Es una aberración que el presidente de la gran nación española sea elegido por los mismos que desean destruirla como estado y como nación. Solamente una ambición política sin límites éticos, enloquecida o enfermiza, desmedida, podría explicarlo. Es el caso más insólito y más grave de nuestra historia política. En este caso el elegido presidente es un niño bien. Así define el dicho popular a los jóvenes pertenecientes a familias acomodadas, de alta cuna (perdón Cecilia por copiar este pequeño fragmento de tu canción), Su padre es un reputado economista que dirigió muchas empresas y estaba muy vinculado a los altos poderes financieros. Su madre, abogada y funcionaria con destinos muy relevantes en la Seguridad Social. Vamos, que el ambicioso Pedro no tuvo que sufrir las carencias y los agobios económicos de muchos jóvenes de su generación para forjarse un futuro profesional estable. Ese flanco lo custodiaban y garantizaban celosamente los papás. No sé lo que opinaría Alfonso Guerra al respecto. Digo Alfonso, porque él, hijo de un modesto empleado de la fábrica de armas, si que tuvo que abrirse paso por sí mismo, en un duro y angosto camino desde la Universidad Laboral de Sevilla.
La licenciatura en Ciencias Económicas y Empresariales, Sánchez la obtuvo en el elitista y privado Real Centro “Maria Cristina” del Escorial que regentan los Padres Agustinos, adscrito a la Universidad Complutense. En su preceptiva declaración al Congreso solo consta que es licenciado por la Complutense. Naturalmente, un progre como él no podía reconocer oficialmente que había estudiado la carrera en un centro privado regido por si faltaba poco, por frailes. En el IESE de Navarra obtuvo el master en el Liderazgo para la Función Pública”. Llama la atención que este apasionado y fanático adalid contra la enseñanza concertada y contra la Iglesia se haya formado en prestigiosos centros privados. Quizás por ciertos complejos y para contrarrestar esta imagen carcunda declaró rotundamente -por cuatro veces- al periodista Risto Mejide en una entrevista televisiva en la Cuatro: “Soy ateo. Soy ateo. Y creo que la Religión no debe de estar en las aulas“. En buena lógica con su ideario quiere eliminar el carácter evaluable de la asignatura de Religión. Es el primer presidente español que se manifiesta de una manera tan agresiva sobre sus creencias No se conforma con decir que es agnóstico o simplemente no creyente, lo cual sería muy respetable. Ateo, ateo a secas, como una expresión ciega y beligerante de su radicalidad. Rubricó esta postura al prescindir en su toma de posesión de los símbolos religiosos. En la medida que otras reformas radicales no contenten a sus aliados podemitas o de la extrema izquierda utilizará otros recursos más rentables (revisión del concordato, supresión de los llamados privilegios de la Iglesia (`¿qué privilegios señor Sánchez?, como se nota que vd. no ha visitado nunca un centro de Cáritas.), secularización del Valle de los Caidos, el derribo de su monumental cruz, etc.) Un breve adelanto de esta filosofía hemos podido comprobarlo en las medidas adoptadas por Compromis y con la bendición de Ximo Puig en la Comunidad Valenciana, donde los tribunales reiteradamente han vetado la supresión de los convenios con centros concertados (Pese a las desfasadas veleidades de estas gentes la realidad se impone: por ejemplo, muchos codazos entre Ximo Puig y Mónica Oltra por exhibir protagonismo ante las cámaras en el recibimiento a las pobres gentes del “Aquarius” y al final lo de siempre: Cáritas, ausente en el posado fotográfico para los medios de comunicación social, al final ha tenido que hacerse cargo en sus albergues de la asistencia humanitaria de estas pobres gentes. Como siempre)
La tesis doctoral de Sánchez fue defendida en la Universidad “José Camilo Cela”, cuyo rector, Rafael Cortés Elvira era un destacado miembro del PSOE. Tardó dos años en redactarla, plazo inusualmente breve. para elaborar un trabajo científico de cierta entidad y calidad. Lo normal, según los redactores de la revista digital “Vox Populi”, es que el plazo sea mucho más largo. Llama la atención, según los redactores de la revista, es la dificultad de consultar la tesis. Está guardada bajo siete llaves. En las numerosas reseñas biográficas raramente se cita su doctorado, cuando si aparecen algunas titulaciones menores. No tengo mas datos sobre este tema y no puedo dar una opinión definitiva. Dada la especial sicología de nuestro personaje no me extrañaría que trate de disimular la poca calidad de su investigación.
