Considere que un buen día se despierta y se da cuenta de que ha tenido una pesadilla. En este caso, Ud. era propietario de una pequeña plantación, y ha soñado que toda la producción agrícola de la misma está en el árbol, pendiente de cosechar y comercializar, y sin embargo, nadie se la compra, porque Europa ha decidido abastecerse en países terceros, a los que paga precios irrisorios y no tiene por qué pagarle a Ud. precios europeos. En consecuencia, en su sueño, ve como los frutos se pudren colgados de los árboles. Igualmente visualiza cómo sus hijos están en el paro, porque tampoco hay fábricas, ni otros sectores productivos, porque toda la producción se ha trasladado a China. En ese preciso momento, llega a darse cuenta de que millones de españoles están igual que Ud., es decir, arruinados.
En su pesadilla, imagina una flota de megacontenedores llegando a los puertos españoles, desde China y cualquier otro país tercero, con todo tipo de productos, copando todos los mercados con sus precios sin competencia. Esto le confirma que su vida económica ha acabado. Ya no es nadie. Puede quemar su campo. Incluso puede suicidarse (en España hay 4.000 suicidios al año, tampoco sale en televisión). Los bancos ya no le van a conceder ningún crédito. Puede hacer lo que quiera excepto seguir cultivando sus tierras.
Se siente mareado por esta situación y se le ocurre poner la radio. En ese momento escucha a gente insultando a los creadores del antiguo imperio español, llamándoles genocidas. Concretamente, se están ensañando con Hernán Cortés. Estupefacto, se da cuenta de que no se habla del hecho de que cuando Cortés llegó a México, los indígenas se comían a sus vecinos, practicaban el canibalismo, esclavizaban y hacían sacrificios rituales con niños que raptaban en las aldeas, entre otras lindezas. Por increíble que parezca, nadie menciona el hecho de que Cortés llevó la civilización a este mundo entonces salvaje. Los valores cristianos introducidos por los misioneros españoles, cambiaron para siempre a aquellas gentes e introdujeron América en el mundo. En concreto, Cortés sembró lo que conocemos hoy como México. Sin embargo, Ud. no oye ningún reconocimiento respeto de todo esto, solo ataques y más ataques.
En un momento de la tertulia, uno de los participantes pretende, tímidamente, defender nuestra historia, e inmediatamente es tildado de “facha” y “fascista” por el resto, convenientemente adoctrinados, haciendo que el contertulio rebelde rectifique inmediatamente, temeroso de que se le quede el sambenito y se le condene al ostracismo, a la oscuridad más absoluta.
En el sueño, a este programa sigue otro de un naturalista inglés que insiste, obsesionado, en la idea de que el hombre es incompatible con la naturaleza, con el mundo. Que el verdadero problema que tiene el planeta Tierra es el hombre, son las personas. Ud. está horrorizado, es una visión malthusiana tan irreal como peligrosa; piensa que si concebimos a las personas como “la peste”, que es en definitiva lo que se pretende, podemos fácilmente llegar a la conclusión de que lo que tenemos que extinguir son ciudadanos… con las consecuencias que nos podemos imaginar. Y precisamente, es lo que propone el siguiente interviniente, un tal YUVAL HARARI, que manifiesta que según sus estudios el verdadero debate de este siglo XXI es si las personas son necesarias en el futuro de la Tierra, ¿PARA QUÉ NECESITAMOS A TANTAS PERSONAS?, se pregunta Harari, al parecer en la plenitud de su lucidez. ¿Para qué necesitamos a tantos humanos? “Es una raza inútil”, se responde así mismo. A preguntas del moderador, el cual parece aterradoramente convencido de sus palabras, contesta que sin embargo, es mejor en la actualidad mantenerlos con vida, calmados mediante drogas y entretenidos con videojuegos, y la audiencia suelta un suspiro de alivio. De momento no hay exterminio.
Más adelante, en otro programa, se promociona el aborto para niñas de 16 años, que, por supuesto, no tienen por qué pedir autorización paterna por algo que deben poder hacer ellas solas, aunque todavía no tengan edad para votar, olvidando que 100.000 españoles son todos los años asesinados sin preguntarles, sin poder haber nacido, en España; un país con una tasa de natalidad que nos lleva directamente a la hecatombe poblacional (otro dato del que nadie se acuerda).
