LA DISCIPLINA DE VOTO
Es frecuente que en los medios de comunicación aparezca algún político con mando en plaza disertando con ocasión de alguna votación en el Congreso o el Senado, sobre la disciplina de voto. Hablan de ella como si fuera el oráculo de Delfos, en el sentido de que no es ni discutible ni cuestionable. No se dan cuenta que esa postura es de lo más antidemocrático que puede darse en un sistema que se basa precisamente en la libertad de voto.
Debo ser corto de miras, por no decir algo peor, pues no alcanzo a comprender como es posible que el ciudadano pueda defender su postura de manera individual, es más, cambiarla en función de su personal criterio, y sus señorías solo dispongan de la libertad de equivocarse, cuando lo hacen.