Opinión

Periodistas

San Francisco de Sales es el patrono de los periodistas, y la fiesta se celebra el 24 de enero. Es un momento de celebración y reflexión para nuestra profesión, con frecuencia criticada, temida y minusvalorada al mismo tiempo, y con cambios constantes -a veces vertiginosos-, que hay que asimilar en nuestro trabajo. Para tranquilidad de algunos, los más críticos con los periodistas somos los propios periodistas, precisamente porque vivimos con intensidad cada día, porque es una profesional muy vocacional y porque palpamos nuestras posibilidades y limitaciones.

Como sobrevivir a la precampaña

Habrán ustedes notado que, aun cuando falta un año para que tengamos elecciones generales y casi medio para las autonómicas y municipales, la vida política ha entrado en modo precampaña lo que significa que la ciudadanía va a tener que soportar constantes consignas más o menos subliminales, insultos cruzados, ataques, descalificaciones, promesas para no cumplir, autobombos y un largo etcétera que pueden complicar nuestras existencias considerablemente.

¿Qué hacer para evitar que se nos perturbe la vida, para esquivar tensiones y depresiones, cómo poder seguir adelante con nuestro pequeño mundo y procurar que nada ni nadie pueda perturbarlo?

Me permito proponerles los siguientes consejos que les permitan llegar sanos y salvos hasta la primavera de 2024 en que ya todo habrá pasado y tengamos un respiro.

Informar sobre el aborto no es coaccionar

El primer problema nacional parece haber pasado a Castilla y León, porque su vicepresidente autonómico, Juan García-Gallardo, ha afirmado que “si conseguimos salvar una única vida, todo habrá merecido la pena”, y se ofrece la posibilidad, de modo voluntario, de que las mujeres que vayan a abortar puedan escuchar el latido de su hijo solo si lo desean. Obsérvese: si lo desean pueden escuchar el latido.

Si se defiende la libertad, resulta complicado entender por qué se empeñan, especialmente desde el Gobierno, en tacharlo como una barbaridad. No buscan la libertad, sino la imposición de una ideología abortista a ultranza.

Latidos del feto

Vivimos en una sociedad trastornada. Hay muchas señales. A raíz de algunas noticias o hechos de estos días, me he acordado de Manolo, un amigo médico que ejerce en Murcia, y que me comentaba que es frecuente entre los murcianos acudir a la consulta alegando: “Tengo un trastorno”. Y Manolo intenta acotar la dolencia. Trastorno sirve allí para casi cualquier dolencia. El primer problema nacional parece haber pasado a Castilla y León, porque su vicepresidente autonómico, Juan García-Gallardo, ha afirmado que “si conseguimos salvar una única vida, todo habrá merecido la pena”, y se ofrece la posibilidad, de modo voluntario, de que las mujeres que vayan a abortar puedan escuchar el latido de su hijo solo si lo desean. Repito: solo si lo desean.

Dos libros para no comprar

Acabo de leer dos libros que nunca compraría ni querría guardar en mi biblioteca, en particular uno de ellos, el titulado "En la sombra" que está teniendo un lanzamiento que no se veía desde los tiempos de Harry Potter y que va a mover muchos millones de libras encaminadas a engrosar la cuenta del díscolo príncipe Harry. Con toda modestia digo que en modo alguno quisiera que ni un solo céntimo de mi cartera engordara la suya.

Algún amigo espabilado me ha hecho llegar el texto completo vía whatsapp y lo he leído oblicua y desganadamente para no tener que comentarlo solo de oídas, sin haber desentrañado sus maldades.

ACTOS PROPIOS y BUENA FE

En ámbitos judiciales es muy conocida,  y observada, la doctrina de los actos propios en combinación con el principio de buena fe. A pesar de que son términos jurídicos, la sola enumeración ya da pistas suficientes de por dónde van los tiros, si se me permite la expresión. En cualquier caso, intentaremos explicar sucintamente en que consiste la mencionada doctrina y los principios que la apoyan.

La doctrina de los actos propios se fundamenta, básicamente, en que no es legítimo obrar en contra de los actos propios, previamente llevados a cabo por el sujeto en cuestión y que, fundadamente permitirían esperar un comportamiento determinado.  Esto es, si en un negocio jurídico, libremente, he adoptado una posición determinada, no es de recibo que a continuación mi conducta sea contraria a lo pactado.

Con toda seguridad, el Tribunal Supremo lo dice más claro y mejor en su Sentencia de 1 de febrero de 1999:

Quejarse no basta

“Quejarse es el pasatiempo de los incapaces”, leí hace un tiempo, y me pareció que refleja parte de la realidad. Ojalá sea una percepción o impresión mía, y que los lectores tengan otra impresión: vivimos en una sociedad de quejicas convulsivos, constantes. Basta recordar las últimas conversaciones o las noticias que se reflejan en los medios de comunicación: todo genera un sinfín de quejas. La Sanidad, la educación, la situación económica, el paro, la Iglesia y la actitud de los católicos, la juventud, los patinetes y ciclistas que circulan por nuestras calles: cada uno puede completar esta lista.

(Hiper) Cautelarissim

L’actualitat politica convida a l’enfrontament perque d’aço viu molta gent, i no es metaforic, pero hem de serenar els anims sense llevar-li gravetat al choc entre el llegislatiu (Congres i Senat) i el Tribunal Constitucional.

           1. Es un fet que la renovacio del TC (uns mesos) i la del Consell General del Poder Judicial estan empantanades (quatre anys) perque el Partit Popular es nega a acceptar el model que fins ara funcionava (be manara el PSOE be manara el PP).

            2. Se sap, sabem la ciutadania, que els membres del TC, proposts per quotes partidistes, responen genericament a un component ‘conservador’ o progressiste’, segons la procedencia, pero que l’actuacio hauria de ser exclusivamernt garant de la llei. Per contra, el CGPJ es un orgue ‘administratiu’ i de ‘poder’.

LOS AÑOS: 2023

La ordenación del tiempo en meses y años es una convención cronológica que nos ayuda a cuadrar nuestras agendas pero no consigue organizar el curso de la Historia que fluye a su ritmo por encima de las fragmentaciones.

Acaba de cerrarse el año 2022, un año bastante nefasto dominado por la guerra de Putin en Ucrania, después de dos años igualmente trágicos marcados por el ritornello de la Covid 19. En este sentido, 2020 tuvo una duración no de 365 días sino del doble o triple de esa cifra  teniendo en cuenta la permanencia del virus que en estas fechas rebrota con fuerza en el país que lo originó, China.

La herencia de Benedicto XVI en Valencia ’06

Sería una temeridad por mi parte, y en pocas líneas, enmarcar y valorar la figura del Papa Benedicto XVI. Solamente puedo aportar unos apuntes, algún ángulo periodístico, puesto que teólogos e historiadores de la Iglesia pueden analizar un pontificado tan complejo e importante.

He de reconocer mi admiración hacia la persona de Benedicto XVI, por su inteligencia, rigor, sencillez y afán de servir a la Iglesia y a la humanidad. Su capacidad de síntesis me resultaba atractiva y muy útil.

Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005. Benedicto XVI fue elegido a los pocos días, el 19 de abril de 2005. Las comparaciones entre un Papa y otro estaban a la orden del día, a veces con no poca ligereza o abarcando aspectos parciales que se pretendían extender a toda la figura del Papa. La pretensión periodística de resumir en un breve titular algo llamativo nos tentaba una vez más.

Suscribirse a Opinión