En el siguiente programa se habla de las nuevas oleadas de inmigrantes africanos. Los contertulios alaban las invasiones. No pasa nada, al parecer, son mejores los extranjeros, preferiblemente si vienen de África. Estos tienen derecho a ocupar el país, llegar a miles, y a todo tipo de pagas, al contrario que nuestros conciudadanos que lo mejor que podrían hacer (es lo que se deduce de las palabras de alguno de los intervinientes) es desaparecer ya.
Siguen con otro tema: la mujer, como víctima de género, protagonista de la siguiente noticia. Según se relata, ha sido abusada históricamente por el varón. Lógicamente, se dictó una Ley de Violencia de Género, según la cual, para no cometer equivocaciones, el hombre siempre es culpable, de forma que por primera vez en la historia uno es condenado por su sexo. Las penas por ser varón se incrementan exponencialmente, de forma que lo que antes sólo se consideraba una falta ahora ya es delito.
En el siguiente espacio, se cita a la Iglesia Católica. Si Ud. es de los que creen que la Iglesia es la que nos ha permitido en dos mil años, sembrar en la sociedad los valores cristianos, quizás los más avanzados del mundo, la base de la civilización occidental, también se llevaría una sorpresa, dado que en el programa se la mancilla de forma inmisericorde, definiéndola como una especie de foco de pederastas, con la clara intención de desprestigiarla, humillarla, hundirla y destruirla.
En el espacio siguiente, se da a conocer la medida de que ya no hace falta estudiar en las escuelas por que, evidentemente, si estudian, los alumnos podrían salir rebeldes y aprender algo que resultara inconveniente. Se pretende que los alumnos pasen de cursos con todas las asignaturas suspendidas. Se intenta eliminar las asignaturas de humanidades, las más formativas. Ud. se echa las manos a la cabeza, piensa que cualquier avance social, descubrimiento, mejora, récord, invento…es fruto siempre de la excelencia, del esfuerzo, del rigor, de la disciplina, del trabajo. Todo esto, sin embargo, queda proscrito, se persigue, y se empodera la vulgaridad, la ordinariez, la mediocridad, la pobreza…
Se habla mal de la familia, como un heteropatriarcado dictatorial milenario, que hay que destruir a toda costa. Se persiguen los valores familiares; al mismo tiempo que se consagran y ensalzan “otras” familias, las supuestamente de “verdad”, compuestas de personas del mismo sexo, las desestructuradas… Ud, sigue sorprendiéndose; incoherentemente, se ataca la familia y luego parece que no admitamos nuestra tasa de natalidad, cuando esta es imposible de recuperar si no protegemos el único “nido” en el que ésta puede prosperar y ser posible.
En el siguiente programa se fomenta la vagancia. Se entregan pagas a los ciudadanos que no trabajan, de forma que les sale a cuenta el continuar en esta situación, al mismo tiempo que se les facilita el consumo de drogas y el ocio mediante el entretenimiento con videojuegos y películas. El tema es que no molesten. Consecuencia: se crea una sociedad de “indecisos” en la que, por increíble que parezca, es el trabajo el que es penalizado con todo tipo de impuestos abusivos, cada vez más fuertes, tipo IRPF, impuesto de sociedades, impuestos al patrimonio, a las herencias, IVA…
Finalmente, parece que se ponen de acuerdo en perseguir a los heterosexuales a los que se acusa de maltratadores, violadores y delincuentes; y se promocionan a los homosexuales, elogiando sociedades dedicadas a tal fin como la LGTB, estableciendo días para hacer publicidad de ésta y fiestas y cabalgatas que aparecen en todos los mass media, dejando claro lo estupendo que es ser gay, y lo repugnante que es ser hetero, dado que, al parecer, es otro foco de violadores, asesinos y dictadores.
Mientras tanto, se anima a los ancianos que escuchan el programa para que acudan a su centro médico, pues es motivo de alegría el que la eutanasia ya está legalizada y de esta forma pueden poner fin a su penosa situación mediante los mecanismos adecuados, y como se suele decir, “dar un paso atrás”, o “quitarse de en medio”, como se prefiera, con toda comodidad.
De repente, Ud. se despierta y se da cuenta de que toda la pesadilla es real y tiene la completa certeza de que nos encontramos próximos a nuestra extinción, como cultura y sociedad.