Las dos guerras

Rusos y ucranianos llevan combatiendo desde hace cerca de 21 meses. El conflicto de Oriente Medio que comenzó el 7 de Octubre, dura hasta ahora, algo más de mes y medio.
El mundo entero tiene la mirada puesta en ambos conflictos que afectan política, económica y socialmente a Europa y al mundo occidental en pleno. Es como si estas fueran las primeras guerras que se han producido desde 1945, cuando en realidad hemos sido testigos de más de cien conflictos en el mundo entero incluidos los de Chipre, que envolvieron a Grecia y Turquía, de Yugoslavia, Moldavia, Georgia, Chechenia y Nagorno Karabah.

De las dos guerras actuales lo primero que llama la atención es que mientras en Gaza se cuenta el número de víctimas día a día en el choque ruso ucraniano resulta muy difícil conocer el número de sus caídos. Es como si la vida tuviera diferente valor en una región y en otra.

Los muertos en el ataque terrorista de Hamas del 7/X se cifra en 1400 más 240 rehenes. Los caídos entre Gaza y Cisjordania ya alcanzan los 16.000, siendo muy difícil diferenciar las víctimas civiles de las militares.

Los datos en la contienda europea, también de difícil credibilidad, suman alrededor de 7000 civiles y 15.000 soldados ucranianos a los que habría que añadir otros 16.000 heridos. Las cifras rusas, siempre difíciles de precisar, son mucho más elevadas. Alcanzan los 55.000 soldados muertos y otros 90.000 heridos. No existen víctimas civiles conocidas ya que el escenario bélico ha sido siempre ucraniano, sin que sobre Crimea o Rusia hayan caído más que escasos drones con bajas consecuencias entre civiles.

La segunda observación a tener en cuenta en estos conflictos es que mientras en Occidente existe una clara posición en favor de Ucrania tanto política como socialmente el choque entre Israel y Hamas tiene distintas valoraciones entre los europeos.

Nuestros gobiernos se han mostrado favorables a Israel víctima de un ataque terrorista de parte de Hamas y defienden su legitimo derecho a defenderse recomendando moderación en la lucha y respeto a la población civil palestina cuyo derecho a tener su propio estado rebrota ahora con fuerza, como el pueblo judío vio renacer un gran apoyo mundial en 1945.

En la sociedad civil europea abundan las manifestaciones pro palestinas y claramente antisemitas escaseando las que apoyan a Israel lo que puede explicarse, entre otras razones, por la muy superior población árabe en nuestro continente y la reducida presencia hebrea excepción hecha de los 400.000 judíos en Francia y 250.000 en Reino Unido.

Conviene recordar que en los Estados Unidos donde existe una población judía casi igual a la existente en el propio Israel (5,5 frente a 6,5 millones) lo que explica junto al peso especifico de ese relativamente bajo porcentaje humano, el apoyo unánime a Israel tanto desde el gobierno como desde la sociedad.

Tercera y última acotación es que si la guerra en Ucrania no lleva signos de cerrarse ya que ni Kiev puede vencerla ni Moscú puede permitirse perderla, la contienda de Gaza puede acabar pronto. Desde que nació Israel en 1948, los choques en la región se han reproducido cada dos o tres años, sin que ninguno haya durado más de unos días. La actual operación es la más duradera y sangrienta conocida en la región hasta ahora. Previsiblemente acabará tan pronto el ejercito israelí haya procedido a la limpieza de los componentes de Hamas, excepto aquellos que consigan refugiarse en alguno de sus refugios en Qatar, Siria o principalmente en Irán.

De hecho empiezan a encontrarse soluciones negociadas. Irán ha alcanzado su principal objetivo al movilizar la brutal agresión de Hamas sobre Israel que motivara una reacción aun mas contundente que desacreditara a Netanyahu en medio mundo interrumpiendo el acercamiento que se estaba produciendo en el mundo árabe hacia Tel Aviv.

El conflicto podría prolongarse si Hezbollah y sus patrocinadores iraníes decidieran recrudecer el conflicto desde el norte, lo que podría tener consecuencias nefastas sobre el sufrido Líbano. Confiemos en que ello no se produzca.

  • Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga es Master en Ciencias Políticas y Económicas y Derecho. 
    Diploma de Altos Estudios Internacionales. Embajador de España en Bulgaria en 1993. 
    Primer Embajador de España en Macedonia en 1995. 
    Embajador de España en Bruselas WEU en 1997, entre otros cargos.