Respeto al opinar
La muerte del Papa Francisco, que preveíamos cercana aunque no inminente, el pasado lunes 21 de abril, el funeral y los preparativos para el cónclave que elegirá a su sucesor, ofrece muchos ángulos, también el periodístico.
Pasados unos días me atrevo a apuntar alguna característica informativa, que desde luego requerirá un análisis más profundo dentro de un tiempo. También es cierto que un análisis más profundo necesita tomar nota de lo que ha sucedido estos días.
Falleció el Papa Francisco y no pocos “a bote pronto” de líderes de toda índole y colegas de los medios de comunicación nos inundaron. Es el riesgo del “a bote pronto”, de opinar de todo cuanto sucede. Por eso pudimos leer o escuchar algunas opiniones muy sensatas, y otras que cayeron en la descalificación más grosera y sectaria.
Me han preguntado cómo puede ser que no haya en algunos un mínimo respeto a la figura del Papa fallecido, y al dolor en la Iglesia y en los católicos.