¿SURGIRÁN DE NUEVO?

Guillermo Rocafort intenta, en las 515 páginas de su “Historia Total de la España Almogávar”, recuperar la memoria perdida de los almogávares; los describe como excepcionales soldados.  Llegando, con sus cabalgadas, hasta los confines del Imperio Bizantino para detener a los otomanos que amenazaban las fronteras de occidente. Rebatiendo a aquellos que los ven como meros mercenarios. 

Aunque se les considera desaparecidos definitivamente sobre 1388, demuestra que su espíritu resurge cuando la nación es atacada o se presentan retos mayúsculos a los que enfrentarse.

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En sus últimas páginas rebate las falsedades del independentismo catalán sobre los almogávares: especialmente a los romanticistas catalanes del siglo XIX que los describen bailando sardanas con los griegos a los pies de la Acrópolis o intentan presentar a Roger de Flor, casi, como un pastor del valle de Arán, cuando nace en Brindisi, de padre alemán, al servicio del Emperador Hoffestaufen, como halconero y madre italiana. Y a los revisionistas que analizan los hechos de ayer con los ojos de hoy, tratando de denigrarlos, al donar el gobierno catalán en el 2005, 240.000 euros al monasterio griego del Monte Athos, para compensar una presunta agresión de los almogávares hace 700 años.

No tenemos que sorprendernos, estamos acostumbramos a estas medias verdades y apropiaciones indebidas. ¡Por supuesto!, hubo catalanes en las compañías almogávares, pero también del Reino de Valencia, de otros territorios de la Corona de Aragón y no solamente de Aragón, también los hubo en Castilla y Portugal.

La maquinaria -está bien engrasada- no se detiene: un nuevo desafío, uno más, por parte de las autoridades catalanas, al negarse a cumplir la sentencia del Tribunal Supremo en la que les conmina a que mantengan en las aulas, la cuota del 25% de las asignaturas en castellano. 

La adhesión de À Punt a la iniciativa que nació en 2018 con contenidos de TV3 e IB3(canal de televisión en abierto autonómico, perteneciente al Ente Público de Radiotelevisión de las Islas Baleares), da a luz el nuevo CANAL Bon Día TV que, como matizó el director general de IB3 Andreu Manresa “este es un acto para normalizar y sumar para todo el mundo el mayor canal digital creativo, cultural y con tradición en lengua catalana”.

Paso a paso nos conducen a que las futuras generaciones vean el castellano como una lengua extranjera y eliminar ese nexo de unión con el resto de los españoles. Construyen los cada vez menos hipotéticos “Paisos Catalans”

La amenaza parece inminente; los nuevos almogávares siguen durmientes en las tertulias, y en las aplicaciones de mensajería, aunque de forma esporádica, se ven destellos de su espíritu:

Universitarios de la asociación S‘ha Acabat “Joves en Defensa de la Constitució” luchan por expresar sus ideas en libertad con riesgo de su integridad física, frente a las asociaciones de estudiantes radicales independentistas, en muchos casos con la complacencia del rector de la UAB, pero estos valientes almogávares de frontera, que cabalgan en territorio hostil, necesitan Adalides que los aglutinen y les guíen

Cuando esta Adalid surge, y una ciudad la encumbra a la victoria con sus votos (al igual que Roger de Flor, después de su victoria en el monte Tauro contra los otomanos, se muestra ausente y embelesado por los sueños de grandeza imperial generados por el Emperador de Bizancio, Andrónico Paleólogo, le lleva a bajar la guardia, a perder su vida y la de muchos de sus hombres), abandona a sus votantes, en busca de poder y reconocimientos a nivel estatal. Sus votantes se sienten traicionados, la abandonan y la conducen a la irrelevancia, a ella y a sus almocadenes.

O cuando esa Adalid se enfrenta al poder establecido, sin complejos y lo arrasa en unas elecciones, con un mensaje claro y potente. Surgen los miedos y las luchas intestinas que buscan cerrarle la boca y cortarle las alas. 

Y ahí estamos a la espera de los acontecimientos que nos den alguna esperanza del resurgir almogávar, pero los enemigos están cerca, son poderosos y la esperanza de volver a oír: 

 ¡DESPERTA FERRO! a la vez que suenan las falcatas golpeando entre sí, parece lejana.

  • Ángel García Muñoz