Por las informaciones facilitadas por el periodista Luis Herrero sabemos que antes de que se lanzarse a la locura traicionera de la moción de censura consultó a los independentistas y a los podemitas sobre cual era el precio exigido para contar con sus votos. Desgraciadamente, ya lo vamos sabiendo. El primer objetivo sería propiciar un clima de diálogo y distensión que disipara los recelos surgidos por la aplicación del artículo 155. Este objetivo lo ha cumplido a rajatabla, sin ningún rubor y sin nada que demostrara cierta dignidad. Lo hemos visto con la humillante y degradante bajada de pantalones ante los separatistas catalanes y vascos. En el enfrentamiento que nuestro embajador Morenés, defendiendo a España, mantuvo con Torra en Washington, brilló por su ausencia la voz de Pedro Sánchez. Quien dio la cara fue el ministro Borrel (¿hasta cuando aguantará en su fingida posición de guarda espaldas de un atrevido político irresponsable?) Ha dejado al Rey desprotegido, se ha puesto de perfil frente a las insolentes amenazas y groseros insultos del fanático Torrá y de otros separatistas. Ignora que el artículo 64 C.E. hace recaer en el Presidente la responsabilidad refrendaria de los actos del Rey. Ya sé que puede ser opinable su aplicación estricta en este caso. Pero basta con saber el contexto y el motivo de la intervención real ante la rebelión catalana, que tanto ha irritado a los separatistas catalanes para que Pedro Sánchez, por obligación de su cargo, por sentido común y en último extremo por patriotismo, y por exigencia moral no dejara sólo al Rey frente a las amenazas y el odio de los separatistas catalanes, circunstancia que no ha pasado desapercibida para una mayoría de los españoles, entre ellos destacados socialistas como Alfonso Guerra y Juan Carlos Fernández Ibarra. Este último criticó con acidez en la tercera página de ABC el encuentro bilateral (sic) entre Sánchez y Torrá.
Sus aliados, para mayor afrenta, le están recordando en cada momento el importe de la deuda contraída y de su dependencia para continuar en la Moncloa. El repelente y torvo Tardá ha sido bien explicito: o referemdum de autodeterminación o se rompe la baraja. Por su parte intentará esquivar el compromiso con pagos parciales, a plazos: el indulto de los rebeldes, excarcelación, llevar a sus extremos una interpretación agresiva de la Memoria Histórica con la aberrante Comisión de la Verdad (¿qué verdad, la de la rebelión de Asturias, la declaración del Estat Catalá de Companys, la del asesinato de Calvo Sotelo, la de Paracuellos, la el oro de Moscú, la del asesinato de Andreu Nin. ¿Qué Verdad señor Sánchez?) Y cuyo único objetivo es la venganza y el enfrentamiento inevitable entre los españoles, hecho terrible que a este temerario sujeto le trae sin cuidado. Lo que pretende es seguir en la Moncloa a toda costa y para ello utilizará todos los medios a su alcance: incremento del déficit hasta el 2,7 del PIB según la ministra Nadia Calviño y sustanciosos aumentos de impuestos a empresarios y bancos, y otros impuestos que irán vaciando nuestros bolsillos.
El punto más sensible del compromiso de Sánchez con los separatistas, pronto lo veremos, es el solicitado Referéndum pactado sobre el mal llamado derecho a decidir y una reforma constitucional para incorporar al texto.. De momento nos hemos enterado que en la reunión con Torrá Pedro Sánchez presumió de su concepto de la España plurinacional con cinco naciones (España, Cataluña, Galicia y País Vasco) que, de entrada, ya ha provocado la irritación del socialista Lambán y el malestar de muchos aragoneses. Por cierto, este chico no debe de saber muy bien en que consiste jurídicamente este tipo de estado. La idea está muy divulgada por Pablo Iglesias que a su vez la copió de la tesis doctoral de Iñigo Errejón Galván, sobre el estado plurinacional de Bolivia y la convirtió en doctrina oficial de Podemos. (Estas gentes carentes de ideas originales son felices copiando a terceros, Iglesias le copia a Errejón y Pedro Sánchez a Iglesias y para colmo sabemos que la reforma lingüística de la Constitución solicitada por Carmen Calvo a la Real Academia Española, está copiada de la Constitución Bolivariana de la Venezuela de Hugo Chaves.
