Luces navideñas

La Navidad es el mejor momento del año, al menos para mí y para muchos otros. El período que va desde Navidad hasta Reyes ofrece –además de días festivos y de descanso, que no es poca cosa– ocasiones variadas para reforzar lazos, reflexionar un poco en medio del ambiente festivo. Por eso, son días de luz, que no son espejismos respecto a la vida del resto del año, sino iluminación para ver de otra manera aspectos esenciales de nuestra vida, tales como la familia, las creencias o los amigos.

EL CICLO DE LA NAVIDAD en las manifestaciones culturales

La festividad de la Navidad es una de las conmemoraciones más renombradas del calendario litúrgico y se celebra desde los albores del cristianismo. 

Desde el punto de vista religioso dos efemérides son recogidas en el calendario litúrgico: el nacimiento de Jesús en Belén y la adoración de los Reyes Magos de Oriente al niño Dios. Estas solemnidades están impregnadas de un sentimiento que concitan recuerdos familiares y rememoran tradiciones que se plasman en exposiciones de belenes, árboles de Navidad, tarjetas conmemorativas, interpretaciones musicales y representaciones teatrales. 

Diversas manifestaciones en el campo de la cultura reflejan muestras de naturaleza religiosa. La literatura, la historia del arte, la música, la cinematografía, etc., plasman el sentir de esta efeméride que combina lo religioso, lo histórico y lo tradicional.

Indigestión política

Desde hace algunos años, España está generando más política de la que sus ciudadanos son capaces de digerir. Ello es especialmente visible desde que el 16 de noviembre Sánchez renovó su mandato al frente del gobierno español.

Nada que objetar si tal mandato lo hubiera alcanzado con el apoyo de partidos fiables que se esforzaran en lograr el progreso y bienestar del país dentro de un orden asimilable al existente en nuestro entorno. Todos sabemos que no es así y que una alianza que incluye al único partido comunista existente en cualquier gobierno de Europa, el único independentista del continente y el único, en modo alguno puede tranquilizar a la mayoría del país.

DIPUTADOS VALENCIANOS en LAS CORTES DE CÁDIZ

La Constitución de Cádiz ha adquirido un valor casi mítico que perdura hasta nuestros días. Fue un símbolo de libertad que se proyectó dentro de España y del mundo hispánico, porque con el texto gaditano, en plena Guerra de Independencia, surgió la primera de las constituciones españolas que contempla la soberanía nacional, la división de poderes, derecho de representación, libertad de expresión, garantías procesal y penal, etc. En general, prescribe consolidar los derechos y limitar el poder estatal. Ninguna constitución española ha tenido el alcance, la repercusión y la difusión de la Constitución de 1812. 

Esta Constitución se convirtió en el “código sagrado” que definía el liberalismo español como un credo político. El jurista valenciano Tomás y Valiente atribuyó a la Carta Magna de Cádiz “la triple dimensión de origen, modelo y mito”.

Cuesta abajo y sin frenos

Despenalizar el enaltecimiento del terrorismo es ahora el objetivo del PSOE con sus aliados de Gobierno, o mejor dicho de Des-Gobierno, por no llamarlo un descarrilamiento en toda regla. Por iniciativa de Sumar, para disimular un poco. ¡Lo justifican en la libertad de expresión! 

No se castigarán las injurias al Rey, a España, a las Comunidades Autónomas o a sus banderas e himnos. Tampoco se castigará a los que ofendan a una confesión religiosa, hagan escarnio de sus creencias o ceremonias o vejen públicamente a quienes la practican. Están pensando en ofender únicamente a una confesión religiosa, la católica, pero nadie se atreverá a ofender a otras. No sé, mera intuición, dicho con ironía.

Las redes sociales arden ante esta noticia, y es comprensible, porque sencillamente es indignante. Una vez más, el Estado de Derecho se va a resquebrajar en España, y todo porque Pedro Sánchez se vende continuamente para seguir cuatro años en la Moncloa. Penoso.

Clave navideña

Quiero felicitar la Navidad con estas líneas a todos los lectores, ¡feliz Navidad! Además de hacerlo, pienso que hacerlo sin quedarme en expresiones o palabras que repetimos en estos días puede ser útil, ofreciendo unas breves reflexiones de lo que considero una clave esencial en Navidad: la humildad. Con los años comprobamos su importancia: el poder de la humildad, la fuerza de la humildad, que se nombra poco.

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