¿QUÉ ES LA EXTREMA DERECHA?

“Bienvenidos al mundo de sombras y espejos” Daniel Estulin

Parece que a estas alturas ya se nos ha olvidado una gran verdad: las apariencias engañan. Este es hecho ampliamente sabido. Incluso hay películas con este título “Falsas apariencias”, (The whole nine yards, en el original) con Bruce Willis.

Este mes de abril un conocido político realizó la siguiente intervención en el parlamento, interpelando al presidente: “¿a quienes son Uds. leales? En nombre del fanatismo climático han impuesto la miseria y la dependencia… ¿Extraer nuestro gas?, no. ¿Traerlo de Estados Unidos en buques metaneros que contaminan?, si. ¿Centrales de carbón?, no, hay que dinamitarlas para que todo el mundo vea lo ecologistas que somos. ¿Comprar la electricidad producida por centrales de carbón a Marruecos?, si, por que debemos de tener una atmósfera distinta a la de Marruecos… ¿Centrales nucleares en España?, no gracias… pero comprar la electricidad producida por las centrales nucleares francesas, si. Lo mismo con las minas, con el fracking, con el plástico… cuando se trata de crear trabajo y futuro para España, Uds. siempre dicen no. Pero cuando se tratan de los grandes Fondos de Inversión, o las grandes potencias extrajeras los que hacen negocio, Uds. siempre dicen si. Lo suyo no es ecologismo, lo suyo es ignorancia, necedad o traición…”

De esta interpelación extraemos una rápida conclusión. El interpelante habla de intereses nacionales, y por lo que se deduce del contenido de sus palabras, el interpelado no defiende los mismos si no los de otras naciones o Fondos de inversión.

Bien, no hay que ser un lince para verlo. Hemos llegado a un punto de tal perversión en la dialéctica política que en el caso que nos ocupa, el interpelante es maltratado, estigmatizado, perseguido, vilipendiado, por considerar que su defensa de los intereses nacionales es, evidentemente, de “extrema derecha”.

Es curioso, pero sería interesante ver la reacción de un chino o un ruso si se les acusara de lo mismo cuando ellos defienden con incansable ahínco su nación y sus intereses. Posiblemente se quedaran descolocados, boquiabiertos, sorprendidos. Recordemos que China se autodefine como comunista, lo cual no es óbice para que defiendan su nación a capa y espada, como ya sabemos.

De esto podemos concluir ya que la defensa de tu nación no es un argumento ni de derechas ni de izquierdas, esta no es más que otra construcción ficticia, tal vez solo sea de sentido común.

En segundo lugar, podríamos sospechar que el argumento de “extrema derecha” también es falso e impostado, una acusación ficticia con unos intereses evidentes: todo lo que beneficie a España como nación, perjudica los intereses de esos Fondos de Inversión, corporaciones y potencias extranjeras, ergo, interesa calificar todo argumentario patriótico como de extrema derecha.

Es evidente que para que este argumento triunfe, antes tenemos que haber sido convenientemente “educados” en el principio, que se pretende sea de orden divino, según el cual la izquierda es “buena” y la derecha, hija y descendiente del príncipe de las tinieblas, por supuesto.

Sin embargo, tampoco esto es tan fácil. Para que esta educación triunfe, previamente debemos de haber construido una sociedad manipulable. Y para ello, son indispensables varias cosas: 1.- Que la sociedad pierda su capacidad de reflexión. 2.- Que solo funcionemos en base a emociones; de forma que se utiliza así el lado instintivo o animal de la persona, consiguiendo que el conocimiento insertado de que la derecha es mala y la izquierda, buena, funcione.

Sin embargo, atrevámonos a sobrepasar la capacidad media del ciudadano y osemos, siquiera sea por una vez, pensar. Existen unos hechos en los que todos coincidiremos como indiscutibles: las grandes corporaciones y multinacionales están absorbiendo todo el mundo de los negocios, consolidando monopolios día a día, y excluyendo al ciudadano de a pie de la vida económica, convirtiendo, además, las condiciones laborales en infernales. En segundo lugar, los partidos tradicionales son los que están permitiendo que esto pase, poniéndose de perfil o ayudando descaradamente a que esto suceda. Se han convertido en lo que podríamos denominar “los guardianes del sistema”. De manera que cualquier opción que defienda los intereses españoles es “antisistema” y de “extrema derecha”.

Tenemos ejemplos demasiado recientes de que esto es lo que viene ocurriendo.

Empezando por el hecho de que ser político en España se intenta que sea una profesión que tiene nada menos que casi 500.000 personas empleadas, casi otra clase social más. Esto supone tres veces más que Alemania con la mitad de población, o lo que es lo mismo, la misma cifra que Alemania, Francia e Inglaterra juntas. Quizás la cifra sea exagerada. Sin embargo, si es cierto que tenemos más coches oficiales que el resto de Europa y EEUU juntos. Con tantos políticos, la gente se pregunta qué hacen los políticos por ellos.

Damos algunas referencias sobre qué hacen los políticos realmente por ellos a fin de que los mismos lectores saquen sus propias conclusiones. Bien, empezando por el PP:

1.- TRATADO DE LIBRE COMERCIO CON SUDAFRICA:

El “Acuerdo de Libre Comercio Internacional” con Sudáfrica fue firmado por el PP. Aceptado. Este acuerdo suponía en la práctica la invasión de cítricos sudafricanos sin aranceles, y, en consecuencia, el desastre para los autóctonos, la ruina definitiva para los pequeños productores españoles. Esto no fue obstáculo para que se ratificara por todos los eurodiputados del PP. Como consecuencia, como decimos, miles de familias en la ruina y la desesperación económica. Campos abandonados. Nada de esto se tuvo en cuenta por el PP. Se aceptó y ratificó el 15/11/18. Beneficiados: las grandes corporaciones agroalimentarias, Fondos de Inversión, Bancos, y naciones extranjeras.

