El pasado lunes se celebró el primero de los tres coloquios que se celebrarán este verano en el hotel-restaurante Voramar, de Benicássim. Organizados por la Fundación Fomento Educación y Cultura de la Comunidad Valenciana, con la colaboración del Ayuntamiento de la ciudad y otras entidades, buscan abordar cuestiones en torno a la familia y la educación, con entrada gratuita hasta completar el aforo de seguridad. La del lunes fue un éxito de asistencia y participación, pienso que correspondiendo al interés revitalizado por las difíciles circunstancias que nos envuelven a causa del coronavirus, que genera una mirada reforzada hacia la auténtica solución, que es la familia y la educación. Además, en un lugar como el Voramar, mirando al mar, parece que la reflexión serena se potencia, tratando cuestiones esenciales con afán constructivo y huyendo de la queja o de las conversaciones insustanciales como el calor, como lo confirmó el coloquio posterior a la ponencia. Una iniciativa que, como destacó Javier Alonso, concejal de Cultura y teniente alcalde, seguirá apoyando el Ayuntamiento.
El ponente fue Ginés Marco, filósofo, vicerrector de la Universidad Católica de Valencia, autor de numerosas publicaciones y conferenciante en los cinco continentes, que abordó “Una vida feliz”. Otros coloquios y ponentes esperan en agosto y septiembre, en concreto el 19 de agosto, sobre “Psicología del adolescente”, y el 7 de septiembre, sobre “Familia y trabajo: conciliación familiar”.
Un título así, “Una vida feliz”, puede sonar a utópico y poco realista, pues parece que nos circundan interrogantes y dificultades. Se suele argumentar que “me basta con llevar las cosas lo mejor posible”. Sin embargo, Ginés Marco ofreció unas pautas conectadas con la vida cotidiana, que pueden acercarnos a esa felicidad que ansiamos, si las detectamos y cultivamos. Me atrevo a seleccionar algunas que expuso: si se busca la felicidad propia, pocas veces se alcanza; si se busca la de los demás, con frecuencia se logra. O bien cuando señaló lo positivo que podemos extraer de esta pandemia: dar lo mejor de uno mismo hacia los demás, dedicarles tiempo, mirar a los demás y saber escuchar. También alertó del riesgo actual en España que es buscar para todo chivos expiatorios, sin darnos cuenta que la solución está en uno mismo principalmente, en definitiva crecer para adentro. Sobre los jóvenes avisó: parecen estar de vuelta “sin haber ido”. Y que los problemas se resuelven moralmente, sin fiarlo todo a la medicina o a la tecnología. Sencillamente, una felicidad posible, asequible a todos.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.