La polémica va en aumento en Altura, a raíz de la decisión de la Consellería de Educación de que se imparta Islam en el único centro escolar que hay en la localidad, el colegio público “Virgen de Gracia”. Ayer, a última hora de la tarde, estaba convocada una concentración en Altura para protestar por esa decisión, con el acatamiento municipal, bajo el lema “la educación de nuestros niños/as no se impone”. Los padres lamentan que la decisión de impartir Islam no se haya llevado por los cauces establecidos y con la conformidad de los organismos educativos.
La Consellería ha decidido, a propuesta del imán de Castellón, que se imparta en Altura; en Almassora y Segorbe no salió adelante la propuesta, y todo parece indicar que en Altura tampoco se impartirá finalmente el curso próximo. La mayor parte de los ciudadanos no están de acuerdo, y no parece un buen modo de impartir una enseñanza religiosa contra el parecer de la sociedad.
Más de 13 padres han sacado a sus hijos ya del “Virgen de Gracia”. Los matricularán en Segorbe, o donde sea, pero no quieren cooperar ni soportar el abuso de poder. Los motivos de las protestas tienen origen diverso: no consultar a los padres, transparencia en el proceso de la decisión, considerar la religión musulmana como algo ajeno a nuestra cultura y que no respeta a la mujer, cierta provocación de elegir Altura por ser sede del santuario de la Cueva Santa –patrona de la diócesis-, oposición a todo tipo de enseñanza religiosa, saber si hay algún país musulmán que pague con fondos públicos la enseñanza de la Religión católica, y un largo etcétera. Como se ve, las quejas no tienen una misma raíz, pero ese precisamente esa suma de razones lo que hace inviable la decisión de la Consellería, precisamente a las puertas de las elecciones municipales y autonómicas: si el Islam en las aulas es parte del electoralismo de Compromís, tienen que pensarlo, ya que hasta electoralmente les puede costar caro.
La Consellería dice haber elegido Altura porque tienen un 22% de la población escolar de origen musulmán, y que es una experiencia “piloto”. Me acuerdo ahora de aquello de “los experimentos, con gaseosa”, no con la enseñanza de materias como la religión. Es evidente que el Consell no es nada amigo de que se imparta Religión –católica, porque ya se ve que fomentar el Islam le atrae- en las aulas, pero ahí están los padres, la ley, la libertad y los tribunales. Invocar el pluralismo para imponer autoritariamente el Islam es más que sospechoso y espero que se dé marcha atrás.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.