Narcos enfadados

La indignación general por la muerte de los dos guardias civiles en Barbate exige la dimisión del ministro del Interior, Grande-Marlaska. ¿Motivo? Haber desmantelado la unidad especializada para luchar contra el narcotráfico en esa zona, que es de un volumen muy considerable, constante. Dejó en mantillas a los guardias civiles hace 16 meses. Por si teníamos alguna duda, Marlaska ha afirmado que no piensa dimitir.

El diario 20minutos ha iniciado una encuesta sobre si debe dimitir Marlaska por la muerte de los dos agentes. Resultado: el 82.38% (50.292 votos), cuando escribo estas líneas, piensa que debería dimitir o Sánchez debería cesarle. ¿Alguna duda democrática?

El tráfico de droga es un gran problema, porque es una enorme fuente de ingresos. En la provincia de Castellón también tenemos ese problema, desde hace décadas. El verano pasado, sin ir más lejos, aparecieron fardos de hachís en Nules, Xilxes, Moncófar… Y hace años eran más numerosos esos fardos que se soltaban cerca de las costas de la provincia: aunque no pocos se perdían o no llegaban a los que esperaban los fardos en las playas o rocas, los narcotraficantes no arriesgaban y el negocio seguía siendo suculento. Recuerdo que algunas veces la Guardia Civil intentó detener a alguna de esas narcolanchas… pero eran más rápidas que la de la Benemérita. 

Sin embargo, que el problema sea complejo, por el negocio que supone y el número de implicados en el negocio, no equivale a que no se tomen las medidas proporcionadas. Luego nos quejamos del consumo de drogas, los estragos en gente joven, la venta con ocasión de festivales musicales o a la salida de colegios, aunque se trate de droga más ligera que el hachís. Se crean canales de distribución y llega de todo a quien lo desea.

Kiko el Cabra embistió sin piedad a la zodiac de los guardias civiles. Con antecedentes penales y causas judiciales, que habría que analizar: mejoras preventivas, de seguridad y judiciales para que el imperio de la droga sea lo menos poderoso posible. Ahora se dice que los narcos están “muy enfadados” por lo sucedido en Barbate y que Kiko el Cabra puede sufrir represalias. El negocio cruel de la droga desea que no se hable de él, el mayor silencio informativo posible, y no contribuir a ser odiado por la población por asesinatos demenciales, como los de Barbate. Los locos molestan hasta a los narcos.

La zodiac era hasta ridícula para esa misión, solo posible por el sentido del deber, disciplina y valor de los guardias. ¿Quién dio la orden que les llevó a la muerte?

  • Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
    Escribe, también, en su web personal.