El día 19, se cumplieron 10 años desde que el Rey Don Juan Carlos aquejado de una frágil salud física y una aún más frágil salud política renunció a la corona en favor de su hijo Felipe que accedió a la Jefatura del Estado con muchas lecciones aprendidas de sus padres: el respeto a la Constitución, la contención política respecto a los tres poderes del Estado y -principalmente- la indispensabilidad de mantener una conducta privada ejemplar, un capítulo éste que al Monarca saliente le valió muchos de los problemas conocidos en su reinado.
Es evidente que las personas aprenden tanto de las virtudes como de los defectos de sus mayores. Don Felipe tuvo mucho que aprender en los 46 años que vivió como heredero de la Corona.
Las casi cuatro décadas del reinado de Juan Carlos I (1975-2014) no fueron tiempos fáciles para España. El Rey tuvo que ser reconocido como un buen demócrata pese a haber sido puesto al frente del país por el General Franco, tuvo que hacer frente al golpe de Estado del 23 F y tuvo que lidiar con siete presidentes tan diversos como Arias, Suarez, Calvo Sotelo, González, Aznar, Zapatero Y Rajoy con los que pudo integrar a España en las instituciones euroatlánticas -OTAN y UE- situando al país entre los más desarrollados y prestigiosos del mundo.
La transición monárquica de 2014 se hizo de forma tranquila pero ya desde los primeros meses de su reinado, Felipe VI comprobó que los tiempos no iban a ser fáciles para el país. El PP de Rajoy empezó a zozobrar frente a un PSOE liderado con un respaldo de votos decreciente desde que en 2014 Rubalcaba renunció a la Secretaría del partido y Sánchez se entrega en manos de separatistas catalanes y vascos, de filloterroristas y comunistas de Podemos, una agrupación que el propio Rubalcaba bautizó como la alianza Frankenstein, gracias a cuyo apoyo consiguió derribar a Rajoy con la moción de censura de 2017.
Felipe VI se verá así enfrentado a reinar durante un período que podría calificarse de decenio oscuro ya que los votos obtenidos por ERC y JXCAT junto con los de Bildu, PNV y Podemos/Sumar hace tambalear nuestra democracia teñida de concesiones a los golpistas para mantener a un gobierno cada vez menos socialdemócrata y más convertido en un 'sanchismo' social-comunista que lleva al país a momentos tan críticos como el 1-O de 2017, al valiente discurso del Rey denunciando la desleal conducta de los partidos separatistas catalanes, que enrarecieron el ambiente político y condujeron al gobierno a aceptar las exigencias de los golpistas cuyos votos le eran indispensables para mantenerse en La Moncloa.
La aceptación del indulto primero, seguido de la amnistía , el ambiente de corrupción en el entorno familiar del presidente Sánchez, enrarecen progresivamente un entorno en que el PSOE cada vez menos votado pero absorbiendo el poder Ejecutivo, el Legislativo y parte del Judicial (el Tribunal Constitucional, la Fiscalía General y el propósito de conquistar también el CGPJ), convierten al Rey, a los jueces a unos partidos en la oposición con demasiada frecuencia indecisos ante las astucias del sanchismo y a parte de los medios informativos en únicos garantes de la estabilidad constitucional del país.
Felipe VI no lo tendrá fácil, pero en sus manos y en el esperanzador futuro monárquico de la Princesa Leonor se encuentra el destino de nuestro país.
Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga es Master en Ciencias Políticas y Económicas y Derecho.
Diploma de Altos Estudios Internacionales. Embajador de España en Bulgaria en 1993.
Primer Embajador de España en Macedonia en 1995.
Embajador de España en Bruselas WEU en 1997, entre otros cargos.