Dice con cierta guasa el periodista Luis María Ansón, que Pedro Sánchez es muy pobre en lecturas Si no lo fuera sabría que las conclusiones plurinacionales de la tesis de Errejón sobre Bolivia, un país con 36 tribus o etnias (algunas de ellas casi prehistóricas), con muy poca y reciente historia, 46 lenguas nativas además del español que es idioma predominante y oficial no se pueden aplicar tan a la ligera a la España cuyo nombre Hispania ya lo recibe de Roma.
A breves rasgos, Hispania hereda de Roma el latín, el derecho y una civilización que fue el sedimento de la gran nación que fue y para mal de muchos sigue siendo España En el siglo VII san Isidoro de Sevilla, uno de los grandes intelectuales de su época ya dejo escrito su concepto de España. “Tú eres, oh España, sagrada madre (…) la más hermosa de todas las tierras que se extienden desde Occidente hasta la India”. Este legado lo recogieron los españoles que durante siete siglos lucharon desde las montañas de Asturias para recuperar la llamada silla vacía de los godos, la bella patria de San Isidoro. En el año 1212 el día 16 de julio, hace casi 800 años, la coalición cristiana inspirada por el rey Alfonso VIII vence a los almohades en la llamada batalla de las Navas de Tolosa. El Papa Inocencio III declaró el carácter de cruzada de la lucha contra el Islam. Esta batalla (“Santiago y cierra España”) en la que participaron numerosos cruzados europeos según los historiadores es la batalla decisiva contra el Islam. La lucha continuaría hasta la conquista de Granada por los Reyes Católicos. El 7 de octubre de 1571 tuvo lugar la batalla de Lepanto donde Cervantes se convirtió en caballero mutilado por la amputación de un brazo. Si no hubiera sido por la acción decisiva de España contra el Islam hoy nuestras hermosas catedrales europeas serían minaretes y las mujeres serían esclavas de sus maridos.
Aquella España descubrió América, el océano Pacífico y de su Imperio dijo el católico rey que “nunca se ponía el sol” Imperio español que hoy pervive culturalmente en 22 naciones y en 572 millones de hispano hablantes.
En la constitución de 1812, por inspiración de la Revolución Francesa, la soberanía real se transfiere al pueblo español en su conjunto. Esta soberanía real es la de todos los españoles. Si Pedro Sánchez conociese la historia de España sabría algo sobre la revolución cantonal del mes de febrero de 1873. Aquello fue un autentica orgía, una bacanal, en palabras del fallecido profesor Antoni Jutglar. España no desapareció como nación por la intervención del ejército.
Pedro no aprende.. Es obcecado y temerario. Ya no se acuerda o no quiere acordarse de su dimisión forzada por el Comité Federal la llamada noche de los cuchillos largos del 1 de octubre del año 2016. ¿Y por que sus compañeros le forzaron a dimitir? Porque no acató las instrucciones del Comité Federal de no dialogar ni pactar con los independentistas y a sus espaldas hacía todo lo contrario. Les engañó. La postura del presidente socialista de Asturias y del mismo comité federal Javier Fernández, fue muy nítida respecto a las intenciones de Pedro Sánchez.. “Ningún estado federal se define como plurinacional. “La idea del estado plurinacional no es nada.”. Cuando Sánchez realizó su campaña para recuperar la secretaria general acusó a la comisión gestora y al mismo Javier Fernández de ayudar a Rajoy en contra de los intereses socialistas. Hace aproximadamente 2.060 años en Roma se vivían ciertas convulsiones e inestabilidad política por la ambición desmesurada de Catilina lo que motivó que Cicerón le interpelase en el Senado con aquellas celebres palabras: .. ¿“Quosque tamdem abutere Catilina patientia nostra”?… Hasta cuando Pedro Sánchez abusará de nuestra paciencia, nos preguntamos muchos españoles. La respuesta la tenemos en unas próximas elecciones generales.