Hacerse la foto

Casi 30.000 hectáreas quemadas en la comarca castellonense del Alto Palancia, con el municipio de Bejís en el epicentro, y el ya famoso “tren al infierno”. Se dan avisos, muy razonables, de que no acudan ciudadanos a hacerse fotos, porque es peligroso y dificultan las tareas de extinción total.

En ese contexto, Pedro Sánchez se presenta en esa zona el pasado lunes, 22 de agosto, y con él todo el cortejo de asesores y cargos que le suelen acompañar, además de los cargos socialistas valencianos que querían también salir en la foto, como el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, o el presidente de la Diputación castellonense, José Martí.

Lo comentaba un miembro de ese “cortejo”: “decimos que no vengan a hacerse fotos, y aquí estamos haciendo eso mismo, no sé si es lo más adecuado y si esto da votos o no”.

Incendios y ecología

Los incendios forestales que sufrimos afloran muchos aspectos morales: antes, durante y después de los incendios. La limpieza de los bosques para evitar incendios y daños tan grandes como el vivido en Bejís y la comarca del Alto Palancia tiene un componente moral. La reacción de los vecinos ha aflorado altas dosis de generosidad, valentía y solidaridad, en medio del dolor y la tragedia. Las reacciones en el ya famoso tren conducido por Sonia el pasado martes tienen, en medio del pánico, también connotaciones morales: uno de los viajeros se cuestionaba la actitud de los pasajeros que salieron del tren olvidándose de mayores, alguna persona impedida, niños.

LA BATALLA DE VALÉNCIA (IV)

El moviment valencianiste se reactiva en l'any 1976 i és la conseqüència de la recuperació de la democràcia en superar-se la dictadura i, preveent que les actuacions polítiques partidistes no anaven a conduir a res bo per a l'autonomia valenciana, que irremediablement s'estava gestant, puix totes les apariències feyen augurar mals vents per a la nostra terra. I “Estos (s'està referint als diputats de les Corts Espanyoles) com ho varen fer en temps de la II República, quan els catalans demanaven en el seu primer estatut l'anexió del Regne de Valéncia a Catalunya, neguen qualsevol possibilitat de la creació d'eixos Països Catalans i, ademés, neguen la possibilitat de tan sol una federació entre autonomies (Valencians front al catalanisme. Manuel Zarzo. Valéncia, 1995, en avant “Valencians...”).

¿Un nuevo orden mundial?

Sin remontarnos a tiempos lejanos y a un mundo dominado por imperios como el mesopotámico, helénico, romano; español, francés o británico, entramos en la edad contemporánea y en el siglo XX con un orden mundial que se ha regido, después de las dos grandes guerras -que muchos politólogos consideran  fue tan solo una que se extendió desde 1914 hasta 1945- por las normas recogidas primero por la Sociedad de Naciones y más tarde por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

La importancia de la Carta de la ONU radica en su propósito de universalidad y de incluir, por lo tanto no solo al mundo occidental -Europa, Estados Unidos y Australia- sino también al resto del mundo, es decir, a Asia, África y Sudamérica.

LA BATALLA DE VALÉNCIA (III)

 Ademés de totes les traïcions que es venien gestant per part dels polítics valencians, per a convertir al nostre Regne de Valéncia en un apèndix més dels Països Catalans, s'allumena un nou detonant que també influiria en l'oposició dels valencianistes a les martingales del Plenari. I, és, en tota seguritat, el nomenament com a President del Consell Preautonòmic de José Luis Albiñana Olmos.

Vicente Ramos en (De Albiñana...) nos comenta: “El President Albiñana. Sí, com veem, el Consell navegava sense rumbo i desarborat, és lícit pensar que el seu capità patia de vèrtic o de notòries insuficiències síquiques. Sembla, puix, necessari posar llum en l'obscura personalitat de “Pepe Lui”-... i en la seua nefasta influència en la vida valenciana. Per a traçar la seua epopeya, hem buscat el testimoni dels seus més aplegats.

ORIGEN DEL NEGACIONISMO

¿Que piensa un megarrico?, alguien al que el dinero le sobra, que tiene todo y no necesita nada. Quizás el mundo se le quede pequeño, y se sienta molesto de tener que compartir el planeta con tanta gente. Desde su privilegiada atalaya puede caer en la tentación de pensar que la gente se reproduce mucho, son incultos y sucios, y que él no es como ellos, merece más. Como se suele decir, en estos temas “llueve sobre mojado”. Desde periódicos como “El País”, la caja de resonancia de estos megamillonarios, nos vienen lanzando, repetidamente, desde hace años, avisos de corte malthusiano: el hombre es una plaga para el planeta, nos vienen a decir. Si tenemos en cuenta que este periódico es el de estas élites, no iremos muy errados si tenemos a tal comentario como propio de éstas.

Los incendios se apagan en invierno

Todavía estoy impresionado por las imágenes del incendio en Bejís, provincia de Castellón: los bomberos luchando contra las llamas a escasos metros, sufriendo el cambio de orientación del viento.

Mi admiración y mi respeto hacia la tarea de los bomberos, y a cuantos intervienen en la extinción de los incendios que hay por toda España. Incluso más: cierta petición de perdón, porque les toca a ellos arriesgarse con frecuencia por la dejadez política y ciudadana. Así lo siento.

En los pueblos se sabe y se repite, y más cuando hay incendios cercanos o lejanos, que los incendios se apagan en invierno, no en verano. Eso exige una labor continua de limpieza de bosques y caminos, en invierno. Si no se hace, es evidente que una chispa, una colilla, una chuletada o un rayo bastan para provocar pavorosos incendios. Si se limpiaran los bosques y caminos forestales, y según la sabiduría popular, habría menos incendios.

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