El requisito indispensable para mentir es la voluntad de engañar, y esa voluntad sólo la puede conocer quien ha dicho la falsedad. No obstante, si existe buena voluntad, si no ha existido intencionalidad de engaño, una vez descubierto el error, del mismo modo que éste se hizo público, el desmentido también debe hacerse público.
El fracaso del Plan de Acción del gobierno es un hecho que hoy todo el mundo reconoce. Un Plan en el que, a excepción de las asociaciones de agricultores de Villarreal y Nules, increíblemente, todos aceptaban como bueno y todos defendían, pero que hoy, a la vista de los daños, todos critican airadamente el fallido Plan y nadie se acuerda de haberlo defendido. El razonamiento de estas asociaciones era muy simple: si el Plan no incluía nada nuevo a lo utilizado la campaña anterior, en la que hubo daños importantes, por qué regla de tres, ahora, tenía que funcionar.
De modo muy resumido, recordemos que el Plan se basaba en:
- Parasitoide Anagirus Aberiae: La gran estrella biológica del Plan (dicho con ironía y con cierta sorna hacia la estupidez humana). La prensa, que ha mordido el anzuelo propagandístico de la Conselleria, lo ha elevado a los altares; es tan “cool”, tan “chic” y tan “chévere” que tratándose de un método biológico no probado, irresponsablemente, no solo ha sido incluido en el Plan sino que, por motivos ideológicos, lo han situado en la punta de lanza del mismo.
- Cryptolaemus Montrouzieri: Método biológico con cierta eficacia en el control de la población de la plaga pero que, desgraciadamente, su actividad llega cuando el mal ya está hecho.
- Trampas de Feromonas de atracción y Muerte: Método biotecnológico de eficacia no probada pero que, además, se distribuyó tarde; por lo que, caso de tener alguna eficacia en la reducción de la población, en realidad no llegó a tenerla.
- Principios activos químicos autorizados y recomendados por el Servicio de Sanidad Vegetal de la Conselleria de Agricultura (Acetamiprip, Sulfoxaflor, Spirotetramat ..), más caros que el Metil Clorpirifos y de eficacia mucho más reducida, lo que obliga al agricultor a realizar varios tratamientos, con consecuencias perniciosas para el bolsillo del agricultor y para la fauna útil, que no existían cuando se utilizaba el Metil clorpirifos, que controlaba la plaga con un único tratamiento.
Y ahora, tras dos fracasos del mismo Plan, toda la pléyade de la agricultura valenciana, se reúne en Almazora (Castellón) con el Director General de Sanidad Vegetal del Ministerio de Agricultura, D. Valentín Almansa. Pero no se invita a esta reunión en “Castellón” a las asociaciones de labradores de Villarreal y la de Nules, que: son puramente citrícolas y castellonenses; son las asociaciones predominantes y de mayor influencia entre los agricultores de la provincia; desarrollan su actividad agrícola en el corazón de la plaga; y son las que la sufren, las que más han luchado contra ella y las que mejor la conocen. Pero que, para el máximo responsable del fracasado Plan y sus lacayos (no todos los que acudieron a esta cita), son asociaciones muy incomodas, a las que prefieren no escuchar.
Cabría suponer que, fruto de esta reunión, surgiera un segundo Plan que corrigiera los defectos del anterior y en donde se incluyera el único formulado que ha resultado ser eficaz contra la plaga, o alguno nuevo cuya eficacia hubiera sido demostrada; pero no, por tercera vez se insiste en el error, y lo único que se pide es más financiación para insectarios en donde reproducir Anagirus y más financiación para trampas de feromonas. Aunque se ha anunciado a bombo y platillo un acuerdo entre los asistentes para la utilización del Metil-Clorpiriflos; en realidad, las condiciones en las que pretenden utilizarlo son sólo el derroche de una de las dos posibles autorizaciones que se pueden realizar por ley de un mismo producto sin registro de uso; y la consumirían sin ninguna utilidad práctica.
