Resulta sintomático que, según sean los resultados, los partidos políticos quieren ampliar la resonancia de las urnas: los perdedores, ceñir los resultados a Galicia; los ganadores, a toda España. Procurando ser objetivo, en las elecciones del 18-F en Galicia me parece claro que el castigo a los socialistas gallegos ha sido a Pedro Sánchez y sus pactos de la amnistía, yendo a BNG esos votos que ha perdido.
Para analizar esas repercusiones, basta escuchar a Compromís o a algunos socialistas valencianos. A escondidas o en público, tienen pánico ante próximas elecciones a la vista de lo ocurrido en Galicia: Compromís se tambalea en su unión con Sumar, a la vista del batacazo de la formación de Yolanda Díaz, a pesar de ser gallega, vicepresidenta del Gobierno y hasta capaz de ir a ver al Papa para quitarse el tufillo comunista-populista. Y en el PSPV ¡renovándose y temblando ante el futuro!
Si alguien duda del castigo a Pedro Sánchez, que le pregunte a Abel Caballero, alcalde socialista de Vigo, ex ministro, con gran tirón electoral y reelegido continuamente alcalde. Ha quedado en tercer lugar, ocupando el BNG el primer lugar. Y luego Pedro Sánchez dice que, a partir de ahora, hay que apostar y reforzar por los líderes autonómicos y locales ¡cuando en Galicia están que trinan porque los candidatos han sido totalmente impuestos por Ferraz! Solo son autonómicas para quien pierde.
De esos resultados electorales gallegos, quien tendría que dimitir es Besteiro, el candidato socialista, por obtener el peor resultado histórico de los socialistas en Galicia. Dice que no dimite, pero apuesto a que dimitirá. Y Tezanos también debería dimitir, por ser la única encuesta que no acertó, siempre al servicio de Sánchez.
¿Qué ha pasado en Galicia? He hablado con varios gallegos que no están vinculados a la política ni al periodismo, para conocer su opinión. Me llama la atención que destacan que los gallegos, sobre todo, reaccionan y rechazan todo lo que suene a engaño y mentira; que no es cierto que los gallegos no saben si “suben o bajan”, que saben muy bien lo que quieren; y que lo que quiere la mayoría de los gallegos es trabajar, cuidar la familia y volcarse en su tierra, a la que aman como el que más y que ha sufrido la emigración y la despoblación como el que más.
Contando con esa idiosincrasia gallega, puede ser que el CIS de Tezanos haya favorecido al PP, movilizándose y defendiendo sus valores. Los gallegos se las gastan. Se dice que la inteligencia se mide por las preguntas: en eso los gallegos barren.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.