¡Y así nos va...!

Me he jubilado de una profesión a la que he dedicado una larga vida laboral, profesora de F.P. en grado superior de Finanzas y Comercio Internacional fundamentalmente, y ordenando papeles encontré ayer esta fábula que he decidido compartir, pues describe muy bien la realidad actual en el campo de la educación. Y necesita pocos comentarios.

“Todos los días, muy temprano llegaba a su escuela la productiva hormiga maestra. Allí pasaba sus días, trabajando en su aula y tarareando una canción de amor.

Ella era productiva y feliz,  pero…, no era supervisada.

El Abejorro Secretario de Educación General consideró que ello no era posible, así que se creó el puesto de Director de Educación. Para lo cual contrataron a un Escarabajo con mucha experiencia en Administración de empresas y Organización Escolar.

La primera preocupación del Escarabajo director fue organizar la hora de llegada y de salida y también preparó hermosos informes. Era tanta la documentación (Rel 1, Rel 2,  911, estadística de Inicio, Medio y fin de curso), que pronto fue necesario contar con una secretaria para que ayudara a prepararlos. Así que contrataron una Arañita muy preparada en Mecanografía, hacer café, Windows, quien organizó los archivos y se encargó del teléfono.

Mientras tanto la Hormiga Maestra feliz trabajaba y trabajaba con sus alumnos.

El Abejorro Secretario de educación estaba encantado con los informes del Escarabajo Director, así que pidió cuadros comparativos y gráficos, indicadores de logro, estadísticas de aprovechamiento, probables, no probables, seguros.

Entonces fue necesario contratar un Gorgojo especialista en control escolar para ayudar al director. Y fue indispensable un nuevo ordenador con impresora a color. Para el nuevo Jefe de Sector. 

Pronto la hormiga maestra feliz dejó de tararear sus melodías. Y comenzó a quejarse de todo el papeleo que había que hacer ahora.

El abejorro Secretario de Educación observó una alza en los índices de deserción, de reprobación. Entonces, consideró que era momento de adoptar medidas.

Así crearon el cargo de Supervisor de zona, donde trabajaba la Hormiga maestra feliz.

El cargo fue para una cigarra "Black Bell" que alfombró su oficina, se hizo adquirir un sillón especial, solicitó una secretaria.

El nuevo Supervisor necesitó -claro está- un nuevo ordenador e incluso ordenadores en red. ¡Hay que tener un ingeniero de sistemas! cargo que fue ocupado por un aguerrido Piojo egregado del Tec de Monterrey, muy ducho en Redes, Windows XP, Linux, Oracle, Debian, Ubuntu, PHP, DreamWeaver, Photoshop y MySQL.

Con tanta información, el nuevo Supervisor de zona pronto necesitó un asistente así que lo solicitó a su ATP. Un Grillo con experiencia en conducir autos, cargar cosas, y teclear oficios, que había sido ayudante de otro supervisor, fue contratado para que le ayudara a preparar el plan estratégico de la zona y el proyecto anual de trabajo, para la escuela donde trabajaba la Hormiga Maestra feliz.

La hormiga ya no tarareaba sus viejas melodías y cada vez se le notaba más apática, neurótica, estresada, desmotivada y ya no quería trabajar. Sólo de imaginar que tenía que trabajar ahora hasta los 65 años para poder jubilarse, le daba pánico.

“Vamos a tener que elevar la calidad educativa y darle asesoría a la hormiga Maestra”.

Así que se contrató a una Luciérnaga para que fuese especialista en:

Trabajo de grupo
Dar cursos de Carrera
Dar los TGA
Preparar PETES
Planificación efectiva

Pero un día el Secretario de Educación, al revisar las cifras, se dio cuenta que en la escuela (donde trabajaba la Hormiga Maestra feliz), los alumnos salieron bajos en ENLACE. Así que contrató al Búho, prestigioso consultor de Evaluación, para que hiciera un diagnóstico. El búho estuvo tres meses en la escuela y pronto emitió un sendo informe: "Hay demasiada gente en educación..."

Así el Secretario de Educación siguió el consejo del consultor y ... despidió a la Hormiga Maestra in-feliz. 

Le  dijeron que no era nada profesional, porque nunca supo interpretar los verdaderos enfoques educativos, ni las ideas de sus superiores.

Moraleja:
Si eres cualquiera de los otros personajes,

¡¡¡¡ FELICIDADES !!!! ¡¡ya te buscaste la vida!!
Pero… si eres Hormiga Maestra feliz, sigue trabajando de manera feliz sin que lo demás te afecte, sin hacer caso de tontos proyectos que se hacen en un escritorio, por alguien que ni es buen maestro.

¿QUÉ  TE  PUEDO  DECIR?
DEPENDEMOS DE GENTE QUE NO SABE QUÉ  ES  LA  EDUCACIÓN.

Que TE MANTENGAS como la HORMIGA-MAESTRA FELIZ

  • Mª Ángeles Bou Escriche es madre de familia, Orientadora Familiar, Lda. en Ciencias Empresariales y profesora