro imprevisible que no pueda controlarse por otros medios, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación podrá autorizar por un plazo no superior a ciento veinte días la comercialización de productos fitosanitarios para una utilización controlada y limitada, de conformidad, en su caso, con la normativa comunitaria.”

Pero el Ministerio de Agricultura hizo oídos sordos a la solicitud de una Autorización excepcional extraordinaria para comercializar el Clorpirifos metil por 120 días entre los meses de marzo y junio, realizada por la Conselleria de Agricultura de la Comunidad Valenciana (autoridad responsable de combatir la plaga), el cual la rechazó alegando que dicha solicitud no cumplía con lo establecido en el artículo 53 del Reglamento (CE) no 1107/2009.

Es de suponer, con esta respuesta, que el Ministerio podría entender, o bien que el cotonet no era un peligro o que existían suficientes medios para controlarlo. Pero para desgracia de los sufridos agricultores, una vez finalizada la campaña citrícola de 2020, se ha demostrado que los medios que el Ministerio consideró como suficientes, no solo no permitieron el control, sino que facilitaron la expansión al resto de la zona citrícola valenciana y a las Comunidades autónomas vecinas, confirmando que la solicitud de la autorización sí cumplía con lo establecido en el artículo 53 del Reglamento.

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4 El precedente Italiano

El artículo 53 no establece ningún otro requisito para no concederla y, como prueba de ello, existe la evidencia de que otro estado miembro, Italia, sí que concedió una autorización excepcional a esta misma sustancia durante el verano de 2020 para combatir la invasión de otra plaga exótica: la Trip chinche asiática (Halyomorpha halys) en frutales de pepita y frutales de hueso. En Italia también había otros fitosanitarios autorizados, y también un proyecto de introducción de enemigos naturales para su control. Sin embargo, Italia tuvo en cuenta la solicitud hecha por el sector frutícola; lo consideró un peligro, realizó una evaluación del riesgo y consideró que metil-clorpirifos era necesario para evitar que se extendiese a otros cultivos y aumentasen las pérdidas económicas ocasionadas la campaña anterior.

 

5 Las pérdidas económicas

Según un estudio técnico de AVA-ASAJA, el impacto de este insecto en la campaña citrícola 2020/21 superará los 113 millones de euros en pérdidas directas (78,7 millones en la provincia de Castellón, 31,5 millones en Valencia y 3,6 millones en Alicante). En cuanto a volumen de producción, la asociación prevé un total de 380.000 toneladas de mandarinas y naranjas perdidas en el campo y que, por tanto, no serán aptas para su comercialización en los mercados.

Pero existen además otras pérdidas de difícil valoración como es el que, ante la prohibición del Clorpirifos metil, los agricultores han utilizado otros formulados más caros recomendados por la Conselleria de Agricultura que, al resultar ineficaces, se han visto obligados a realizar varios tratamientos.

Otro gasto que hay que computar al agricultor en las fincas afectadas es el clareado de la fruta ya que, de querer vender los frutos sanos, el agricultor debe de tirar al suelo todos los frutos dañados y, en el caso de las fincas muy afectadas debe de tirarlos todos ya que el agotamiento del árbol afectará gravemente a la producción del año siguiente. Los trabajos de tirar la fruta al suelo tienen un coste inasumible para el agricultor, pues este nuevo gasto que va a sumar a los que ha tenido en el tiempo de cultivo puede elevarse desde un porcentaje de afección pequeño del 5 al 10% con un coste de trabajos de tirar las naranjas de 1.000 a 2.000 € hectárea. Y a afecciones mayores en donde haya que tirar toda la naranja, puede alcanzar un mínimo de 6.000/7.000 € hectárea con árboles de porte normales o hasta 8.000/9.000 € hectárea en arbolado mayor.

Teniendo en cuenta que el coste por hectárea, según se ha publicado por el Ministerio de Agricultura, se situaba en el 2014 sobre las 6.340 €/hectárea (ahora será algo más); los daños del Cotonet suponen una partida importante, que puede llegar a doblar el coste del cultivo, sin obtener ningún beneficio. Este es el camino más corto para el abandono total, o la ruina.

 

6.- El Ministerio ante una solución de eficacia probada (Metil Clorpirifos) y otra de eficacia desconocida (trampas de feromonas sexuales), autorizó la desconocida: Inutilidad, irresponsabilidad o ambas cosas

A la vez que el Ministerio de Agricultura denegaba una autorización excepcional para prorrogar el uso de los formulados de metil-clorpirifos 22.4%, solicitada por la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat Valenciana, concedió una autorización excepcional, desde el 1 de marzo hasta el 25 de junio, para un sistema de atracción y muerte con insecticida a base de piretrinas y, como atrayentes, el uso de las feromonas sexuales del piojo rojo de California (Aonidiella aurantii), el cotonet (Planococcus citri) y D. aberiae de la empresa de Carlet EPA-Ecología.

