Trato de favor o cacería
El cese de la directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García, tiene los dos ingredientes, a la vista de lo que vamos sabiendo. Todo apunta a un trato de favor y, a la vez, una cacería en toda regla de Sumar, Podemos o/y el colectivo LGTBI, que se opusieron a su nombramiento por su postura sobre algún aspecto de la ley trans.
La propia afectada ha hablado de cacería, y tiene todos los ingredientes de serlo. Sin desmerecer el trabajo periodístico de ‘El Español’, la información que se ha publicado apunta a esos orígenes evidentes. Haber proporcionado esa información a ‘El País’ hubiera podido acabar en la papelera: tiene otras prioridades, como los casos de posible abuso por parte de algún eclesiástico.
Ahora toca averiguar si ha habido trato de favor. La Generalitat Valenciana ya está investigando un contrato realizado por el anterior Consell, el de Ximo Puig, con la empresa vinculada a la hasta ahora directora del Instituto de las Mujeres.