La Navidad tiene un sentido de paz, alegría y solidaridad, con unas raíces y tradición lógicamente católicas. Juzgue el lector dos hechos sucedidos en la provincia de Valencia, que tienen como común denominador decisiones de dos cargos de Compromís.
El concejal de Movilidad de Valencia, Giuseppe Grezzi, prohibió una marcha motera solidaria en beneficio de los niños con cáncer, repartiendo juguetes y artículos de primera necesidad. Se había celebrado otros años, con participación de cientos de moteros. Grezzi alegó que causaba problemas de tráfico. Se iba a celebrar el pasado domingo, 17 de diciembre. La teniente alcalde socialista Sandra Gómez alucinó con esa decisión de su compañero de consistorio, que no de partido, y confiaba en que se daría marcha atrás, pero no fue así. Los moteros, apoyados por la Policía Local y el sindicato CSIF hicieron la marcha motera en calles menos céntricas, mientras unos y otros lo comparaban con la cabalgata de las Magas, que se celebrará el domingo 7 de enero, partiendo del Parterre, siguiendo por la calle La Paz, calle San Vicente y plaza del Ayuntamiento ¡en el primer domingo de Rebajas! El resultado es que la marcha motera se hizo, y con una participación que prácticamente dobló la de años anteriores: hubo casi 1.000 moteros. Grezzi logró indignar a PSPV, moteros, Policía Local, CSIF y, sobre todo, a las familias de niños que padecen cáncer.
Vamos a Xátiva, en la inauguración del belén más grande de España: 1.600 metros cuadrados. Los casi 13.000 visitantes echaron en falta el sábado 16 de diciembre que faltaba una figura importante, el ángel de la Anunciación. La concejala de Compromís, Pilar Gimeno, justificó la decisión que no el “olvido” diciendo que hay diferentes religiones. Los vecinos de Xátiva, los partidos, instituciones religiosas y un largo etcétera, alucinando por la decisión de la concejala. Visto el revuelo, ayer el alcalde Roger Cerdà (PSPV) ordenó que se colocara el ángel.
En ambos casos, dos concejales de Compromís han tomado decisiones polémicas, sectarias, que hasta sus compañeros socialistas de gobierno municipal han rechazado. Navidad trae un mensaje cristiano, goza de una tradición, remueve la solidaridad, y ambos concejales toman unas decisiones – ¿pensarán que les da votos actuar así? polémicas. Por mi parte, sólo me queda desear a Grezzi y Gimeno feliz Navidad, y que tengan más sentido común y menos sectarismo en el futuro.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.