MAREA AZUL

Usted recuperó ayer su confianza en el género humano en general y en el votante español en particular. Ayer la derecha propinó un contundente castigo a la izquierda Frankenstein.

Usted había repetido un millón de veces que los errores y los horrores cometidos por el gobierno de la nación iban a ser severamente penalizados por los votantes y usted insistía en que el ciudadano tiene memoria y que cada voto introducido en las urnas iba a ser un bofetón que los disparates de los gobiernos nacional, autonómico y municipal le habían hecho tragar.

Pero usted no estaba muy seguro de que iba a ser así. Se temía que las tómbolas del Presidente, que sus leyes “progre”, que sus paseíllos saludando a los grandes de este mundo, que sus parrafadas en un aceptable inglés, que sus presidencias de la OTAN y luego de la UE, que sus arrumacos con la presidenta de la Comisión Europea, iban a encandilar al distinguido público y que saldría bastante bien parado de esta prueba autonómica y municipal.

No ha sido así y el votante sometió ayer al Gobierno a un plebiscito, a una moción de censura que dejó al señor Sánchez muy mal parado. Tanto que ha tenido que refugiarse en su madriguera y no ha dado señales de vida hasta el momento de cerrarse este diario. En los últimos días habían surgido todo tipo de especulaciones. La votación de ayer han rebasado los cálculos más optimistas para la derecha. Se decía que si el PP era capaz de retener lo que ya controlaba -Madrid, Andalucía, Murcia, Galicia y Castilla Leon- y recuperaba alguna autonomía más, podia darse por satisfecho de cara a las elecciones de diciembre. La Comunidad valenciana era el bien más preciado aunque difícil de alcanzar. El PP triunfó no solo en esta Comunidad sino también en Aragón, en Baleares, en La Rioja, en Extremadura, en Cantabria, dejando a Sánchez Asturias y Castilla La Mancha (por pelos!) y diez de las 50 capitales de provincias existentes en España a las que hay que sumar las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

Hoy usted, votante de derechas, está feliz porque han ganado los suyos en comunidades y ciudades que considera muy suyas. Está radiante con lo ocurrido en la CV, en cada una de sus tres capitales, Castellón, Valencia y Alicante, en muchas otras localidades entrañables como Benicàssim, Burriana, Peñíscola, Onda, Almassora. Aplaude a rabiar por el éxito en Madrid tan bien y moderadamente digerido por Feijoo, Ayuso y Almeida. Celebra ver que la política moderada del nuevo líder del PP que tan buenos resultados dio en Galicia está funcionando también a escala nacional y todo apunta a que en las generales, los resultados pueden ser tan buenos o aún mejores.

Usted se apena por la desaparición de un partido como Ciudadanos en quien los liberales pusieron algunas esperanzas pero cuyos errores de manual le llevaron al sumidero. Casi todos sus miembros valiosos han sido absorbidos por el PP. Algunos como Villacís, se ha hundido con su barco. Por el momento.

Pero usted –la naturaleza es frágil- se alegra mucho y malignamente del batacazo de Podemos y de todo cuanto se mueve a la izquierda del PSOE, aplaude a rabiar la caída de ERC y sus rufianes, la de la ‘okupa’ Colau, la de Revilla que no ha perdido un segundo para culpar a Sánchez de su derrota, una obviedad de tal calibre que resulta impúdico subrayarla. Solo Page apenas se ha salvado de la escabechina.

Porque el gran derrotado de ayer fue Pedro Sánchez que hundió a todo aquel que se acercó a él y del que los barones huían como de la peste. Hundió a Revilla, a Lamban, a Puig, a Vara, a la infumable Francina Armengol etc. y también a las amigas de Iglesias, de Rufián. Los únicos que han salido reforzados son los etarras de Bildu, otro horror que debemos apuntar en el debe de Sánchez que, ahora más que nunca debe estar deshojando la margarita con miras a fin de año, si no antes. Y pensando como culpar a Vox de todo lo ocurrido y de lo que está por ocurrir.

Hoy el mapa de España ha vuelto a ser azul. Más que una suave marea ha sido todo un Tsunami.

 

  • Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga es Master en Ciencias Políticas y Económicas y Derecho. 
    Diploma de Altos Estudios Internacionales. Embajador de España en Bulgaria en 1993. 
    Primer Embajador de España en Macedonia en 1995. 
    Embajador de España en Bruselas WEU en 1997, entre otros cargos.