No es que vuelva el mosquito tigre, es que no se ha ido, y lo sabemos todos. Desde el año 2009 nos acompaña cada vez más en los veranos, y el verano pasado fue una auténtica pesadilla para todos nosotros. La pregunta es cómo volverá, si con menos fuerza y cantidad, igual o más. Y ahora estamos en un período crucial, el primaveral, en que hay que valorar lo que se está haciendo para prevenir la plaga, que genera tantas incomodidades y, si no se ataja debidamente, puede repercutir negativamente en el turismo, que está dando tantas alegrías económicas y laborales.
El mosquito tigre nos acribilló el año pasado. Cada uno pensábamos, inicialmente, que se cebaba con uno mismo, pero fuimos comprobando que era generalizado, atravesando prendas de vestir, de noche y de día. Hubo quienes se fueron a pasar unos días o semanas a otros lugares de España para poder dormir o descansar, porque resultaba más que molesto, y en los centros de salud lo comprobaron.
No tengo conocimientos suficientes para saber cómo combatirlo, pero sí basta un solo ejemplo para poder afirmar que no se pusieron suficientes medios por partes de las autoridades: el parque Ribalta de Castellón. Quienes viven en la zona o transitaban por el parque sufrieron las múltiples picaduras del mosquito tigre, y no parece excesivamente complejo lograr que un parque tan céntrico y tan acotado tenga un mejor tratamiento contra el mosquito tigre, porque es un espacio pequeño, muy utilizado, y no parece que hubiera trabajo municipal adecuado para preservar siquiera el parque Ribalta. Si eso sucedió con el parque Ribalta, resulta ocioso recordar al lector lo que pasó en las ciudades y pueblos, urbanizaciones algo alejadas del caso urbano, viviendas aisladas. Todos podemos contar incidencias graves, muy molestas.
A estas alturas, en el mes de abril y habiendo tenido un invierno tan caluroso, parece que se dan las condiciones para que el mosquito tigre vuelva – que no se ha ido- con más fuerza incluso que el año pasado. Es una prevención que han de hacer las autoridades en espacios públicos, como el parque Ribalta, y también ayudar a los ciudadanos. Desde la Diputación de Castellón se ha hecho un esfuerzo económico y de trabajo muy considerables para ayudar a los municipios, y diversos ayuntamientos anuncian la partida de gasto que están dedicando o van a dedicar a combatir al famoso mosquito. El esfuerzo es desigual y, en general, me da la impresión que insuficiente, y la gente está inquieta: quiere ver ahora más acciones y planes concretos.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.