El pasado sábado acudí a Teruel para dar una conferencia sobre los medios de comunicación, en la Cámara de Comercio, invitado por la Asociación Cultural Club Colina, que es una entidad admirable por sus 60 años ininterrumpidos de actividad en la capital turolense, dirigida a la juventud y a sus familias. Tal vez un sábado a las 6 de la tarde no parece el momento idóneo para una conferencia, pero la nutrida asistencia y la experiencia de esta asociación confirmaron que en cada lugar arraiga de modo desigual la actividad cultural, y eso siempre es buena señal. Además, palpé el afecto a Castellón.
En la conferencia, titulada “Viaje al fondo de los medios de comunicación: fortalezas, debilidades y retos actuales”, procuré aportar mi visión de la situación que nos encontramos ahora en los diversos medios, en un momento que se puede calificar como “convulsa” por las nuevas tecnologías y la crisis económica, que ha afectado sobre todo a los medios de comunicación. El periodismo digital es el nuevo rey.
La revolución o “tsunami” digital está cambiando la sociedad de arriba abajo, y afecta a todo: bancos, empresas, las instituciones, educación y, por supuesto casi a la cabeza, a los propios medios de comunicación. Las nuevas tecnologías, las TIC, han cambiado los hábitos de informarse, y el futuro para todos los medios va unido a la revolución tecnológica. La prensa escrita tiene urgencia por llevar a cabo esa revolución, la radio está experimentando un crecimiento de oyentes online de un 30% al año, las televisiones perderán en tres años un 50% de la audiencia tradicional de “sentarse ante el televisor” y saben que esa fuga se va hacia internet –ya ahora en las casas alguien ve la televisión, otro ve en su ordenador su programa preferido, otra con una tablet– y ya tienen el aviso de que Facebook va a crear un canal propio de televisión. Un panorama en ebullición, un reto profesional de calidad e innovación.
Nunca ha habido tanta información, y por eso mismo nunca ha habido tanta proliferación de noticias manipuladas o falsas ni tanto afán de ciertos gobiernos y partidos políticos por controlar el mundo digital, las redes sociales. Juan-José Francisco, subdirector de “Diario de Teruel”, que me presentó ante el auditorio, apuntó una salida: la suscripción de pago, la información de calidad y distinta, aunque eso ahora en España tiene escaso éxito. Y señaló el periodismo de opinión como más necesario necesario.
En cierto sentido, todos somos ahora periodistas, porque accedemos por internet a mucha y variada información en cualquier momento. Un reto a nuestra profesión.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.