Contra toda lógica, el Ministerio, ante dos solicitudes de autorización excepcional para combatir la misma plaga: una, ampliamente probada y que la había controlado hasta ahora y otra, de eficacia desconocida y no probada, se decantó por aprobar la de eficacia desconocida.

Según las declaraciones de los técnicos de la propia empresa comercializadora de dichas feromonas (PHYTOMA MEET. Delotococcus aberiae, una plaga de los cítricos fuera de control) “Las feromonas como medio de control y erradicación del Delottococcus aberiae (Cotonet de Sudáfrica) distan mucho de ser la solución ya que, a trampa por árbol, apenas alcanza una eficacia del 20% por lo que es, más bien, una herramienta de detección precoz mediante el trampeo y el poder localizar con más exactitud las zonas de afección”.

Además, el precio es antieconómico para los agricultores: 1.20€ por trampa y por árbol y una reposición necesaria cada 40 días supone un gasto de más de 2000€ por hectárea, inasumible para un agricultor. Como prueba de la escasa financiación concedida por el MAPA, utilizando la Conselleria todo el montante del presupuesto concedido para combatir la plaga (700.000€), tan solo podría cubrir con estas trampas 350 hectáreas, cuando la superficie afectada supera este año las 80.000 hectáreas y que el año que viene serán muchas más.

Es posible que mejorando la trampa se llegue a mejores porcentajes y se pueda abaratar el precio, pero no para esta campaña.

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7.- Ya no es una plaga local

La prueba de la eficacia del Metil Clorpirifos es que, en un par de meses sin él, la plaga que inicialmente se encontraba localizada en la zona de les Valls, al Norte de la provincia de Valencia y limítrofe con la de Castellón, se ha propagado a toda la Comunidad Valenciana afectando en distinto grado a unas 80.000 Ha y ya se ha detectado también en las comunidades de Cataluña, Murcia y Andalucía. Ya no se trata de una plaga local y amenaza con propagarse al resto de la zona citrícola española.

A partir de mediados de Junio, una vez el fruto ya está formado, el Cotonet deja de perjudicar al fruto pero sigue multiplicando su población por lo que, después de nueve meses sin enemigos, cuando vuelvan a florecer los cítricos en primavera, el Cotonet aparecerá con muchísima más fuerza que ahora, y si no se consigue la Autorización Excepcional del Metil Clorpirifos, el desastre será mucho mayor.

 

CONCLUSIÓN

Por tanto, visto los catastróficos resultados de la desautorización por parte de la UE del Metil Clorpirifos y la negativa del Ministerio a no realizar una autorización extraordinaria, la plaga del Cotonet de Sudáfrica ahora mismo está descontrolada. Todo indica que tales decisiones se realizaron infravalorando la peligrosidad de la plaga, sobrevalorando métodos de control que, o bien no estaban disponibles (control biológico) o no estaban suficientemente probados (trampas de feromonas), e ignorando los estudios realizados por los centros de investigación que calificaban al clorpifos metil como único fitosanitario que efectuaba control satisfactorio.

Podemos afirmar también que, con esta decisión y estos incumplimientos de la administración, ya se han provocado cuantiosos daños económicos a los citricultores valencianos y ya se está propagando al resto del territorio nacional.

Todo apunta a que, con una plaga desbocada y en crecimiento constante, los daños en la próxima primavera van a ser mucho mayores. La única solución posible es que para la campaña que viene, el Ministerio apruebe una Autorización Excepcional del Metil Clorpirifos para un periodo de 120 días en los meses de marzo, abril, mayo y junio, tan solo para cítricos en la lucha exclusiva de la plaga Delottoccocus Aberiae (Cotonet de Sudafrica).

En el próximo capitulo analizaremos el irresponsable “Plan de Acción del Ministerio”, basado en incertezas y métodos no probados y el por qué su arma estrella, el parasitoide Anagirus Aberiae, no va a ser una realidad para esta próxima campaña y, para colmo, aunque en la prensa se diga lo contrario, los políticos del Ministerio y de la Conselleria, lo saben.

https://www.youtube.com/watch?v=PvuL6HEYMI8&t=202s

  • Víctor Pascual Viciedo Colonques es Presidente de la Associació de Llauradors Independents Valencians (ALIV)