Para serenar a Podemos, yo era de los que pensaban que Pedro Sánchez nombraría ministra a Ione Belarra o Irene Montero. Sin embargo, parece que los afanes de Yolanda Díaz por fagocitar a Podemos fueron más determinantes, y Pedro Sánchez no nombró a ninguna de las dos, por contentar a Yolanda. Luego se ha ido dando cuenta de su fallo de estrategia, culpando a Yolanda de no tener controladas a las jóvenes –ambas tienen 36 años- y ambiciosas líderes de Podemos.
El fuego se había encendido con ese no-nombramiento. Desde ese momento se vio que se iban a vengarse Ione e Irene. Ya fue asombroso que se opusieran al aumento del subsidio de desempleo, por impedir esa medida estelar de Yolanda Díaz. Se vengaron pronto con Sumar, y sin ningún miramiento hacia los realmente perjudicados, que son los desempleados.
Falta ver la ocasión de vengarse del PSOE. El “caso Koldo” se lo ha puesto en bandeja y es llamativo que son quienes más duramente están exigiendo lo máximo, y es convertirlo en “caso PSOE” y que el PSOE debe devolver lo “robado” incluso con el patrimonio del propio partido. ¡Ya juzgado, sentenciado el caso!
El PP ha dicho que Pedro Sánchez conocía todo y lo tapó. Desde Sumar o desde las propias filas socialistas, pidiendo que se den las explicaciones pertinentes, que se aclare todo. El PNV, de risa: que Francina ha explicado ya todo. Pero, en el fondo, son peticiones menores al lado de las que hace Podemos, sin ningún tipo de presunción de inocencia, condenando ya al partido y exigiéndose que se devuelva todo lo robado.
Lo que ha hecho Podemos es ir a la yugular: dejarse de Ábalos, Koldo García, Francina Armengol, Torres, Aldama y cía, y poner el objetivo donde más le duele –por ahora– a Pedro Sánchez, que es ir a dinamitar al propio PSOE ya, sin miramientos.
Podemos está en fase vengativa, pero no pierde los papeles. Ha aprovechado para atribuir la corrupción al bipartidismo en España, sugiriendo que los españoles busquen un partido distinto al margen de PSOE y PP en el que confiar. Buscan su rédito electoral, en unos momentos en que Podemos se asoma al abismo, por sus propios errores –Galapagar resuena en los oídos– y la ambición de Yolanda Díaz.
Es cierto que Podemos califica la situación actual del Gobierno como de búsqueda de “chivos expiatorios”, a ver si se calman las aguas, la opinión pública percibe que se toman medidas y… a esperar. El primer chivo expiatorio fue Ábalos, quien afirmó tener muchas respuestas, pero tardó unas horas en afirmar que no iba a tirar de la manta porque no hay “manta”. Curioso giro en pocas horas. ¿Quién habló con él?
Segundo chivo expiatorio: el secretario general de Puertos del Estado, Álvaro Sánchez Manzanares, destituido por el ministro Óscar Puente el martes 5 de marzo. El tercer chivo expiatorio puede ser Francina Armengol.
Una pregunta recurrente es qué va a pasar. Nadie lo sabe, porque hay que seguir tirando del hilo en la investigación. Algunos ya hablan de que el PP tendría que presentar una moción de censura. Me parece que las mociones de censura están para ganarlas, no para hacer gala de oratoria, y hoy por hoy no dan los votos para que salga adelante. Elecciones anticipadas es una opción, que seguro que Pedro Sánchez empieza a barajar.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.