La magnitud de la catástrofe ocasionada por la DANA en Valencia se ha ido conociendo en profundidad. Recuperar a 850.000 personas que lo han perdido todo o casi todo –casa, coche, muebles, ropa, comercios, empresas– es una tarea inmensa.
Se siguen quejando de los políticos, recientemente también de los alcaldes, que muchas veces se han dejado la piel y carecen de la información y coordinación necesarias para que sus vecinos salgan lo más pronto posible de una vida con aguas fecales, barro, sin comercios ni bares, con negocios que se han ido al traste.
Las quejas se dirigen hacia Pedro Sánchez, Carlos Mazón, la Confederación del Júcar, los alcaldes, y también hacia los funcionarios. No se libra el Ejército ni tampoco la prensa. Es una rabia que expresa el sufrimiento, son personas agitadas –no violentas-, un dolor físico y psíquico que no sé si nos hacemos cargo: no hemos sufrido la DANA.
Ya ha pasado un mes. Es necesario un cierto balance por todos los que deben ayudar institucionalmente y por parte de la sociedad: los 850.000 están más que agradecidos solamente a los voluntarios, especialmente a los jóvenes. Las ayudas que han llegado primero a los damnificados han sido las de Juan Roig, presidente de Mercadona. Piden más militares ayudando, más agilidad a la Generalitat Valenciana, más presencia y acción de Cruz Roja.
La ayuda deben notarla mucho más. Hay muchos medios materiales y humanos. Queda mucho por hacer. Y no digamos con motivo de la Navidad, en que los españoles gastamos mucho más y cuando la familia y el corazón se conmueven.
Muchos de los damnificados han venido con frecuencia a la provincia de Teruel, y hay muchos vínculos con Valencia por nuestra parte. Nuestra provincia puede pensar que poco puede ayudar, con una población de 135.000 habitantes, que es menos de la sexta parte de las personas afectadas por la DANA, 850.000 personas. Ayudemos lo posible.
Pensemos en los gastos con motivo del Black Friday: tanto o más se puede ayudar a Valencia. A veces se están acumulando montones de cajas con ropa en almacenes casi abandonados: forma parte del caos. Parece mucho más eficaz la ayuda económica.
Dentro del balance y puesto que nuestra provincia se beneficia mucho del turismo valenciano, sugiero que se aprueben presupuestos de 2025 de la Diputación, comarcas y ayuntamientos turolenses con partidas específicas para ayudar a los valencianos.
Llegan bastantes quejas sobre Cruz Roja, que no se le ve en zonas devastadas. Cruz Roja Española recibió el año pasado 514 millones de euros en subvenciones del Gobierno de España, de los que el 92% –el equivalente a 475 millones de euros– fue destinado a gastos de personal. Con nuestros impuestos pagamos Cruz Roja.
Cruz Roja Española tiene 9.000 trabajadores, más de 700.000 socios y más de 175.000 voluntarios antes de la DANA. ¿Cómo se ha movilizado y se va a movilizar, pues son cifras que sugieren una presencia muy visible? Vendría bien saber cuántos trabajadores de Cruz Roja están en la zona del barro, turnos que se van a hacer estas semanas, cuántos voluntarios se han unido. Tenemos derecho a saberlo.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.