Eliseu Climent, un vividor del catalanisme

“Pretendre fer d’un valencià obligatòriament un català, seria la manera de fer-lo mes espanyol”, Josep Pineda (independentiste català exiliat). Este anàlisis no ho va tindre que assimilar Jordi Pujol quan deposità tota la seua confiança en qui havia eixit en la seua defensa quan el van empresonar en 1960 per la seua implicacio en els successos del Palau de la Musica, Eliseu Climent.

No boicotear los productos catalanes

No estoy de acuerdo con el presidente de Freixenet de que la marca Barcelona está muerta. Está herida gravemente: todos podemos agravar la situación o ayudar a paliarla.

Tal vez José-Luis Bonet, presidente de Freixenet y presidente de la Cámara de Comercio de España, ha buscado una afirmación más contundente para precisamente ayudar entre todos a resolver la grave situación creada por el independentismo catalán, la DUI y los hechos que todos sabemos. Pero si algo está muerto, no hay nada que hacer: si está herido, hay esperanza.

Bonet ha hecho estas declaraciones tras perder Barcelona la sede de la Agencia Europea del Medicamento, y ha vuelto a recordar que él planteará a Freixenet lo mejor tras los resultados del 21-D. Puede ser la empresa número 3.000 que se traslada de Cataluña, cifra a la que ya nos estamos acercando.

Una madre de familia española en defensa de la intimidad familiar

Recojo a continuación el testimonio de una mujer madrileña, madre de tres hijos, en defensa de la intimidad familiar, quien por la gravedad del tema, presentó un recurso a consecuencia de la campaña a favor del uso del preservativo de noviembre de 1990.

“Tengo tres hijos: dos chicas de dieciséis y un chico de catorce. Desde que me casé he vivido prácticamente fuera de España, a causa del trabajo de mi marido. Primero estuvimos dos años y medio en Estados Unidos, concretamente en Nueva York donde nació mi hijo; luego nos fuimos a París, donde estuvimos tres años. Más tarde a São Paulo; y los últimos seis años los he pasado en Londres. Hace sólo unos meses que vivo de nuevo en España.

Todas mis amigas me decían antes de venir: “Pero ¿cómo se te ocurre volverte de nuevo a España ahora, en la edad en la que están tus hijos? ¿No sabes cómo están en España algunos ambientes…? Es mejor que esperéis a que crezcan y sean mayores….”

Entre la gaita y la lira. Semblanza breve

En el mes de febrero del año 1949 participé en un curso nacional del Frente de Juventudes celebrado en el albergue de Montañana (Zaragoza). Allí acudimos unos doscientos jóvenes cuyas edades podrían oscilar entre los quince y los diecisiete años. Recuerdo con particular agrado a un afiliado de Sabadell que se distinguía por su elegante uniformidad, su carácter afable y reposado y por las polémicas que manteníamos con él acerca de la categoría filológica del catalán. (¿el Catalán, una lengua ó el catalán, un dialecto? Todo lo más un simple dialecto). Pobres de nosotros, con el cortito bagaje intelectual de unos estudios primarios recién terminados, en la mayoría de los casos y ya nos gustaba polemizar con cierta osadía sobre la naturaleza filológica de tan bella lengua. En mi primer contacto con los catalanes me llamó la atención el exquisito y elegante acento de los gerundenses y especialmente el catalán hablado en el Ampurdán.

Memoria y olvido

Uno de los propósitos de la imposición cultural catalanista a los valencianos es la aniquilación de la memoria histórica y lingüística: el olvido de lo propio bajo el pretexto de formar un todo. En otras palabras, los catalanistas pretenden aniquilar la lengua valenciana desde la unidad lingüística para así dotarla de un cariz de universalidad que les garantice la subsistencia del catalán. Tratan de imponer en todos los estamentos valencianos modelos culturales ajenos como propios, con el objetivo de borrar nuestro pasado para que asumamos otra realidad y, con el tiempo, conseguir el olvido de lo propio.

Bourdieu y Wacquant (2001) decían: “El imperialismo cultural reposa sobre el poder de universalizar los particularismos vinculados a una tradición histórica singular haciendo que resulten irreconocibles como tales particularismos”.

Oltra castiga a las familias

Mónica Oltra, consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, ha cumplido con los negros presagios sobre su actitud sobre la familia, nadie puede decir que es una sorpresa. Lo que el PP acaba de decir es cierto: “cero euros y cero propuestas a las familias valencianas”. Oltra tiene otras prioridades, para perjuicio de las familias, que es como decir para el perjuicio de todos, pues la familia es pilar básico de la sociedad

La marginación de la familia es más que elocuente. Oltra suprimió la Dirección General de la Familia, no le interesa favorecer la natalidad, pese a los alarmantes datos de envejecimiento de la población. No se plantea medidas que ayuden a conciliar la vida laboral y familiar. Las mujeres son cada vez más tarde madre por primera vez, en torno a los 32 años. La tasa de natalidad es de 1,2 hijos por mujer, la más baja de la Unión Europea junto con Portugal. Hay causas morales y económicas en estos datos.

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