El expresidente Zapatero ha declarado que sería bueno que Soraya sea la próxima presidenta del PP, y esa postura refuerza la candidatura de Pablo Casado.
Rodríguez Zapatero argumentó que Soraya es “dialogante”, y semejante apoyo sólo ha generado más apoyos entre los compromisarios del PP que han de elegir presidente de su partido mañana o pasado. Si un personaje tan nocivo para España quiere que Soraya sea presidenta, es porque le ve como “pasado”, un lastre para la recuperación del PP, y por tanto interesa al PSOE.
Tanto Pablo Casado como la exvicepresidenta del Gobierno se están moviendo para buscar apoyos, uno jugando la baza de la juventud y la recuperación ideológica del PP y la otra esgrimiendo la experiencia. Es incierto el resultado, pero es fácil imaginar el desasosiego que han producido en Soraya las palabras de apoyo de Zapatero, ya que sabe que juega en su contra.
Zapatero es camaleónico, por lo que no hay que descartar ninguna hipótesis en sus palabras. Al menos, resulta curioso que el expresidente socialista entre en la arena de esta elección del PP, que se intuye disputada.
Hay quien piensa que, con sus declaraciones, Zapatero puede pretender precisamente que haya desconcierto entre los que prefieren a Pablo Casado, y duden todavía más: “si Zapatero parece favorecer a los partidarios de Casado, es porque piensa que es el modo de que salga elegida Soraya: no es ingenuo”, argumentan algunos del PP.
Tal vez atribuyen a Zapatero una calculada estrategia de doble efecto: del rechazo a Soraya, al apoyo de los compromisarios a la vicepresidenta. En todo caso, un juego de incrementar el desconcierto, intentar profundizar en la crisis del PP –que la hay– y evitar que el PP salga renovado.
En Zapatero hay dosis de cálculo estratégico y también de superficialidad. Por tanto, su intencionalidad es una incógnita, aunque en el fondo ve un mayor peligro para el PSOE si sale elegido Pablo Casado.
Por otra parte, la credibilidad de lo que diga Zapatero entre los compromisarios del PP también es una incógnita. Algunos están desconcertados. Sin embargo, pienso que le ha hecho un flaco servicio a Soraya.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.