Título original: “In good company”
Dirección y guión: Paul Weitz.
País: USA Año: 2004.
Duración: 109 min.
Género: Comedia dramática.
Intérpretes: Dennis Quaid (Dan Foreman), Scarlett Johansson (Alex), Topher Grace (Carter Duryea), Marg Helgenberger (Ann Foreman), David Paymer (Mortie)
Producción: Paul Weitz y Chris Weitz.
Música: Stephen Trask.
Estreno en España: 15 Abril 2005
SINOPSIS
Dan Foreman es un comercial de avanzada edad que ve peligrar su puesto cuando su empresa es comprada y un joven tiburón del márketing, Carter Duryea ocupa el lugar de jefe del departamento. Entre ambos se establecerá una curiosa relación en la que será un punto importante la dificultad de Carter para establecer relaciones con los demás, sumándose a esto la atracción que siente por la hija de Dan.
Buena comedia en la que Paul Weitz nos hace pasar un buen rato con una historia muy bien contada y con un elogio de la vida trabajada con esfuerzo.
Una elegante comedia grabada con buen estilo y mucho optimismo. Y no dejaré de lado el elogio evidente del buen hacer en el trabajo, el respeto en las relaciones, y la familia como el mejor núcleo en el que desarrollarse y vivir.
Excelentes son las interpretaciones del veterano Dennis Quaid y el jovencísimo Topher Grace, estrenándose como protagonista (co-protagonista, en este caso). Hacen verdaderamente creíbles sus personajes, a pesar de que el personaje de Carter pueda parecer algo irreal… pero no lo es.
Son muchos los mensajes que se nos lanzan desde la pantalla. El más evidente tiene mucho que ver con las relaciones interpersonales. Empezando por la relación que mantienen Dan y Carter, pasando por la que mantiene Carter con la hija de Dan y llegando hasta la que se da en la misma familia de Dan o en su trabajo, entre compañeros. En ellas destaca un factor común: sólo el aprecio y el respeto al otro pueden hacer que esa relación sea duradera y fructífera.
Y el otro evidente mensaje es la importancia de la familia para conseguir un buen desarrollo. Aquí se nos dan dos muestras: el dolor inmenso que siente Carter al tener que firmar el acta de divorcio y, sobre todo, la felicidad que Dan lleva en sí gracias a su familia, a pesar de los pesares, que son muchos, por supuesto.
Buen trabajo de Weitz en esta comedia que no se limita a hacer pasar un buen rato, sino que nos regala una elaborada y muy humana película. Por cierto, curioso que sea el mismo director que American Pie… muy curioso.