Hace una semana, el presidente de AERTE (Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes) en la Comunidad Valenciana, José María Toro, fue contundente y claro al pedir que se eliminaran las restricciones en las residencias de mayores a causa del Covid. Expresamente dijo que son medidas sin una situación sanitaria que lo justifique, aportando un dato: únicamente el 1,67% de los fallecidos en residencias en el mes de octubre tenían Covid. Toro pedía a las dos Consellerías implicadas, la de Igualdad y la de Sanidad, que derogasen la normativa todavía existente en las residencias. Pedía una normalidad total, que tanto beneficiaría a los que ahí viven, a los trabajadores y a las familias.
Requisitos en visitas, cuestionarios previos, reserva de habitaciones para aislamientos bloqueando unas 400 plazas en la Comunidad Valenciana -¡con la necesidad que hay, en concreto en la provincia de Castellón!-, sin acceso a espacios comunes y ni siquiera a la habitación del mayor, teniendo que estar las visitas al aire libre con su familiar haga frío o llueva. Desde la Consellería de Igualdad se viene hablando de que se desea que las residencias se organicen como un hogar: palabras huecas y hasta cínicas ahora.
Un silencio atronador tras las palabas de José María Toro. Nadie ha replicado en las Consellerías y nada ha cambiado en las residencias. Hace ya mucho tiempo que la lucha contra el Covid es una baza política en vez de sanitaria: como hay pavor a que pueda producirse algún tipo de complicación sanitaria en las residencias, lo mejor es seguir asustando con carteles en las puertas de acceso… que no dan acceso a la residencia, sino para asustar a las visitas, que se quedan a las puertas. Hay pánico en la Generalitat a un posible brote estando cerca las elecciones autonómicas y municipales. Los políticos no tienen piedad: es fundamental el afecto frecuente de las familias con sus mayores, buena parte de su bienestar, un derecho que tienen, y este maltrato se está cronificando.
En China hay revueltas sociales por el criterio 0 en Covid. Están hartos. No sé si hará falta recogida de firmas o manifestaciones de familiares de los mayores o crear un colectivo que vele por sus derechos, pero basta ya de asustar, callar, no dar explicaciones a peticiones de la sociedad como la del presidente de AERTE. Estamos a las puertas de la Navidad, fiestas de familia por excelencia: que no se reduzca en las residencias valencianas a una celebración al aire libre… con riesgo de ser anulada por viento o frío. Corazón y ¡basta de crueldad política!
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.