La periodista Julia Otero goza de un merecido prestigio. Ha destacado en radio y televisión, y muchas veces seguir sus entrevistas ha sido y es un periodismo profundo, valiente, incisivo, ameno. Ella busca la crítica libre e intentando razonar, o lo ha pretendido siempre, por lo que en esta ocasión en que se ha pronunciado sobre el voto de las mujeres a Vox ha descarrilado, en mi opinión, en el terreno profesional y personal de falta de respeto a las mujeres que votan a Vox. Ya decían los antiguos que equivocarse es humano, por lo que Julia leerá con gusto estas líneas; rectificar, también.
En la entrevista de ‘Lo de Évole’, otro excelente entrevistador como Jordi Évole fue exprimiéndole con habilidad. Ahora bien: no es de recibo que Julia Otero descalificara a las mujeres que votan a Vox, con el comentario capcioso de que “cada uno es libre de votar a quien quiera”, para decir que “la única condición es tener toda la información, eso me parece fundamental, tener educación y tener instrucción. Es decir, tener formación, leer, saber, tener actitud crítica”. Apuntando a la yugular demagógica, Julia dijo de Vox que “si pudieran nos meterían en casa a las mujeres”. “Que miren bien el programa” de Vox, fue su consejo. Julia: de periodista a periodista, fuiste demagoga, poco rigurosa y hasta insultante. Pedir perdón te honraría, en el segundo programa: te defines de izquierdas, te pedimos que seas periodista, y muy libre en lo personal.
Calificar a las mujeres que votan a Vox como de poco informadas, con escasa educación e instrucción, y sin capacidad crítica, es un grave error, y probablemente genera en las mujeres una reacción contraria a la que pretende Julia. No me atrevo a decir qué diputadas están más preparadas, si las de Podemos, las del PSOE, las del PP o las de Vox, pero es probable que nos vengan nombres de diputadas de la formación de Santiago Abascal con gran preparación, experiencia profesional –que no tienen, o apenas, otras muchas diputadas de otros partidos– y solidez intelectual. Y tampoco califico a las votantes de cada partido: en todos los casos hay mujeres muy preparadas.
Respeto a Vox y a sus votantes. No es cierto que vaya contra las mujeres. Destaca la igualdad de hombre y mujer, sin considerar al hombre como “sospechoso” y hasta “culpable” por el hecho de ser hombre, como llegan a afirmar ciertos feminismos radicales. La Ley de Violencia de Género es muy mejorable: no solo Vox lo defiende. Se quiere presentar como dogma una concepción feminista de enfrentamiento contra el hombre y descalificar a quien tenga alguna discrepancia. Rigor, Julia: no lo pierdas.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.