El comandante del arma de Infantería, mi buen amigo don Juan Giner Moya (Q.E.P.D.) es el autor de un excelente libro titulado “Entre dos banderas”. En este libro Juan Giner estudia con exquisita objetividad el ambiente humano, social y cultural de su pueblo natal, Alcalá de Chivert, en los años difíciles de la guerra civil. Metodológicamente, con mucha limpieza profesional, se sitúa en la llamada tercera vía: es decir en el estudio serio y rigurosamente objetivo de los acontecimientos acaecidos sin caer en la tentación rencorosa y fácil del maniqueísmo, donde siempre hay unos protagonistas que siempre son muy buenos y otros que siempre son perversamente muy malos.
Juan Giner era un soldado de corte y formación renacentista: la armoniosa conjunción de las armas y de las letras. Se habría sentido muy a gusto con Cervantes, con Calderón o con Lope de Vega. Infante, profesor de historia durante quince años en el prestigioso instituto militar politécnico de Calatayud, investigador nato y publicista –no hace mucho tiempo nos regaló un delicioso libro titulado “Historia de Alcocebre”-, comentarista cultural de televisión, buen pintor y expositor muy solicitado. Miembro de la prestigiosa Asociación Española de Escritores Militares, de la que forman parte militares y escritores tan prestigiosos como el general Miguel Alonso Vaquer –coronel que fue del añorado Regimiento Tetuan nº 14-, el general Rafael Casas de la Vega, el teniente general Sabino Fernández Campo, nuestro paisano el comandante y laureado poeta Rafael Camacho y una nómina muy extensa de quienes ahora, en nuestros días, Garcilaso de la Vega también podría haber dicho aquello tan hermoso de “tomando ora la espada, ora la pluma”, pero siempre en actitud de servicio como buenos soldados y españoles.