Para desprenderme del lastre del pancatalanismo

Anhelo cruzar, junto a mis amigos y compañeros de inquietudes, el mar Rojo para desprenderme del lastre del pancatalanismo.

En los momentos de máxima angustia espiritual del pueblo de Israel, cuando su reino había sido devastado y el templo de Yahvé derribado y profanado, se purificó la manera de entender lo divino y volvieron a recuperar su identidad como pueblo de Dios. El paso del mar Rojo fue su punto de inflexión.

Hoy quiero mostrar que el Valencià tiene que cruzar su mar Rojo para purificarse del pancatalanismo que los poderosos políticos han ido llenando sus alforjas de normas y vocablos ajenos a su ser, hay que volver a saborear las palabras de Cervantes cuando se refería al Valencià: “graciosa, dulce y agradable”

¿Cuándo fue derribado y profanado el andamiaje del Valencià? Para contestar a esta pregunta me remontaré al año 1982, en los albores de la Comunidad Valenciana. Por aquella época la gran mayoría de los valencianos teníamos conciencia de la entidad específica de nuestra lengua materna y sabíamos quiénes eran los depositarios de custodia: ICE (extinguido), Universitat de Valencia (que impartía el título de filología valenciana, hoy catalana), la Real Academia de la Cultura Valenciana (RACV), Lo Rat Penat y Grup d'Acció Valencianista, como lo prueba el DECRETO de 19 de julio de 1982 por el que se reconocen los títulos y certificaciones del conocimiento del Valencià para su enseñanza en las aulas de la CV.

Hoy, estas instituciones con sus titulaciones y enseñanzas han desaparecido o han sido barridas de la esfera de la Consellería de Educación de la GV y se han implantado nuevas instituciones y nuevas certificaciones del conocimiento del Valencià, diseñadas por el pancatalanismo del PSPV, sin ningún rigor científico, tan solo por intereses políticos.

Para que los intereses políticos de la izquierda, en materia lingüística, se impusieran en las aulas, tuvieron que descartar desde el minuto cero a la RACV, creada en 1915 por la Diputación Provincial de Valencia con la finalidad de promover la investigación, defender los valores culturales del pueblo valenciano y formar un archivo y una biblioteca sobre temas específicamente de este ámbito. La segunda entidad descartada fue Lo Rat Penat fundada en 1878 dedicada a la promoción, defensa, enseñanza y difusión de la lengua y cultura valencianas y el Grup d'Accio Valencianista (GAV) fundada en 1977.

En 1982, el socialista Joan Lerma es nombrado presidente de la GV y lo primero que hizo fue abolir la gramática valenciana de los normes del Puig, éstas fueron elaboradas en 1979 por la RACV, e imponiendo las normas del Institut d’Estudis Catalans. Una vez eliminadas estas entidades valencianas de las aulas, al no ser reconocidos sus certificaciones del conocimiento del Valencià, se inventaron los socialistas, en 1989, el proceso de normalización lingüística de la lengua (pero de ¿de qué lengua?), se cambió el título de Filología Valenciana de UV por Filología Catalana y crear la Junta Qualificadora de Coneixements de Valencià (JQCV) como único organismo para acreditar los conocimientos del Valencià dentro de la administración.

En 1996, el PP llevaba un año en el gobierno de la GV y se comprometió con Jordi Pujol a respetar «la unidad de la lengua» a cambio de que CiU apoyase la investidura de José María Aznar como presidente del Estado Español, acuerdo conocido como el pacto del Majestic.

Más de 500.000 valencianos amantes de su lengua materna nos manifestamos e Valencia, en 1997, en defensa de nuestra lengua materna y en contra del pacto del Majestic, este clamor popular fue traicionado por los dirigentes populares valencianos y crearon en 1998 la Academia Valenciana de la Lengua (¿qué lengua?). El pacto del Majestic debilitó al PP y envalentonó a la AVL, por lo que el PP nunca se atrevió a detener los planes pancatalanistas de la AVL, prueba de ello fue el acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Castellón de instaurar la sede del Institut d’Estudis Catalans en la ciudad en 2003 y el PP tenía mayoría absoluta en la corporación municipal.

En 2013, algunos sectores del PP se dieron cuenta, entre ellos el Secretario Autonómico de Educación, del monstruo que habían creado y empezaron a revolverse contra la criatura que habían creado con sus propias manos, a través de ORDEN 17/2013, de 15 de abril, de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte, por la que se regulan las titulaciones administrativas que facultan para la enseñanza en valenciano, del valenciano, y en lenguas extranjeras en las enseñanzas no universitarias en la Comunitat Valenciana). En esta orden, el Secretario autonómico de Educación, le quita la primacía a la JQCV para emitir los certificados C1 y C2 de Valencià según el MCER, y amplía las entidades certificadoras a todas las universidades públicas y privadas de la CV, y a la EOI. Además, deja fuera a la JQCV para emitir titulos administrativos de Capacitació y Mestre en Valencià, otorgando esta facultad a las universidades valencianas. Poco duró la felicidad en la casa del pobre, pues en 2015 volvieron los socialistas al poder y dejaron sin efecto la orden de 2013.

Hoy me identifico con los israelitas, con sus enormes deseos de dejar la tierra que oprimía su esencia de ser y estar, al ver como mi lengua materna está pisoteada y profanada por los pancatalanistas y mi deseo es unirme a otros para emprender el éxodo hacia el uso y el conocimiento del Valencià que hablaron mis abuelos y los abuelos de estos. Anhelo cruzar, junto a mis amigos y compañeros de inquietudes, el mar Rojo para desprenderme del lastre pancatalanista.

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  • Pepe Aymerich Miralles, Profesor Titular Jubilado de la UJI.