Después de 16 años al frente de la Republica Federal de Alemania, Ángela Merkel dijo el domingo adiós a la política dejando a los alemanes y también a los europeos un tanto huérfanos. Poco a poco nos habíamos acostumbrado a que fuera ella la que mandara en la UE. Ya ni siquiera que lo hiciese el Eje Franco-Alemán, con un Macron en caída libre, solo nos quedaba el prestigio y la serenidad de la Canciller Merkel.
De su extensa biografia solo retendremos los siguientes trazos:
-Nació en 1955 en la RFA, hija de un pastor luterano que pronto fue trasladado a la RDA donde Ángela creció y estudió Ciencias Físicas.
-Se casó dos veces y mantuvo el apellido del primer marido ya que por entonces su nombre tenía ya una cierta notoriedad política. No tuvo hijos.
-Vivió siempre en un apartamento sencillo y sin servicio compartiendo con su marido las obligaciones domésticas.
-Fue reelegida Canciller cuatro veces hasta que en 2017, tras la cuarta reelección, anunció que en 2021 no se presentaría de nuevo, como así lo ha hecho.
-Fue Canciller durante el mandato de cuatro Presidentes o Primeros Ministros de cada país europeo o de los Estados Unidos. Ocho en el caso de Italia, Grecia y Bélgica. Y de tres Papas. Solo Putin y algún que otro Monarca se mantuvo tanto tiempo en el mando como ella.
-Carente de mayorías absolutas, tuvo la habilidad de pactar tanto con el SPD en grandes coaliciones como con los Verdes y los Liberales, alcanzando siempre gobiernos estables.
Aunque la gran ampliación de la UE con diez nuevos miembros se produjo en 2004, un año antes de que Merkel accediera al poder, puede decirse que fue ella la artífice de la nueva Europa ampliada a 28 miembros. Solo con dar un vistazo al mapa europeo se comprende el interés de Alemania por pasar de ser un país frontera con el Pacto de Varsovia a convertirse en centro geoestratégico de la Unión, rodeada de socios comunitarios y aliados de la OTAN. Quizá ese fue su mayor logro y el que le permitió convertirse en líder incontestado de la Unión.
El prestigio con que deja su cargo no puede ocultar que los 16 años en que Merkel estuvo en el poder fueron años convulsos en Europa y en el mundo. Fueron años en que se produjeron dos crisis económicas fortísimas arrancando en 2008 y en 2019. Fueron también los tiempos en que surgieron las turbulencias derivadas de la Primavera arabe con especiales repercusiones en Libia y Siria que conllevaron las migraciones masivas hacia Europa que Bruselas no supo administrar correctamente pese a los esfuerzos frustrados de Berlín.
En esos años comenzó la guerra en Ucrania, la absorción de Crimea por Rusia y la tensión de relaciones con Putin. Se materializó también en ellos el ascenso de China como segunda gran potencia mundial mientras que en los Estados Unidos se sucedían Presidentes -Bush Jr., Obama, Tramp y Biden- cada vez más aislados internacionalmente lo que llevó a la brusca salida de Afganistán y a sus incalculables consecuencias.
Son los años en que se produce la devastadora pandemia que Merkel gestionó correctamente lo que no libró al país de sufrir severas consecuencias, como la mayor parte de los países europeos y mundiales.
Fue, por último, el tiempo del Brexit, un precedente peligroso que podría tener efecto contagio y que está trayendo como una de las primeras consecuencias el nacimiento del AUKUS (Australia, Reino Unido y EEUU) para la defensa del Pacífico contra China, ignorando por completo a la UE y a la OTAN, organizaciones ambas que pierden peso y que sin duda producen la impresión de que Londres está obteniendo buena rentabilidad en su salida de la Unión.
En resumen, Europa y la UE están hoy bastante peor que lo estaban en 2005 cuando Merkel accedió a la cancillería alemana. ¿Cabe concluir, como consecuencia, que el largo mandato de la Canciller debe ser puntuado negativamente? No lo creo así. Por el contrario, debe ser juzgado como que Merkel llegó al poder en tiempos muy difíciles y solo gracias a su política razonable y moderada se ha logrado evitar que la crisis europea alcanzara dimensiones catastróficas.
Las elecciones del domingo 26 han dejado muy igualadas las fuerzas de la socialdemocracia del SPD de Olaf Scholz y los democristianos del CDU de Armin Laschet. La victoria de éste mantendría las cosas más o menos como están en Europa. La más probable victoria de Scholz, daría aire a las izquierdas europeas, entre otras la española, deteriorando aún más el escenario económico del continente.
Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga es Master en Ciencias Políticas y Económicas y Derecho.
Diploma de Altos Estudios Internacionales. Embajador de España en Bulgaria en 1993.
Primer Embajador de España en Macedonia en 1995.
Embajador de España en Bruselas WEU en 1997, entre otros cargos.