El PP va lanzado preparando su vuelta al poder. Sabe que su caladero de votos está en parte de Vox, en desencantados estos años del PP y en una pequeña parte de los socialistas avergonzados por la corrupción, aunque de estos socialistas desencantados habrá que ver los que se abstienen y los que votan a otro partido de izquierdas.

En el XX Congreso Nacional del pasado fin de semana el PP ha recuperado la expresión “humanismo cristiano”. En la Ponencia Política aprobada destaca que sus valores “nacen del humanismo cristiano: la dignidad de la vida humana, la libertad, la responsabilidad, la justicia, la igualdad, la solidaridad y el carácter subsidiario del Estado. El Estado debe estar allí donde la persona y la sociedad organizada no pueden llegar y no debe aspirar a reemplazarlos”. 

Más clara está siendo la presidenta del Gobierno italiano, Giorgia Meloni, apelando a sentirnos orgullosos de la cultura occidental, que se nutre de la griega, la romana y la cristiana, en contra de la cultura woke y de la cancelación. Y yo añadiría: en contra de los complejos y de los sectarismos creados e impulsados desde cátedras señaladas y con un plan de financiación. 

Surge la duda de si es mera operación estética o electoralista la inclusión del PP. En toda la legislación de estos años contra ese humanismo cristiano –familia, vida, educación, etc.-, cuando ha gobernado el PP no ha tocado nada de las tropelías aprobadas por los socialistas. El PP tiene un problema de credibilidad, aunque es cierto que la corrupción socialista le puede dar el poder aunque el PP no haya recuperado credibilidad.

Llegará el momento de la verdad y surgirán voces que piden “frenar”, alegando que la mayoría de la sociedad quiere esa legislación. Los socialistas aprobaron la eutanasia sin preguntar a la sociedad, sin abrir un debate serio. ¿Seguirá el PP con esa ley sectaria y dictatorial, al margen de la sociedad? Potenciar los cuidados paliativos es imprescindible.

¿A qué se compromete el PP con ese humanismo cristiano? Que las mayores de 16 años puedan abortar sin consentimiento de sus padres ¿se replantearía? Respecto la ideología de género, ¿alguien está pensando cómo impedir que inunde las aulas escolares, como si fuera un dogma, en libros y programas? 

Una cosa es el respeto a los gays, y otra cosa muy distinta difundir esa orientación sexual y fomentarla públicamente por los líderes del PP. Nos llegan a todos auténticas barbaridades educativas en las aulas, con niños de 4 años, de 6, en materia sexual, y hay una lamentable inacción. ¿Van pensando en el PP?

Si apuestan por la libertad, es viable una mayor enseñanza de la Religión a petición de los interesados. ¿Y la enseñanza de otras religiones, en qué condiciones? También la libertad tiene muchos agujeros actualmente en la legislación escolar, como la persecución a la enseñanza diferenciada ¿cambiaría algo?

La familia tiene muchas urgencias. ¿En qué piensa el PP para fortalecerla, con medidas fiscales, fomento decidido de la natalidad –que hasta el PSOE ve urgente, pero no pasa de la teoría-, operaciones transgénero con financiación pública, es decir, con mis impuestos?

El 83% de los fetos con síndrome de Down son abortados, con la ley actual en la mano. A algunos pocos que nacen, con el tiempo, les otorgan premios en galas y aniversarios, por su inclusión laboral o espíritu de superación. Me parece hasta cruel, y no sé qué le parece a quien defienda un humanismo cristiano.

El deterioro moral, en un amplio abanico, durante los gobiernos de Zapatero y de Sánchez, es inmenso. Si el PP invoca el humanismo cristiano, ha de plasmarse en cambios. Ha de tener un plan, un calendario, como lo ha tenido el PSOE siempre que ha llegado al poder. 

Desde luego, teniendo en cuenta el control mediático por parte de ideologías contrarias al humanismo cristiano, el PP no debe desvelar todos sus planes, porque la campaña, también en las calles, sería inmensa. Ha de hacerlo con habilidad, con prioridades, midiendo los tiempos, pero siendo coherente en sus planteamientos y en sus decisiones con esa defensa del humanismo cristiano. No todo vale por los votos, tampoco para el PP.