Venezuela ansía la libertad, se la ha ganado en las urnas, tras años de sufrimiento y sangre, para acabar con la dictadura chavista, y que Nicolás Maduro deje el poder. 

Edmundo González ha ganado las elecciones, bajo el liderazgo indiscutible y valiente de María Corina Machado, que en las calles de Caracas enardeció de nuevo a los venezolanos hace unos días con aquel “¡no tenemos miedo!”. Valiente siempre, María Corina tiene a sus espaldas años de lucha por la libertad, y pienso que lo va a conseguir, y pronto.

Son días muy tensos. Maduro que afirma no tener miedo a un enfrentamiento armado, para el que dice que cuenta con Nicaragua y Cuba. En la oposición, también algunos aluden a recurrir a las armas. 

¿Riesgo de guerra civil en Venezuela? Hace falta conocer muy bien la situación para responder a esa pregunta. Por supuesto que existe ese riesgo, cuando la mayoría de un país quiere un cambio de gobierno y un dictador se niega a reconocer los resultados electorales.

Maduro se aferra al poder, también porque sabe que, si lo pierde, su suerte puede ser la que no desea. Los dictadores tienen un mal final. Lo mejor que podría hacer ahora es irse en avión a Nicaragua o Cuba.

Conozco venezolanos en el exilio, en España. Salieron con su familia ante el deterioro de derechos humanos y de la economía en Venezuela. Pase lo que pase, muchos no piensan volver, porque se han situado en España y porque han de tener la seguridad de un cambio real en Venezuela. 

También conozco españoles que han trabajado en Venezuela, y hablan de una Venezuela que conocieron próspera, lamentando lo que está sufriendo el pueblo venezolano. El petróleo venezolano, su gran riqueza… y el misterio actual.

Pese a tener una alta tasa de natalidad, Venezuela al mismo tiempo presenta la mayor tasa de emigración de toda la región. En 2009, se estimó que más de 1 millón de venezolanos habían emigrado desde que Hugo Chávez llegó al poder. La emigración a gran escala aún continuó y se incrementó durante la presidencia de Nicolás Maduro, estimándose que desde 1999 unos 6,5 millones de venezolanos han abandonado el país. 

Venezuela tiene casi el doble de superficie que España, y ahora unos 28 millones de habitantes. Con gran riqueza petrolera, resulta más que sospechoso el deterioro económico del país y genera mucha preocupación su futuro.

Me llegaron informaciones estos años de que bastantes venezolanos iban sacando dinero de su país, y comprando pisos céntricos y caros en Madrid. Parece que venezolanos de uno y otro signo político. La gente ha ido emigrando y sacando el dinero.

Espero que haya pronto relevo en la presidencia, sin violencia, y que Edmundo González sea presidente. Pero también me preocupa “el día después”, cómo se va a encontrar el país, la distribución de la riqueza.

Tal vez no tenga mucho que ver, pero me viene a la memoria el caso de Nicaragua. Estuve allí unos días en 1999 por razones profesionales. Hablé con mucha gente. El sandinismo había sido derrotado. Violeta Chamorro, presidenta. Era una apariencia: Daniel Ortega volvió a gobernar en 2006, porque el país se lo habían repartido los sandinistas antes de perder el gobierno entre ocho o diez personas, como me afirmaron entonces, y luego se ha comprobado.

Y ahí tenemos a Ortega en Nicaragua, con 79 años, con el peso inmenso que según parece tiene su mujer, Rosario Murillo en ciertas decisiones, como la expulsión de eclesiásticos: otra dictadura, con enriquecimiento personal, inhabilitación de partidos políticos y un control familiar de las instituciones.

No se puede dejar a Venezuela sola, necesita el apoyo internacional, a todos los niveles. Si se permite una dictadura, ¿dónde está la eficacia real de las instituciones internacionales, las organizaciones de todo tipo, el apoyo de otros países?

Las dictaduras tienen gran poder de propagación: hoy es Venezuela, pero otro país puede sumarse a la lista. Hay muchos resortes internacionales, los había en estos años, y se ha permitido el expolio de Venezuela. Habrá que analizarlo, una vez logrado el relevo en la Presidencia.