Tras escuchar hoy los informativos TV, quedo muy sorprendida y me pregunto a mi misma: ¿Sabemos hacer frente los padres a la acción degradante que tiene sobre nuestros hijos la manipulación del ambiente?
Hoy, a la manipulación es al tema que más urge hacerle frente por parte de los padres si deseamos conseguir en nuestros hijos un desarrollo personal que suponga una mejora de la persona. (Véase la manipulación consumista que nos rodea, la droga, la pornografía, …). Actúa a través de TV, posters, películas, libros… y todos corremos el riesgo de ser manipulados y por ingenuidad colaborar con ella.
Para contrarrestar las claras influencias ambientales, que intencionadamente, fomentan la degradación de la persona y su autodestrucción, la verdadera educación es el arma de que disponemos los padres y educadores.
La manipulación es una influencia indirecta, sutil (no se percata el destinatario y por tanto es difícil advertir si, y hasta que punto, es manipulación) sobre el ser humano que tiene como fin el deterioro, la antimejora, la degradación como persona, frente a la educación que es el antídoto, pues promueve, eleva y tiene como fin la mejora en el hombre. La manipulación tiene normalmente fines lucrativos y/o ideológicos, tiende a enmascararse acudiendo a un procedimiento manipulatorio semántico que consiste en vaciar de contenido las palabras dándole otro distinto que siempre supone reducción (amor igual a sexo, libertad igual a independencia...). Así se fomenta la ambigüedad en la expresión y en la comunicación y se genera un clima de confusionismo paralizador que produce desorientación e inseguridad.
Los “ismos” (consumismo, relativismo, permisivismo, hedonismo, estetismo, erotismo, …) no son más que reduccionismos que degradan, pues reducen (toman la parte por el todo) desvalorizando al hombre de su rango. ¿Te has preguntado alguna vez cual puede ser la incidencia de cada uno de esos “ismos” en la familia? y ¿cómo superar esas incidencias en la educación? ¿Conocemos los padres hasta que punto somos nosotros mismos influidos por los “ismos”? ¿Disponemos de medios de autoevaluación? ¿Conocemos bien a cada hijo, a cada una de las influencias ambientales que pueden afectarle? ¿Poseemos suficiente información acerca de los “ismos” con ejemplos de nuestro microentorno? ¿Qué hacer?
Nuestros hijos tienen mucho dentro, educarlos es sacar todo lo que de bueno hay. Hay mucho y saldrá a poco que hagamos, pero hay que hacer algo, si no saldrá la pereza, el pasotismo, la intolerancia, la intransigencia, la agresividad… ¿Sabrán con esos ingredientes hacer frente a la manipulación?
Mª Ángeles Bou Escriche es madre de familia, Orientadora Familiar, Lda. en Ciencias Empresariales y profesora