La alcaldesa de Castellón, Begoña Carrasco, está volcándose en este primer año para dinamizar la ciudad. Es consciente de lo que tenemos y de lo mucho que podemos tener, si se trabaja entre todos y se tiene claro el objetivo, como es el caso del turismo. Este verano 2024 está siendo bueno para hoteles y restaurantes, se nota un incremento de actividad, o al menos es una percepción que más adelante se podrá corroborar con datos.
Begoña Carrasco está logrando entusiasmar con el objetivo de que mejoren nuestras playas, afrontando que Castellón ha sido una ciudad que ha vivido de espaldas al mar, siendo Benicàssim su playa. Hay mucho margen para crecer. Muchas familias de Castellón, que han venido en estos 20 años a vivir con nosotros, no tienen apartamento en Benicàssim, porque su capacidad económica no se lo permite o porque comprueban que en Castellón tienen playas excelentes y servicios que pueden lograrse con realismo y constancia. Un hito: ya en Semana Santa, playas y chiringuitos han estado listos.
El Festival del Viento, celebrado en junio, fue un éxito de asistentes: 45.000. Acudí a verlo unas horas, para disfrutar con esta iniciativa y convivir con las familias. Bien puede afirmarse que, en junio y en la playa, casi todo lo que se organice está llamado a triunfar, pero hay que hacerlo para ratificarlo. La cifra de asistentes superó las previsiones. Siempre con afán constructivo, fueron evidentes las deficiencias, que hay que mejorar y en 2025 dar un salto: establecer horarios de actividades precisos de mañana y tarde los dos días, los globos a punto a la hora prevista evitando retrasos y ...
En todo es bueno evitar la autocomplacencia, que lleva a estancarse. La iniciativa es siempre crítica, creativa, también en el turismo. La alcaldesa tiene muy claro que es un sector que necesita potenciarse yendo de la mano la iniciativa pública y la privada. Tenemos una gran facilidad para esperar casi todo del sector público, de la iniciativa municipal, y hace falta sumar entre todos, también desde los medios de comunicación. El lector de estas líneas se va a sorprender de este hecho que me sucedió hace ¡tres días!, en tierras aragonesas: ¡un matrimonio me preguntó si Castellón tiene playa!
Bien está que la alcaldesa gestione una subvención de fondos europeos de más de 2,6 millones de euros para digitalizar nuestras playas. La remodelación de la avenida Ferrandis Salvador cuenta con 2,4 millones de fondos europeos. Pero que las subvenciones lleven a estudiar bien lo que se hace: es dinero de todos y para todos. Cuando paso por la avenida Lidón, temo las obras subvencionadas por Europa.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.