Pablo Motos, en ‘El Hormiguero’, lo dijo muy claro. Afirmó que, por primera vez, sentía vergüenza de ser español a causa de la amnistía pactada por Pedro Sánchez y los independentistas, para que logre la investidura el actual presidente en funciones. Motos subrayó su ya larga trayectoria periodística, como punto de referencia para calibrar este sentido máximo de vergüenza nacional, o de la gran mayoría de los españoles, porque está claro que, si está avanzando, es porque varios partidos la desean o la toleran.
Es posible que estas líneas queden anticuadas en el momento de publicarse. Los acontecimientos están precipitándose. Sin embargo, la precipitación avanza en una única línea, que es la concesión total a Puigdemont y Junqueras, sin ningún tipo de freno. Conforme pasan los días, va adquiriendo hasta un aire de pesadilla. Casi nos entran ganas de pellizcarnos para cerciorarnos que estamos viviendo algo real, que no es una alucinación ¡ojalá lo fuera! Pero es que un día nos levantamos con que se cede a condonar 15.000 millones a Cataluña, y a los dos días exigen los independentistas la condonación total de la deuda, escenificando al máximo el “España nos roba”. Y Cercanías, y una Seguridad Social catalana, y gestión de fondos europeos, y …
El Congreso General del Poder Judicial ha hecho una declaración que es muy contundente, clarificadora y no deja margen de dudas, aunque desde el Gobierne se intente justificar todo. El CGPJ razona su postura desde su campo, el jurídico, destacando que la amnistía es destrozar el Estado de Derecho, invadir las competencias judiciales, y ridiculiza el “interés de España” esgrimido por Pedro Sánchez. “Preocupación” y “desolación” expresa el CGPJ, y no es para menos, puesto que supone la “degradación, cuando no de abolición, del Estado de derecho en España”. Habla de “generar una clase política jurídicamente irresponsable e impune por sus delitos”: más claro casi no se puede ser desde el ámbito judicial.
Ojalá se produzca “algo” que obligue a que no se lleve a cabo la amnistía, que haya repetición electoral. Es algo que se nos antoja ilusorio, porque Pedro Sánchez ha dado sobradas muestras de ceder en lo que haga falta para ser presidente otra vez. Y no nos engañemos en la Comunidad Valenciana: ¡ni hablar de condonar la deuda a los valencianos, sino de entorpecer cuanto dificulte el desarrollo de Cataluña, como por ejemplo el puerto de Valencia! Hagamos todos lo que podamos para impedir esa amnistía, que pesará como una losa en nuestra Historia… y en el futuro inmediato.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.