La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en el año 1972 que 1975 sería el Año Internacional de la Mujer. Esto fue un reconocimiento a los 25 años de trabajo de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. Una comisión que luchó por eliminar la discriminación contra la mujer en 1967. Además, Naciones Unidas incluyó en los objetivos del segundo decenio la plena integración de la mujer.
Es cierto que algunos momentos de la historia fueron injustos para las mujeres. Los movimientos feministas nacieron en un contexto en el que las mujeres eran fuertemente discriminadas y ante este malestar justificado surgió esta palabra reciente FEMINISMO.
Esta palabra se ha convertido en una escuela de pensamiento profundamente enraizado en el trabajo de la filósofa Simone de Beauvoir, que trataba de comprender cuál era la naturaleza de la feminidad. Esta mujer ha influido a la psicología y la filosofía.
Simone de Beauvoir nació en el año 1908 en la capital francesa, París. Conoció a Jean-Paul Sartre, mantuvo con él una relación afectiva que duró toda la vida y finalmente, murió en París en el año 1986.
El punto de partida de Beauvoir fue “darse cuenta” que todas las producciones culturales de la humanidad, desde el arte hasta el uso del lenguaje, tienen al hombre como punto central, principal referencia. Hoy podemos ver hasta que punto ha influido esta idea del feminismo radical (“miembros y miembras” “ciudadanos y ciudadanas” utilizó Pedro Sánchez en su mitin del día de anuncio de la fecha de elecciones y un sinfín de llamémoslas estupideces, pues son eso).
“La familia es un nido de perversiones” es otra frase de Simone de Beauvoir. “El concepto tradicional de familia incluye diferentes aspectos y roles de sexo y género, presentando al hombre como el fuerte, resistente, duro, agresivo y trabajador y a la mujer como sumisa, obediente, cariñosa, débil y dedicada al cuidado del hogar.” Y podríamos continuar con más frases suyas, que nos ayudarían a comprender mejor las raíces del pensamiento dominante, tan agresivo, que te lleva a decidir ser tan “antiguoymoderno” como se pueda.
El feminismo es una escuela de pensamiento muy diversa, pero la mayoría de los movimientos feministas comparten un análisis como el de Simone, sobre las causas subyacentes de las injusticias hacia la mujer.
Cuando escuchamos hablar de patriarcado a algunas feministas, se parte de un análisis marxista de la sociedad. Es obvio que en ciertos momentos de la historia y en determinados países, las mujeres han sido oprimidas legal, física y moralmente. Pero yo me pregunto: ¿No tenemos en nuestro pasado mujeres de las que podemos aprender para ayudar a las mujeres de hoy? ¿No ha habido mujeres admirables que han aportado mucho en variados campos?. La lista sería interminable. Yo creo que por estar plagado de postulados marxistas y de la ideología de género y por un intento de arrogarse la representación de todas las mujeres, un grupo cada vez más numeroso de mujeres se están desmarcando de sus postulados. Prueba de ello es que, en España un grupo ha presentado un manifiesto alternativo de cara al 8 de Marzo.
La historiadora Elvira Roca, la ex-política María San Gil o la periodista Cayetana Álvarez de Toledo, son algunas de las firmantes de un texto que critica la utilización del feminismo radical de todas las mujeres y de la estigmatización del hombre.
“Lamentamos que una ideología contraria a la libertad pretenda arrogarse la representación de la mitad de la humanidad”, aseguran. Y es que consideran que “no nos reconocemos víctimas de nuestros hermanos, parejas, padres, hijos, amigos y compañeros, nuestros iguales masculino”. Además, critican que desde hace unos años “se ha instalado en el discurso predominante, en los medios y en la política, una corriente de pensamiento que presenta a las mujeres como víctimas por definición de una sociedad machista”, cuando a pesar de los problemas que azotan a la mujer en la sociedad, España es según todas las estadísticas uno de los lugares del mundo donde la mujer tiene más derechos y vive más segura. Os invito a leer su manifiesto.
Y en otro país europeo, curiosamente Francia dónde nació y vivió Simone , existe un grupo de mujeres denominado las Antígonas.
Luis Luque, publicaba el 5 de febrero en ACEPRENSA un articulo en el que explica que cuando años atrás las activistas de Femen comenzaron a copar titulares por su cuestionable manera de protestar contra el “patriarcado” –con el torso desnudo y pintarrajeado-, un grupo de jóvenes francesas les salió al paso con un mensaje distinto: el de una feminidad concebida en positivo, con mucho que aportar. “No permitiremos que se entierre la decencia, el sentido común y la dignidad que deben regir las leyes y el desarrollo de nuestra sociedad”.
Son «Las Antígonas», que toman el nombre de la hija de Edipo. Anne Trewby, su presidenta, cuenta que comenzaron en 2014. Organizan conferencias regulares en París, Marsella y Lyon, para tratar de abrir el debate sobre las cuestiones que atañen a las mujeres en general y sobre la situación de las francesas en la actualidad. Su principal objetivo es, de hecho, ofrecer una visión renovada de la mujer y de los asuntos femeninos actuales.
¿Cuál es la idea de Las Antígonas acerca de una efectiva igualdad entre mujeres y hombres? Le preguntan a Anne Trewby en la entrevista citada anteriormente. Y responde así: Una igualdad basada en nuestra humanidad compartida.
Verdaderamente, a veces entristece tener que insistir machaconamente que la igualdad no implica que ambos sexos sean lo mismo. Y para preservar la inmensa riqueza de ser dos sexos diferentes, necesitamos dejar de intentar tener el mismo numero de mujeres y de hombres en cada área política o económica, y dejar de querer probar desesperadamente cuán parecidos podemos ser.
El hecho de ser mujer crea una vulnerabilidad especifica, que creo no es necesario explicar ahora, pues es evidente, por lo tanto las leyes deben tener en cuenta estas diferencias para protegerlas mejor.
Cada vez mas pensadores actuales alzan su voz ante la amenaza que supone la ingeniería que rodea hoy al sexo -desde la agresiva homosexualización al feminismo, pasando por una especie de furor antinatalista- mil veces más grave incluso que la inmigración.
En una entrevista, Carlos Esteban afirma que una sociedad puede sobrevivir al enfrentamiento entre razas, entre clases, entre ideologías. No se puede sobrevivir al enfrentamiento de los sexos. “Ese enfrentamiento es el equivalente a la fisión del átomo a escala social” . No es una tontería.
Mª Ángeles Bou Escriche es madre de familia, Orientadora Familiar, Lda. en Ciencias Empresariales y profesora