Pensiones. el pulso de Escrivá con Bruselas

Llega la hora de la verdad: regular las pensiones en España. Bruselas pide una reforma estructural y el ministro Escrivá está encarrilando tan espinoso asunto de un modo que no acaba de convencer, porque no resuelve la sostenibilidad, y a quien no convence es a quien supedita darnos decenas de miles de millones en función de una solución que parezca viable, satisfactoria, realista.

El Gobierno, como era de esperar, ha ido dejando para el final este deber prioritario, para que no hipoteque las próximas elecciones, sean cuando sean.

El proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023 –proyecto, tampoco conviene olvidarlo– prevé una serie de ayudas a distintos colectivos, como los pensionistas, parados de larga duración, madres con hijos menores de tres años, etc. Una auténtica lluvia de millones para que Pedro Sánchez siga gobernando, intentando contentar a la mayoría de votantes.

El gasto del sistema de pensiones en 2023 ascenderá a 190.687 millones de euros, lo que supone un aumento de 19.548 millones como consecuencia directa de la decisión del Gobierno de elevar un 8,5% las pensiones. Los ingresos por cotizaciones crecerán a mayor ritmo, pero se quedarán por debajo de esa cifra.

Entre los pensionistas, desde luego, la noticia ha caído sensacional. 10 millones de pensionistas que respiran, aunque siguen comprobando que su capacidad adquisitiva va disminuyendo, porque la inflación es superior. Pero el balón de oxígeno puede dar votos al PSOE, sin lugar a dudas, entre esos 10 millones de pensionistas. Queda todavía la incógnita de si se aumentará a 35 años el período de cotización para las pensiones, o seguirán los 25 años: el pulso con Bruselas continúa.

Si bien titulo estas líneas como un pulso entre Escrivá y Bruselas, la realidad que no se quiere asumir es un pulso entre nuestra generación y la de los jóvenes españoles.

Pedro Sánchez sigue endeudando nuestro país. A la vez, con el actual estado de la economía española, se retrae la inversión nacional y extranjera por el alza de costes. La bonificación de 20 céntimos sobre el litro de combustible se ha ido prorrogando: ahora está previsto que siga hasta el 31 de diciembre, pero me apuesto a que se irá prorrogando, pues la cercanía electoral cada vez será mayor.

Si no se combate eficazmente la inflación, el poder adquisitivo disminuye, y eso es algo que todos notamos en nuestros bolsillos. Sin embargo, ni Escrivá ni nosotros tenemos en la cabeza el país que vamos a dejar a la siguiente generación, a los que ahora tienen en torno a 40 años y a los que tienen 20.

Un gran porcentaje de nuestros jóvenes no tienen ni Bachillerato ni FP. El abandono escolar es alarmante. El desempleo es alarmante, por lo que sus cotizaciones a la Seguridad Social son inexistentes o ridículas.

Sé que puede sonar a música celestial, pero los gobernantes deben pensar en el presente –incluyo las convocatorias electorales– sin relegar el futuro.

 

  • Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
    Escribe, también, en su web personal.