Se cumplen dos años del cierre de las residencias de la tercera edad en España. El Estado de Alarma no iba a afectar a todos por igual. Los ancianos fueron aislados, durante meses y meses no pudieron ver a sus familias, decenas de miles han muerto estos dos años a causa del coronavirus, y otros miles con síntomas compatibles.
Encima, se nos dice que son cifras en constante revisión, en función de los datos que aportan las comunidades autónomas. Algunos hablan de genocidio, o si se prefiere de gerontocidio. Unas residencias afrontaron mejor que otras la grave y desconocida epidemia. Sin embargo, en algunos lugares se descartaba ingresar en un hospital a un anciano por la edad, lo cual es una barbaridad ética y médica. Miles de ancianos no volvieron a ver a sus hijos y nietos, y hasta sin videoconferencias o llamadas telefónicas serenas y frecuentes. No se lo merecían. Una sociedad que trata así a sus mayores está enferma.
En estos dos años ha habido nuevas olas, confinamientos reiterados en las residencias. Se argumenta que hay que tener máximas garantías en esos centros porque hay un buen número con escasas defensas. No son pocos, sin embargo, los que han señalado que las autoridades no valoran el afecto como parte vital de su atención, incluso en su vertiente terapéutica, psíquica e incluso física.
Las autoridades no quieren tener problemas con las residencias de mayores. Por razones políticas y de comodidad, echar el candado es lo más sencillo para quienes toman las decisiones en despachos y son ajenos a la vida diaria de una residencia. Se adoptan decisiones de burocracia, se ocultan datos, no se facilitan razones. Las familias, resignadas y dolidas, siguen asistiendo a una gestión opaca de las conselleras Mónica Oltra y Ana Barceló. De los 1.054 que han fallecido por coronavirus en la provincia de Castellón ¿cuántos en las residencias? No hay modo de que lo digan, lo esconden. ¿Y cuántos en públicas y en privadas, de las 41 residencias que hay en la provincia?
La provincia de Castellón es la que mejor está de España ahora, alerta 1 por la pandemia. Hay un cúmulo de limitaciones en las residencias: límite de tiempo para visitas, distancia exagerada sin poder abrazar, no pueden tomar nada con las visitas, mascarillas, no pueden pasear con libertad acompañados. San José –Día del Padre- , Magdalena, días de familia y afecto ¡también para los ancianos en las residencias, y por parte de las familias! Un 10 al personal de las residencias; un suspenso a las autoridades, que se olvidan de las residencias o las condenan al hermetismo y al miedo.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.