Al cruzar la frontera del nuevo año, os deseo a todos un felicísimo 2019. Brindo con el mejor cava, porque se cumplan nuestras pequeñas y grandes ilusiones. Que ese hijo que no encuentra trabajo, lo encuentre; que esa niña que no estudie, estudie; que se pueda vivir sin la angustia de no llegar a fin de mes; que las mujeres no estemos siempre con el apuro de no llegar a todas partes…
Que no falten en nuestros proyectos para 2019 las grandes y las pequeñas ilusiones de ser mejores haciendo mejores a los demás. Ese es el objetivo de la Orientación Familiar a la que he dedicado mucha parte de mi tiempo, pues contribuye a la mejora de las familias, y como consecuencia a la construcción de una sociedad más justa, abierta y tolerante. Es un servicio de ayuda para la mejora personal de quienes integran una familia, y para la mejora de la sociedad en y desde las familias.
Como ciudadanos responsables, no podemos encerrarnos en la agradable burbuja de la familia. Hemos de oxigenarnos, salir a las calles, participar en todos los tinglados organizativos donde se incoa el ambiente social. Los talentos de cada uno exigen que no nos desentendamos de las grandes carencias de la humanidad, que arrimemos el hombro y seamos solidarios.
Algunos se atreven a afirmar que la institución familiar atraviesa una crisis que no tiene parangón con las que la han afectado a lo largo de toda la historia. Esta realidad debe transformarse en llamada a acrecentar el propio empuje, a buscar el apoyo de otras familias y a llevar de este modo a cumplimiento la inversión de rumbo de toda una sociedad.
Mª Ángeles Bou Escriche es madre de familia, Orientadora Familiar, Lda. en Ciencias Empresariales y profesora