DESEQUILIBRIOS DIPLOMÁTICOS
La conducción de la política exterior de un país es mucho más complicada de lo que parece. Hay ocasiones en que el requerido equilibrio entre dos opciones resulta difícil de encontrar.
Dos ejemplos:
En 2004, tras acceder al gobierno de España el PSOE de Zapatero, éste no solo tomó la decisión de retirar las tropas españolas de la operación aliada en Irak -cosa que estaba en su derecho a hacer- sino que recomendó a otros aliados que siguieran su ejemplo. La decisión de ZP cargó sobre los ejércitos de otros países amigos -en aquel caso concreto sobre el ejército polaco- el peso defensivo con las consiguientes bajas ocasionadas. El gobierno norteamericano nunca perdonó aquel gesto de nuestro gobierno sufriendo las consecuencias no solo el entonces presidente, que por añadidura había ofendido a la bandera estadounidense, sino que las sufrió la credibilidad y fiabilidad de nuestro país.