“Nuestro” ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, quiere silenciarnos, pues ha encargado que se recojan todas las columnas de opinión en las que se le insulta. Ante tal declaración inaudita y amenazante, coincido con Carlos Alsina: “¿y qué utilidad tiene ese trabajo para los ciudadanos? Yo no le veo ninguna”.
Puente, vallisoletano nacido en 1968 es licenciado en Derecho. Obtuvo la licenciatura en 1993. No tengo datos de porqué tardó tanto en obtener la licenciatura, con 25 años, cuando lo habitual es unos años antes. Tal vez tuvo importantes reveses económicos y tuvo que compatibilizar estudios y trabajo, o era más persona de acción que de estudio.
Empezó a ejercer como abogado en 1995. Obtuvo los peores resultados de la historia del PSOE en Valladolid cuando se presentó como candidato a la alcaldía en 2011, y en 2015 obtuvo otros pésimos resultados históricos ¡pero logró la alcaldía con Valladolid Toma la Palabra (Izquierda Unida) y Podemos, y ya en 2019 obtuvo unos resultados dignos, la primera victoria electoral del PSOE en Valladolid desde 1987. Lo intentó en 2023, pero PP y Vox le impidieron repetir. Con pacto llegó, con pacto salió.
Si Puente fuera más inteligente, no habría tenido semejante iniciativa, que le va a salir por la culata. “El Mundo” figura entre los medios con más columnas de opinión en que supuestamente se le insulta. En total más de 33 medios escritos, porque dice que son los que requieren una reflexión previa, no las referencias radiofónicas ni televisivas.
Llama la atención que “no se han incluido los bulos, falsedades ni las críticas”. Los “bulos” se definen como “noticia falsa propalada con algún fin”. No lo incluye porque no hay noticias falsas contra él, y si las hubiera sería motivo para exigir a ese medio la rectificación o, incluso, iniciar la vía judicial. Si hay “falsedad”, también tendría derecho a rectificar en el medio y no descartar la vía judicial. Siendo licenciado en Derecho, mete en el mismo saco no-amenazante las “críticas”: asombroso, ¡solo faltaría que no se pudiera criticarle, es sano ejercicio libre de libertad de expresión!
¿Qué entiende por insultos, e insultos graves? Supongo que no le parecerá insulto que yo le haya calificado de poco inteligente. “Faltón, agresivo, grosero, barriobajero…” los considera insultos. Si hay alguna expresión que pueda ser constitutiva de delito, que la denuncie, pero que no haga un listado de calificativos que le molestan. Otros partidos o líderes políticos podrían hacer una lista similar de expresiones suyas malsonantes. Que no espere de mí expresiones como “educado”, “digno ministro” o “brillante”.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.