Presupuestos para temblar

Los Presupuestos Generales del Estado (PGE), tal como se han presentado, me hacen temblar. A mí y a mucha más gente, por lo que he oído y leído.

Sencillamente, unos Presupuestos para regar de dinero a todo el mundo, presentados y calificados como los más sociales de la historia, pueden ser una alegría para ciertas personas, pero a la vez hacen temblar, porque Pedro Sánchez supedita todo a continuar en la Moncloa, cueste lo que cueste a los españoles.

Nadie da duros a cuatro pesetas. Tal como está España laboral y económicamente, no estamos para tanta generosidad, que hace sospechar planes inminentes. Subes las pensiones un 8,5%, a la vez que estamos pendientes del previsible recorte a las pensiones pactado con Bruselas, pasando de cotizar por 25 años a 35 años. ¿Será la sorpresa ante tal subida ahora anunciada?

La economía está como está, los españoles ahorrando ante la actual coyuntura y la temido futuro, y el Gobierno da dinero a casi todo el mundo, blandiendo como una espada permanente que han de pagar más los ricos.

La pregunta, pienso que de estricto rigor, es si ya están pagando más los ricos en España, porque desde luego pagan muchos impuestos. Se penaliza a emprendedores, empresarios, que con razón se plantean emigrar fiscalmente, ya sea Portugal u otros lugares cercanos, a la espera de unos tiempos más seguros y serenos en España.

Recuerdo el comentario de un gobernante: “Ya no tenemos dinero, pues voy a endeudarme todo lo que pueda”. Lógicamente, no hablaba de endeudarse él, sino de endeudar hasta lo nunca conocido la institución pública que presidía: interesante resaltar lo de “pública”, porque en la empresa privada no se permiten esas ligerezas en el gasto, con el objetivo de no perder votos. Es otro mundo.

España sigue endeudándose. Con esos Presupuestos 2023, todavía más. ¿Alguien adivina quién pagará esa deuda creciente? Nosotros, los que ahora parcialmente se muestran felices ante esos anuncios.

Hay que destacar lo de los “anuncios”, porque un presupuesto es una previsión, no una rendición de cuentas. Habrá que ver en qué se concretan, cómo se articulan, analizando lo aprobado finalmente y los resultados de 2023. Del dicho al hecho, y más en los políticos -y todavía más en boca de este Gobierno-, hay un largo trecho.

El papel aguanta todo. ¿Por qué 100 euros al mes por cada hijo menor de 3 años, y no 200 euros, puestos a engordar todavía más unos presupuestos tan sociales? Un Gobierno que aprueba que todos paguemos en la Sanidad púbica los abortos ahora se nos muestra con esta medida inquieto ante la baja natalidad.

Nada de reducir gastos, reducir Ministerios, plantearse la no-viabilidad de un buen número de aeropuertos de AENA. Un Gobierno prisionero, sectario, que busca a toda costa seguir gobernando, pretende que nos creamos que es social. Es para temblar.

 

  • Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
    Escribe, también, en su web personal.