Crisis de la cultura de la modernidad

Recibí la semana pasada el libro de ponencias del I Congreso Internacional de Historia y Monarquía: “El Reinado de Alfonso XIII y sus Relaciones Internacionales”, que tuvo lugar el 1 y 2 de Febrero de 2019 en los Reales Alcázares de Sevilla. Organizaron el Congreso, la Hermandad Nacional Monárquica de España junto con la Secretaria Nacional de Educación y Cultura y la Delegación Regional de Andalucía, Ceuta y Melilla. (Ha sido un regalo de mi amiga, coordinadora del congreso)

El titulo de la primera ponencia a cargo del Exmo. Sr. D. Jorge Fernández Díaz fue: “Alfonso XIII y la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús”, pero yo quisiera compartir parte del contenido de la ponencia a cargo de Dr. Javier Paredes Alonso, Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá de Henares, pues creo dio en la diana sobre el origen de la actual crisis que padecemos, dando pistas sobre el camino hacia una buena solución. 

El titulo de la ponencia fue: “El contexto Europeo del Reinado de Alfonso XIII”, y comenzó diciendo: “Voy a hablarles de algo que es de unánime reconocimiento. En el periodo de Alfonso XIII, concretamente en 1919, se produce la crisis de la cultura de la modernidad…….. eso es lo que pasa en 1919, que la sociedad europea, que se ha sentido tan segura con unos parámetros culturales, entra en crisis”.

Acostumbrada a entender la palabra “crisis” en al ámbito de la familia y la educación, como una oportunidad de crecimiento, me ha llamado la atención que referida a esta cuestión dijera: “Crisis significa "juicio". Hacemos un juicio de las cosas cuando nos está sucediendo algo, ya que cuando no sucede nada no se producen preguntas como: ¿qué me está pasando?.......”

“El problema de nuestra cultura es que no nos hemos atrevido a llamar a las cosas por su nombre. El problema es que no hemos analizado la crisis que padecemos, porque la crisis de la cultura de la modernidad, que se desata o que se manifiestan sus efectos en 1919 es la crisis que arrastramos hasta el día de hoy.”

Podemos preguntarnos: ¿Y qué crisis es esa?

El Dr. Paredes dijo que es la crisis de un determinado concepto del hombre. 

Y ahora podemos preguntarnos: ¿De que concepto de hombre arranca la crisis que padecemos? 

El Dr. Valverde opina que la crisis de la cultura de la modernidad arranca del nuevo concepto del hombre que se siembra en el siglo XVI con motivo de la Reforma protestante. Exactamente, estas fueron sus palabras: “Hasta el siglo XVI, el concepto que hay de hombre, de cultura en general, se sostiene mediante tres elementos: Dios, el hombre y el mundo. Dios crea al hombre y al mundo y con su providencia los mantiene, esa es la cultura de la Cristiandad”.

¿Qué ocurre con Lutero? Introduce un nuevo concepto que es el libre examen. No hace falta la autoridad eclesiástica para interpretar las Escrituras. ¡Se lanza esa semilla! Una siembra que cuaja con el nombre de “libertad de conciencia”.

“Escuchado el nombre de libertad de conciencia, por los campesinos alemanes, que se encontraban en una situación apurada, reflexionaron: “Si no hay nadie que a mí me diga lo que tengo que hacer en materia religiosa, mucho menos lo habrá quien a mi me diga lo que tengo que hacer en materia política”. Este es el origen de las revoluciones campesinas de Alemania sucedidas entre 1524 y 1525……… Como lo que Lutero necesita para separarse de Roma es el apoyo de los príncipes alemanes, escribe un libro poco amigable con los campesinos que se titula: “Contra las hordas asesinas y ladronas”. Los nobles le preguntan a Lutero qué hacer con los campesinos y éste les responde que el libre examen es patrimonio del príncipe por lo que aquellos que se subleven han de ser exterminados como perros.”

El príncipe tiene libertad de conciencia y desde el estado se indicará lo que la población tiene o no que hacer. Y llegamos al siglo XVIII y XIX. Ya no somos criaturas de Dios, somos seres autónomos que nos podemos dar nuestras propias leyes. 

El Dr. Paredes explicó muy bien esta nueva situación: “Muchos creen, pero yo no lo creo, que al concepto de individuo se le opone el concepto de colectivismo, no. Al concepto de individuo lo que se le opone es el concepto de persona. El individuo, precisamente por no no reconocer su condición de criatura no es nada en el principio….. es el puro caos, es un “fieri” como dicen los filósofos; no puede tener ninguna norma preestablecida porque es él quien las debe establecer, porque se tiene que “realizar”, porque el individuo se realiza a base de actos. Por eso el mito del siglo XIX es la libertad con mayúscula.” 

Dijo el Dr. Paredes, que de todas estas cosas se dio cuenta en su tesis doctoral y por eso al nombre de “Pascual Madoz” le añadió el subtitulo: “Libertad y progreso en la monarquía isabelina”

Ahora esta de moda el decreto-ley, una forma perversa de comportarse en democracia dijo él. En todas partes esta la crisis y “… no se desea salir de ella porque no se desea reconocer la diferencia existente entre la libertad de conciencia y la libertad de otras conciencias, porque la historia es la historia de la libertad… En cuanto que la historia lo que estudia son actos humanos y no hay actos humanos sin libertad, la historia es la historia de la libertad. Pero el hombre criatura tiene libertad para comprometerse en su vida según la ley impresa de la naturaleza que positivamente se le transmitió a Moisés en los Diez mandamientos y que fue elevada de manea sublime por Jesucristo... "La sociedad es tan mala que sólo el príncipe la debe dirigir. No, no tiene razón de ser esta negativa concepción protestante de la sociedad. Es la propia sociedad la que se debe dirigir. Por eso, el fin de la historia no es la grandeza de la corona, ni la grandeza del estado, ni la unidad del partido, ni la fortaleza del sindicato, ni la brillantez de la cátedra, ni la expansión de la empresa. El fin de la historia es que el hombre vuelva a ser plenamente hombre. Esa es la forma de solucionar la crisis en que nos hallamos sumergidos. Que el hombre vuelva a ser plenamente hombre, que vuelva a Dios y que luche en esta vida por ser santo”.

Yo no puedo añadir nada al contenido de esta brillante ponencia, que he querido compartir con todos vosotros. 

Atentamente,

María Ángeles

  • Mª Ángeles Bou Escriche es madre de familia, Orientadora Familiar, Lda. en Ciencias Empresariales y profesora