El Metil-clorpirifos, únicamente podrá ser utilizado por la Conselleria en aquellas parcelas especialmente castigadas por el cotonet, y en donde se incluye la retirada y destrucción de todos los cítricos tratados con esta sustancia. O sea, que se pretende tratar con Metil Clorpirifos, no para salvar el fruto sino para destruirlo; no para tratar en primavera con el árbol en flor para que no se produzcan residuos y poder comercializar la fruta, sino ahora cuando el daño ya está hecho. Desconocen –aunque cueste creerlo- que esas fincas, tan afectadas, el año que viene no van a tener problemas de Cotonet, ya que el árbol, agotado por la plaga, ni va a tener flor, ni brotes tiernos; y sin alimento la plaga no prolifera. Pero además, pasada la floración y la purgada, se pueden utilizar otros productos cómo el aceite parafinico, que también eliminarían el Cotonet. En cualquier caso me surge una duda: ¿de cuánto presupuesto va a disponer la Conselleria para llevar a cabo tan costosa e inútil labor? ¿O tal vez se trata solo de una medida simbólica, para acallar a quienes pedíamos una autorización excepcional del Metil-clorpirifos?
Y exceptuando esas pocas parcelas que se trataran con Metil, ¿Cuál es el Plan de Acción para el resto?: El mismo; ¿El mismo que el año pasado? Sí, sí… el mismo: Anagirus, Cryptolaemus, Trampas de feromonas y los fitosanitarios Acetamiprid y Sulfoxaflor; que, según el director general de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat, Antonio Quintana, en Valencia Fruits (28-07-21): “estos productos, usados en el momento adecuado, funcionan con una efectividad próxima al 90%, incluso mejor que el Metil-clorpirifos”. ¿Cómo explica el Sr. Quintana, que tratando con esos productos varias veces y a dosis más altas, ni agricultores ni técnicos de cooperativas hayan dominado la plaga y en cambio cuando se podía utilizar el Metil, los daños se evitaban con un solo tratamiento? Y si es verdad que tienen tanta efectividad, ¿qué sentido tiene utilizar el metil en las fincas más afectadas, si luego hay que destruir el fruto?
La mayoría os preguntareis por qué la administración persevera en el error de repetir el mismo fracasado Plan; y es porque los informes técnicos del Servicio de Sanidad Vegetal condicionan a ello. Tras la lectura de esos informes, uno se explica perfectamente que el Director General de Sanidad de la Producción Agraria del Mº de Agricultura, Pesca y Alimentación, Valentín Almansa, afirmara en Almazora, haciendo gala de su poca vergüenza, que la responsabilidad de la plaga es del Citricultor, y que lo que tiene que hacer es pisar más el campo.
Efectivamente, el último informe sobre la plaga del servicio de Sanidad Vegetal, de 1 de Julio de 2021, contiene una serie de conclusiones que indican que el Plan va por el buen camino, pero en cambio la práctica nos dice que ese camino nos lleva al abismo. Intencionadamente o no, el informe contiene ciertas imprecisiones o errores. Analicémoslo:
- ANAGIRUS ABERIAE: En el informe cuando habla de este parasitoide, tras informar de las sueltas que se han realizado, (195 sueltas en 108 puntos distintos de la Comunidad Valenciana), tan solo se afirma un tímido “desde Enero se ha recuperado A. Aberiae en parcelas en las que se había liberado” , sin concretar en cuántos de esos 108 puntos el Anagirus se ha aclimatado y ha superado el invierno, ya que, sin esa aclimatación, este tipo de lucha obligará a sueltas masivas todos los años; y cuando digo masivas, es que se necesitan muchísimos insectarios para poder hacerle mínimamente frente a la plaga, y de momento solo hay dos insectarios de la Generalitat en donde se está reproduciendo. Cierto es que en el informe se nos dice que ya hay dos empresas, AGROBIO S.L. y KOPPERT, que tienen autorización para comercializar Anagyrus aberiae en España, pero sin la certeza de que lo vayan a hacer ya que una empresa no se lanza a una aventura sin haber calibrado la verdadera eficacia del producto y su rentabilidad, y el Anagirus, de momento, no ha demostrado ninguna eficacia y, en cambio, sí se conocen los altísimos costes de su cría y reproducción.
