El portavoz de Economía y Hacienda del Grupo Popular, Rubén Ibáñez, ha criticado que, con Ximo Puig, somos la comunidad autónoma con los tipos más altos en IRPF, Patrimonio, Sucesiones o Transmisiones Patrimoniales. Salvo error por mi parte, nadie ha contestado matizando o descalificando esa afirmación de Rubén Ibáñez. Por otra parte, el tripartito de izquierdas ya ha registrado en Les Corts la denominada ‘tasa turística’, pese a la recogida de firmas impulsada por la patronal HOSBEC –entre ellas, un firmante llamativo, el socialista Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo-, y la oposición frontal del PP con la campaña ‘Stop a la tasa turística’: el turismo se ha de recuperar, y se le penaliza con un nuevo impuesto aplicable o no por cada ayuntamiento.
El diputado del PP Rubén Ibáñez ha ido más lejos, recordando que tenemos un Consell que nos castiga, cada vez más, a pagar más impuestos mientras dispara el gasto y tenemos el Gobierno valenciano más caro de la historia. Tenemos una deuda de 53.820 millones de euros, la segunda más elevada de España, total y per cápita (y la primera si se adopta un criterio proporcional en función del PIB, ¡el 47%!).
Los ciudadanos pedimos a gritos que disminuya el número de cargos públicos, asesores y organismos públicos de más que dudosa necesidad. No puede ser que nos ahoguemos económicamente, con precios de luz-gasolina-comestibles que van subiendo, y no se vea ni siquiera un plan de ahorro del gasto público. Más indignante es que se haya acuñado la idea de que bajar impuestos es del PP, y mantener servicios públicos aumentando impuestos es de izquierdas. Si alguien en el PSOE osa posicionarse a favor de bajar los impuestos, no es que sea sospechoso, en la práctica es ‘culpable’ institucional y un peligro para los intereses socialistas: a una persona que piense de ese modo se le enseña la puerta de salida, no tiene cabida entre los socialistas.
Ximo Puig nos sale caro. Se están investigando las subvenciones a su hermano Francis, la remuneración de sus sociedades –para fomentar el valenciano– al otro hermano, a un hijo, a la cuñada. Nos sale cara Mónica Oltra, con cuatro psicólogas que no escucharon a Maite al relatar los abusos sexuales que sufría por parte del entonces marido de Oltra. ¡Vaya gastos públicos sociales! Engordar el sector público es estatalismo frente a libertad e iniciativa social. No hacen falta más impuestos, sino dejar emprender, permitir respirar. Que no nos impidan pensar y promover.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.