Poco después de que María José Catalá denunciara los abusos sexuales sufridos por 175 menores tutelados por la Generalitat en un año, el diputado de Compromís en Les Corts, Carles Esteve, hizo unas declaraciones muy duras y sorprendentes. Acusó a Catalá de manipular los datos aportados por el Síndic de Greuges –que a su vez recoge los que suministra la Consellería de Igualdad-, de tener poca calidad humana.
Sin embargo, en las declaraciones de Carles Esteve hubo un momento en que logró sorprenderme: se indigna porque Catalá no especificó que el 90% de los casos “se dieron fuera de un centro de acogida de la Generalitat” y que acusaba “directamente a los y las profesionales de los centros de acogida”. Me dirijo a Esteve: ¡si se produjeran en los centros de acogida con la acción u omisión de los profesionales, sería para cerrar judicialmente esos centros y tramitar querellas criminales, no para pedir mejoras en la protección de los menores! ¿Es consciente de la barbaridad que dijo? Catalá alegó una atención “muy deficiente” y “preocupante”, que es algo muy distinto.
He releído lo que dijo Catalá y es falso lo que afirma Esteve, lo cual es muy grave en materia que tanta alarma social genera como los abusos sexuales a menores tutelados. Que el lector compare y valore dónde está la manipulación, la tergiversación y el insulto como réplica a una denuncia de Catalá que será investigada en la Unión Europea. Como dijo Esteve en ese instante de falta de mesura e imprudencia, en política no vale todo, pero ha de aplicárselo en primer lugar a sí mismo.
Lo que Catalá denunció por la mañana es la desprotección de los menores tutelados, la falta de medidas, la asunción de responsabilidades por parte del Consell, con Mónica Oltra y Ximo Puig a la cabeza. Reforzar el sistema de protección y la transparencia no es petición exclusiva de Catalá: también lo viene pidiendo el Síndic de Greuges.
María José Catalá lo calificó como un “escándalo”, y lo es. No equivale a decir que sea fácil resolver ese problema, pero hay que poner más medios en esa protección a menores tutelados. Carles Esteve dijo que se trata de una “cacería” contra Oltra. No lo es. Si dar cuentas de la gestión con transparencia y acoger cuanto mejore la protección de esos menores se considera una cuestión prioritaria en nuestra sociedad, no una cuestión de siglas políticas ni una persecución política, es y debe ser un objetivo unánime de todo partido político. No se trata de papeletas electorales, sino de proteger eficazmente a los más vulnerables. Esteve debe moderar su bilis o la de quien le manda.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.