2.- PAGO DE LA DEUDA PÚBLICA

El PSOE no es distinto en este punto. Como muestra, la reforma realizada el 23 de agosto de 2011, en plena explosión de la gran crisis, modificando la Constitución Española, de forma que el capítulo correspondiente a pagar la deuda nacional, lo más importante, a ojos de Europa, estaba por encima de cualquier otra consideración, incluso de los gastos sociales, que en ese momento ya empezaban a recortarse.

El PP estuvo de acuerdo. Y el resto de partidos no contaban, pues entre PP y PSOE disponían del 90% de los diputados y senadores. El 10% restante, mostró su desagrado, sin ningún tipo de consecuencia, por supuesto.

Esta imposición del pago de la deuda como prioritario a cualquier otra cuestión, fue promovida nada menos que por el entonces presidente D. José Luis Rodríguez Zapatero. El famoso periodista Vicente Navarro calificó la modificación como “neoliberal”, y se dijo que era el máximo exponente del neoliberalismo de ese gobierno “socialista”, compuesto por Pedro Solbes, Jordi Sevilla, Miguel Sebastián, David Taguas, Elena Salgado y otros.

Es decir, que, como buenos chicos, los políticos socialistas decidieron que el máximo deber del gobierno, era pagar la deuda, por encima de cualquier otra consideración siquiera social:

“quedando escrito en piedra que el máximo deber del Estado era pagar la deuda pública”

En consecuencia, actualmente España tiene el gasto público social por habitante más bajo de la UE.

En esta modificación de la Constitución Española estuvo de acuerdo también Felipe González, que afirmó que: “la estabilidad presupuestaria es una condición necesaria para garantizar, a medio y largo plazo, un crecimiento económico sostenido. Los desequilibrios permanentes, con déficits estructurales y deudas acumuladas que se hacen impagables, arruinan las perspectivas de crecimiento y merman la confianza de todos los actores. La consecuencia es inexorable: no se pueden mantener las políticas de cohesión social que definen nuestro modelo. No es, o no debe ser, un problema ideológico, sino de sentido común y de responsabilidad de los gobernantes (...) Por eso es bueno que haya un acuerdo que obligue a todos sobre la estabilidad presupuestaria en el medio y el largo plazo. Y el mecanismo más contundente para obligar a tirios y troyanos es que figure en la Constitución”.

Todo esto ha llevado a un autor de izquierdas, Montero González, a afirmar que “ser de izquierdas no es una pose”, pues “quien esté conforme con el sistema actual no es de izquierdas, aunque se presente a las elecciones con el capullo de una rosa en su mano izquierda”. “No son de izquierdas, no se confundan. Aquí en España, los unos y los otros son los mismos.”

3.- INFORME “PETRAS.

Citaremos también un informe elaborado a instancias del PSOE, el informe Petras. Este trabajo no es nuevo, se elaboró hace nada menos que 25 años, cuando la globalización impuesta desde el norte de Europa comenzaba; al parecer, en el mismo, se contemplaban unas consecuencias espeluznantes de este proceso, razón por la cual se ocultó.

Como decimos, las conclusiones del estudio eran tremendas; y por desgracia fueron la predicción de lo que nos ha sucedido después. El informe contrastaba las condiciones laborales de los trabajadores a finales de los 70 con los sucesivos de los 80, 90 y a partir del 2000.

Las conclusiones eran que la seguridad en el empleo iba a desaparecer con la etapa “socialista”. El informe, daba algunos datos concretos: en 1.976, la tasa de desempleo era de un 5’9%, la misma que en el resto de Europa, mientras que ya en 1.985 se disparó hasta el 21’9 %. En muy pocos años, la época dorada del socialismo había conseguido multiplicar el paro por siete. Además del paro, la precariedad laboral se impuso como norma.

Los comentarios de los trabajadores fueron muy significativos:

Nadie se preocupa por los españoles…” “Solo existe trabajo eventual…” “Hemos perdido el compañerismo…” “Todos los sindicatos están corrompidos…” “La política consiste en el engaño…” “No quiero pensar en el futuro…

Dadas las conclusiones a las que se llegaba, este informe fue rápidamente metido debajo de alguna alfombra, obviado y escondido por el mismo partido que lo había encargado.

4.- SUPRESION DE GASTOS

Estos guardianes del sistema son incansables ahorradores de gastos al sistema. La última, la supresión de la educación especial, promovida por la ley Celaá. Al parecer, las personas con alguna discapacidad no tienen derecho a que se les trate de acuerdo con  sus condiciones. Esto resulta demasiado caro, motivo por el cual directamente se les suprimen las ayudas y se les introduce en una educación general que no pueden seguir.

Podríamos seguir, pero es muy evidente que tenemos a unos partidos que ayudan a los grandes poderes de este mundo, los guardianes del sistema y otros, que intenta ayudar a la gente, defendiendo su nación, su patria, su país, intentando proteger al ciudadano.

En consecuencia con todo ello, podemos deducir que los que ayudan a esos grandes poderes, sus cómplices, si son o se puede entender que están ayudando a la extrema derecha. Al contrario, los partidos que solo ayudan a los ciudadanos que tienen la suficiente dignidad como para negarse a vivir de las paguitas mezquinas de complacencia de las que con tanta generosidad disponen estos partidos tradicionales, posiblemente se desconozcan cuando se les pretenda estigmatizar acusándoles de “extrema derecha”.

  • José Manuel Millet Frasquet es abogado.