En cualquier caso, al margen de esa aclimatación y de esa futurible producción en masa, lo que queda claro es que en el presente es un método experimental, y es una gran irresponsabilidad y engaño social que la administración venda este método como una solución, y que a pesar de las dos desastrosas campañas anteriores en que la reproducción de este insecto ha fracasado, siguen apostando e invirtiendo mucho dinero público en esta línea biológica que proporciona excelentes resultados ante la opinión pública (votos) y ningún resultado en campo. Pero lo más grave es que se desprecian otras líneas de investigación.
- TRAMPEO MASIVO: Se informa de que este año se han instalado 2.250.000 trampas que han cubierto 10.000Ha. En el informe se reconoce uno de los incumplimientos en esta campaña: el retraso en el suministro. Pero se desconoce y no se informa de la efectividad de este método en el que también se están invirtiendo ingentes cantidades de dinero público. No se ha hecho un estudio serio de efectividad
Antes de continuar con el informe, pongamos sobre la mesa algunos datos que nos ayuden a comprender la dificultad de la lucha biológica y biotecnológica contra un insecto tan extraordinariamente preparado para la supervivencia de su especie:
- El Anagirus, a lo largo de su vida, parasita entre 13 y 16 cotonets de Sudafrica. El ovisaco del Cotonet contiene entre 300 y 800 huevos. Una desproporción que pone muy difícil que el Anagirus pueda controlar la plaga.
- Cuando el Anagirus parasita a la hembra, esta suelta el ovisaco con esos 300 a 800 huevos; es decir, que cada reproducción de Anagirus fuerza la reproducción de unos 500 cotonets de media.
- La hembra de Cotonet dispone de un reservorio de semen, lo que supone que con una fecundación de macho puede parir entre dos y tres veces.
- Un 5% de los machos son capaces de fecundar al 100% de las hembras ¿Cúal es la eficacia de las trampas? Ni se trata.
- El Anagirus solo parasita hembras adultas, no parasita a los estadios N1 y N2.
- Las hormigas, cómo buen pastor, defienden al Cotonet de cualquier enemigo.
- TRATAMIENTOS CON PRODUCTOS FITOSANITARIOS: El primer error, intencionado o no, es el momento de aplicación. En el informe, el Servicio de Sanidad Vegetal aconseja realizar los tratamientos químicos: “desde la caída de pétalos hasta fruto de 3 cm”; la gravedad de este consejo radica en que, a la caída de los pétalos, el daño ya está hecho. El Cotonet, al principio de la floración, atraído por el néctar de la flor, entra dentro de la misma para alimentarse de ese néctar y de las partes tiernas que más tarde conformarán el fruto, y es entonces cuando lo deforma; cuesta creer que un insecto tan pequeño deforme el fruto cuando tiene 2 o más cm.
A continuación, el informe nos muestra los increíbles resultados de unos ensayos realizados el 4 de Junio con el 100% de caída de pétalos. En esos ensayos muestran una eficacia de 96% para el Sulfoxaflor, 99% para el Acetamiprid y sólo un 55% para el Technokel + Taufluvalinato. A la vista de estos resultados, no se entienden las quejas de los técnicos de cooperativas y empresas de servicios agrícolas que, tratando con esos productos recomendados, han tenido unos catastróficos resultados. Se agradece que en las pruebas se incluya la combinación del Technokel Combat (atrayente) + Taufluvalinato (insecticida) que, en su día, aconsejaron las asociaciones de labradores de Villarreal y Nules, pero ese 55% de efectividad no es fiel a la satisfacción de quienes han probado esta solución que han logrado salvar la producción.
Descartando intereses de cualquier tipo, sólo se me ocurre que estos contradictorios resultados puedan ser debidos al momento de aplicación, ya que si en lugar de aplicar a pétalo caído, se aplica con el árbol en flor, el cotonet está escondido dentro de la misma y esa protección quitará eficacia a los productos de contacto (Acetamiprid); en cambio, el poder atrayente del Technokel, puede que confunda al Cotonet y termine probando esa sustancia envenenada por el Taufluvalinato.
