Pablo Casado tiene casi todo a favor para ser el próximo presidente del Gobierno de España. La ineptitud, irresponsabilidad y sectarismo de Pedro Sánchez se lo está poniendo en bandeja. Sin embargo, también es posible que Pablo Casado no sea presidente, si se empeña en seguir cometiendo unos errores que están defraudando a muchos votantes del PP durante décadas.
Las encuestas son tozudas: que el PP puede gobernar con Vox, y también que cabe que se reedite el actual gobierno del PSOE con siete, ocho o quince partidos políticos, los que haga falta para que Pedro Sánchez pueda seguir en la Moncloa, su única aspiración y a la que supedita todo.
Pablo Casado no debe considerar enemigo a Vox, sino únicamente al PSOE de Pedro Sánchez. Es muy fácil. Sin embargo, parece escuchar voces en diversas direcciones que le conviene no seguir. Y las encuestas vienen señalando que el PP ha perdido fuelle estos meses, en beneficio de Vox.
Resulta llamativo escuchar a muchos –familiares, amigos, conocidos, colegas, políticos, empresarios, amas de casa– que Pablo Casado les ha defraudado ya ¡sin gobernar, solamente llevando el timón del PP! Y un dato para tener en cuenta: algunos que siempre (insisto en lo de SIEMPRE) han votado al PP, durante décadas, ahora se plantean por primera vez no votar al PP. Entre ellos, cargos políticos del PP muy conocidos. Tampoco son muy explícitos en afirmar a qué partido votarán, o si votarán, pues tiempo hay para dilucidarlo.
La tensión con Isabel Díaz Ayuso no la comparten esos muchos “defraudados por el PP”, pues lo consideran una chiquillada que hace mucho daño al partido, perder el tirón evidente que tiene Isabel, en vez de sumar y hasta sumarse al ‘ciclón Ayuso’. Critican que Casado no tenga la categoría personal y política para sumar votos y entusiasmo dejando que Ayuso se presente a la presidencia del partido en la Comunidad de Madrid, por miedo a que le haga sombra o tema que le quite la silla en el futuro.
Pablo Casado es el señalado por los defraudados, nada de Teodoro García Egea, voz de su amo. “Teo” es el brazo ejecutor, que por otro lado está dejando muchos heridos y muertos en las diversas comunidades autónomas.
Casado no ha de tener ninguna duda: Ayuso tiene más tirón que él, en estos momentos. Es una realidad. Empeñarse en cercenar su figura, limitarla o impedir que vaya en aumento, le perjudica al PP, y puede llegar a suponer que Pablo Casado no llegue a gobernar, por mucho que José-María Aznar le augurase que llegaría a gobernar, con una risita de “y yo no me equivoco”.
Casado debe pensar en el bien del PP, no en su carrera política. Le creo capaz de una cierta altura de miras, que no se deje llevar por la mediocridad de aparcar a las personas valiosas o que le puedan hacer sombra. Que no lo dude: si no llega a gobernar, el PP buscará otro líder.
Asombra que Pablo Casado fue elegido en unas primarias del PP, cuando era Soraya la candidata “oficial”. Y dio la sorpresa porque en el PP había ganas de cambio de personas. Y ahora Casado impide las primarias… porque sabe que puede ganar alguien distinto a quien él preferiría. Se ha quedado anticuado, monolítico y hasta vengativo con quienes apoyaron a Soraya.
Pablo Casado debe detectar que los tiempos han cambiado, y que el PP debe elegir a sus líderes, de acuerdo con los Estatutos, en el ámbito local, provincial y autonómico. Sin imponer ni asustar a los que quieran presentarse.
Una buena parte de los “defraudados” quieren valores en el PP, defendidos con sentido realista y compromiso real. Vida, familia, educación, cultura cristiana. Que el PP sea reconocible, que no se ampare en la mera gestión.
Un PP sin complejos, que ahora “toree” la legislación LGTBI y la imposición de la ideología de género –subrayo los términos IMPOSICIÓN e IDEOLOGÍA, porque casi nadie se atreve a criticarlas-, y un buen número de líderes del PP repiten como cacatúas el término “ideología de género” sin saber lo que supone, en vez de hablar de violencia machista o familiar. Da risa o pena, según se mire.
Y un PP que transmita a toda España que se cree la cooficialidad de las lenguas, porque en Galicia no se imponga el gallego como se está haciendo. Que el gallego se use como deseen, pero no imponerlo. Coherencia simple.
Pienso que Casado será presidente, porque Pedro Sánchez es un presidente nefasto. Pero que Casado no se siga equivocando.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.