La presencia de los católicos en la vida pública
Los católicos trabajamos para mantener a nuestras familias y pagamos nuestros impuestos para mantener las estructuras de nuestro Estado. Somos gente corriente y muy normal, como la mayoría de los españoles. Y como la mayoría tenemos nuestras propias creencias y nuestras convicciones, nuestros derechos y nuestros deberes y también nuestras propuestas para la solución de los graves problemas de nuestro tiempo. No queremos privilegios ni los pretendemos. Detestamos la intolerancia. Pero es evidente que defenderemos nuestra fe con nuestro ejemplo, con nuestra palabra y con nuestro voto. Pese a quién pese y se oponga quien se oponga. No tenemos ninguna añoranza por volver a las catacumbas.