La ineficacia de los productos recomendados hace que el agricultor, desesperado por salvar la cosecha, realice varios tratamientos o aumente la dosis, eliminando a los beneficiosos fitoseidos, que controlan de modo biológico otras plagas, y a las abejas, cosa que no ocurre con el Taufluvalinato, que es utilizado en los propios enjambres para el control de la varroa (enfermedad de las abejas), y en menor medida con el Metil-Clorpirifos, que bastaba con una única aplicación a la dosis recomendada.
- ¿HA REALIZADO ITALIA UNA AUTORIZACION EXCEPCIONAL DEL METIL-CLORPIRIFOS EN EL 2021? No era nada necesario incluir en un estudio técnico, la decisión política de una autorización excepcional del Metil-clorpirifos en Italia. Tampoco era necesario asustar con las alertas turcas (42) sobre este principio activo o incluso advertir que dos de las alertas son de cítricos de la comunidad valenciana. Esta información nada técnica, en mi opinión, es incluida por la voluntad del Servicio de Sanidad Vegetal de lavar la cara de la Conselleria que, como órgano de ejecución, es responsable de poner todas las armas a su alcance para combatir la plaga; y debiera de haber solicitado al Ministerio de Agricultura (único que la puede aprobar) una autorización excepcional del Metil Clorpirifos.
También con ello se pretende desmentir a quienes afirmábamos en su día, buscando dicha autorización excepcional, que Italia la había realizado en 2020 y la volvía a realizar en 2021. Y por último, pretende justificar la imposibilidad de darla porque se producirían tal cantidad de alertas fitosanitarias que nos prohibirían la exportación a nuestro propio mercado: Europa.
Pero el Servicio de Sanidad Vegetal, intencionadamente o no, se equivoca, y en mi mano tengo copia de la Autorización excepcional del Metil Clorpirifos emitido por el Ministerio de la Salud Italiano para su utilización en manzana, pera, melocotón, nectarina y nuez, firmado el 11 de Mayo de 2021, con autorización desde esta fecha hasta el 17 de Agosto de 2021.
Inducida por el error de la Conselleria, Inmaculada Sanfeliu, Presidenta del Comité General de Cítricos, incide en la misma información en un extraordinario artículo en Valencia Fruits de 20 de Julio, solo empañado por hacerse eco de la inimaginable falsedad de la Conselleria: “En 2021, de momento, Italia no ha concedido la autorización excepcional del metil-clorpirifos”; Inmaculada: desgraciadamente, la administración ha dejado de ser fiable y tendremos que corroborar la información en otras fuentes.
La falsedad encontrada en este aspecto es de tal magnitud que, caso de no ser intencionada, el Director del Servicio de Sanidad Vegetal de la Comunidad Valenciana debería de hacer inmediatamente un desmentido público de la información, porque caso contrario quedará patente que tenemos un Servicio de Sanidad Vegetal que, en lugar de público, está al servicio de la Consellera de agricultura y su ideología.
Por último, se insinúa que si se autoriza el Metil Clorpirifos se producirán residuos y peligrará nuestro mercado europeo. Esta posibilidad de que se descubran trazas de dicho producto es mucho más alta si no se autoriza y por tanto no se dan normas sobre el momento en que se pueden realizar los tratamientos, ya que muchos agricultores, temiendo perder la cosecha, se han hecho con este producto en el mercado negro.
La posibilidad de que tratando con Metil-clorpirifos, en el periodo de tiempo solicitado por las asociaciones de Villarreal y Nules, desde primeros de Marzo a mediados de Mayo, son nulos y es demostrable por lógica: si no hay fruto no hay residuos; por análisis: se poseen análisis de frutos recogidos en octubre que fueron tratados en ese periodo de tiempo y, matemáticamente: es una simple cuestión de la cantidad de principio activo que puede quedar en un pequeño fruto de tamaño menor que un centímetro que se reparte en el volumen de un fruto de 60 o más centímetros. En cualquier caso, que el Ministerio de Agricultura español haga como el italiano: un análisis de riesgo de esa posibilidad; y tras la misma, conceda la autorización en el tiempo que considere totalmente seguro.
Víctor Pascual Viciedo Colonques es Presidente de la Associació de Llauradors Independents Valencians (ALIV)